Lago de Guadalupe, 24 de abril. Para la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) la prensa sacó de contexto las declaraciones emitidas el jueves por el obispo Leopoldo González González, secretario general de esa organización, de que la pederastia, la pornografía infantil y la procreación de hijos durante el ministerio sacerdotal, hacen más humano al clero.

Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones institucionales de la CEM, señaló lo anterior a las afueras del episcopado, en el marco de la culminación de la asamblea plenaria número 87 de los jerarcas católicos del país. Es que lo sacaron de contexto, ya dimos un pequeño comunicado, él (Leopoldo González) hablaba de la importancia de ser humanos, pero no eso a lo que ustedes le han dado magnitud, al tema de la pederastia. Estuvo mal enfocado.

La CEM en sus comunicados dice que en esos asuntos hay tolerancia cero y que todos, incluidos sacerdotes, si es el caso, deben responder ante la justicia.

Por su lado, Consuelo Mejía, directora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, consideró que las declaraciones de Leopoldo González evidencian la doble moral de la jerarquía de la Iglesia católica, así como que ésta continúa minimizando las acusaciones de pederastia dentro del clero. Siguen condenando, por ejemplo, las relaciones entre personas del mismo sexo y el aborto, pero al mismo tiempo arropan y encubren actitudes que son delitos entre sus miembros, asentó.

Elio Masferrer Kan, experto en temas religiosos, consideró al respecto que la Iglesia católica pierde capital simbólico, debido a que intenta manejar los abusos como pecados y no como lo que son, delitos. Agregó que a esta institución no le ha funcionado la tolerancia cero, pues los obispos suelen proteger a los párrocos y sacerdotes de sus diócesis en estos asuntos.

En cuanto al caso de Rafael Muñiz López, presuntamente vinculado con un grupo de distribuidores de pornografía infantil por Internet, Juan Sánchez Jácome, director de comunicación social de la arquidiócesis de Jalapa, sostuvo que no hay indicios concretos que incriminen al clérigo.