Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 26 de abril de 2009 Num: 738

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Afganistán: una balada de Theodor Fontane
RICARDO BADA

Dos poemas
NIKIS KARIDIS

Italo Svevo y La conciencia de Zeno
ANNUNZIATA ROSSI

Martin Buber: ética y política
SILVANA RABINOVICH

Israel-Palestina: una tierra para dos pueblos (fragmento)
MARTIN BUBER

Un poco de color y buenas actuaciones
RAÚL OLVERA MIJARES

La Iglesia y el muralismo en Cuautla: cincuenta y siete años de censura
YENDI RAMOS

Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGÜELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
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Foto: Hulton Archive, 1961

Israel-Palestina: una tierra para dos pueblos
(fragmento)

Martin Buber

(…) A menudo se dice que el problema judeo-árabe de esta tierra es un dilema, un conflicto trágico que no tiene verdadera solución, que no hay forma de llegar a una situación que no sea ambigua. Incluso era posible escuchar en las palabras de algunos de los miembros de la Comisión de investigación ese mismo temor. Este error fatal radica en que las exigencias de la vida se fueron ocultando a la vista de los interesados por las demandas de la política.

Entre todos los grupos del mundo que conviven, grupos nacionales, religiosos, económicos, sociales, hay conflictos de intereses [que son] reales en cierta medida. Mientras estos conflictos son tratados en la esfera de la vida, se encuentran soluciones concretas. Estas soluciones pueden tomar la forma de un acuerdo negativo para con ambas partes al limitar sus demandas; pero también puede adoptar una forma positiva, sintética, creativa, por medio de la creación de nuevas condiciones de vida que posibiliten y requieran cooperación. Esto cambia si los conflictos pasan del terreno de la vida al de la política, y difiere en la medida en que la política se impone sobre la vida. Porque entonces se transforma en lo que yo llamo excedente del conflicto político. Desde esta perspectiva, la política que quiere retener su dominio sobre la vida, tiene interés en tratar los intereses de los diversos grupos como si fuesen irreconciliables. Y como de hecho no es así, ella provoca que así sea. Lo logra al agudizar el conflicto de intereses real hasta volverlo irreal, pertrechándolo con toda la terrible fuerza de ilusión política. La política de un grupo produce entre sus miembros una sensación de que el conflicto tiene dimensiones que superan en mucho a las del conflicto real e incluso le atribuye un carácter supuestamente absoluto. La brecha entre el conflicto real y el conflicto aparente políticamente inducido es lo que llamé excedente del conflicto político. Este excedente sólo influye de manera real vital sobre la parte políticamente activa del grupo, sin embargo, a través de la propaganda por diferentes medios vuelve a esta parte absolutamente hegemónica sobre las otras; en otras palabras: se logra el dominio de la política sobre la vida.


Jerusalén, proyecto Face 2 Face

La presente situación judeo-árabe, que aparentemente no tiene salida, surgió a partir de un proceso de este tipo en ambos lados. Hace ocho años, cuando inmigré, un gran comerciante árabe durante una conversación, caracterizó la situación con una formulación algo ingenua pero básicamente correcta. “Ambos” dijo “tus amigos y los míos, hubiésemos podido llegar a un acuerdo, porque queremos desarrollar esta tierra. Podríamos haberlo logrado más exitosamente juntos que trabajando de manera separada. Podríamos haber acordado la unión de las fuerzas a fin de desarrollar este país. Pero entre nosotros y entre ustedes hay gente interesada en evitar este acuerdo. Éstos son los políticos. Y quién sabe si no nos llevan a una situación tal que ya no podamos hablar entre nosotros como lo estamos haciendo ahora”. Y ciertamente a eso nos llevaron rápidamente.

¿Qué debemos hacer nosotros, que conocemos la situación y deseamos cambiarla? ¿No debemos renunciar al trabajo político siendo que la naturaleza de la actividad política es insidiosa? Esto significa abandonar completamente la vida en manos de la política. No, debemos lanzar una política de despolitización. Debemos hacer un trabajo político, para dar lugar a la cura de la actual relación enfermiza entre la vida y la política. Debemos luchar contra la hipertrofia de la política, esto es luchar desde adentro, mientras nos encontramos dentro del dominio de la política. Nuestro objetivo es eliminar el excedente político del conflicto -el conflicto imaginario- para tener presentes los intereses reales y dar a conocer los verdaderos límites de los conflictos de intereses. No obstante, nosotros sabemos que no vamos a cumplir esto sólo en aras del esclarecimiento de la verdad; ella sola no tiene la fuerza capaz de anular la campaña de propaganda política ni de romper la fuerza sugestiva de la ilusión. No hay esperanza si no es por el establecimiento de instituciones, que concedan la supremacía de las demandas de la vida por sobre las de la política, dando así una gran base concreta para la aclaración de la verdad. El Dr. Magnes aludió a estas instituciones. Por este camino será posible llegar a un acuerdo positivo, sintético, creativo. (…)

Una comisión angloamericana conformada por expertos en el tema acordaron con Buber, Magnes (presidente de la Universidad Hebrea de Jerusalén) el Prof. Smilanski (miembros del movimiento Ijud) en la no partición de Palestina. El gobierno británico desoyó dicho dictamen favorable al movimiento de Buber. Rápidamente se convocó a un congreso del movimiento Ijud en el que Magnes dijo que antes de constituir el Estado binacional recomendado por la Comisión es necesario crear instituciones y formas de administración, que produzcan las condiciones para la fundación del Estado binacional por medio del cultivo del sentimiento de cooperación entre judíos y árabes. Buber habló tras él y sostuvo -en el texto que sigue- el significado político de una empresa que surge de tal necesidad. (Extractos de la introducción de PMF adaptados por SR) Tomado de Una tierra para dos pueblos, UNAM/ Editorial Sígueme, 2009.