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Obra conmemorativa del 75 aniversario en 50 fascículos del pancracio en México

Viva la lucha documenta la pasión por el universo del cuadrilátero

La fascinación por ese deporte y su colección de revistas, objetos y fotografías de Christian Cymet y la investigación sobre el tema de Orlando Jiménez dieron vida a la publicación

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La publicación podrá satisfacer a conocedores y curiososFoto Tomada del fascículo número 1
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de abril de 2009, p. a10

El coleccionista Christian Cymet y el investigador Orlando Jiménez consumieron tiempo y dinero acumulando objetos, documentos y datos sobre la lucha libre mexicana. Hoy, estos dos recolectores de rarezas abandonan el onanismo del coleccionista solitario y lo transformaron en una orgía para el gran público, que desde este lunes puede disfrutar quincenalmente de Viva la lucha, una obra en 50 fascículos, que se pueden adquirir en los puestos de periódico.

Editada por Planeta DeAgostini en colaboración con el Consejo Mundial de Lucha Libre, con la obra se celebra el 75 aniversario del pancracio en nuestro país y documenta la historia, mitos y locuras de este espectáculo, teatro de la sociedad mexicana.

Todo comenzó cuando Cymet tenía siete años y en una de sus frecuentes incursiones al mercado de La Lagunilla adquirió un viejo álbum con estampas de luchadores. La fascinación que le produjo fue de tal magnitud que en ese momento nació también su pasión por el colorido universo de las luchas, y su manía por adquirir cuanto documento u objeto se cruzara en su camino.

Obsesión convertida en oficio

Hijo de anticuarios, Cymet empezó a recorrer mercados, tianguis y bazares donde pudiera encontrar cualquier cosa que se relacionara con su pasión por las luchas. Compró colecciones de revistas viejas, de esas de papel sepia con rostros y máscaras de un mundo que parece perdido.

Mi colección no es para guardarla, sino para compartirla, se compone de revistas, periódicos de los años 30, 40 o 50. Desde niño empecé a memorizar tantas cosas, pero no me considero ni investigador ni historiador, porque para eso se necesita una formación académica rigurosa, dice Cymet, abogado, quien a los 33 años es considerado uno de los más importantes coleccionistas de objetos relacionados con la lucha libre, particularmente de El Santo.

La obsesión temprana se convirtió en oficio, y el acervo de Cymet ha permitido documentar los pocos trabajos de investigación sobre este deporte en México.

Es una manía que no acaba, de pronto veo algo que tiene otro coleccionista y hasta empiezo a sudar. Empecé como aficionado, pero un día me di cuenta de que poseía el acervo más importante en México.

Tiene cualquier cantidad de objetos: más de mil máscaras, fotografías, programas, juguetes, cabelleras, boletos y… ¡el reclinatorio de El Santo!

Antes la gente me veía raro, como a un loco. Yo era el que buscaba porquerías sobre las luchas, confiesa Cymet, quien considera que Viva la lucha es el resultado de su pasión por este universo de cuadriláteros y máscaras, pero a quien aún le falta consolidar su máximo sueño: la creación de un museo de la lucha libre y un centro de investigación especializado.

La lucha libre parece la hija fea de la cultura, pues muchos la reconocen y la celebran, pero casi nadie la ha tomado en serio. Ante este vacío Orlando Jiménez se dio a la tarea de documentar e investigar sobre el tema, y su trabajo se refleja en varios libros y revistas en los que colabora, ya sea como editor, autor o consejero.

Hemos tenido grandes investigadores, cronistas, y me asombra que casi no haya trabajos especializados sobre el tema. Hay que reconocer a Salvador Novo, quien se interesó y dejó seducir por esta expresión popular, pero aún hace falta indagar más sobre este espectáculo, reflejo de la sociedad, señala Jiménez.

“De alguna manera, con Viva la lucha tratamos de revertir esta laguna, aprovechando un método de distribución masiva, que alcanza a un tipo de público no experto, pero que puede interesarse, pues ese deporte es parte de su cultura; puede ser más efectivo que una edición especializada. Es una oportunidad para plantear una lectura de ese espectáculo, que lectores y autores construiremos cada 15 días”.

La pasión de Cymet y Jiménez cobra forma en Viva la lucha, en la que se podrá seguir la biografía de gladiadores, se podrán apreciar imágenes inéditas, historias de las arenas y gimnasios, y toda la emoción que se desata en torno al mundo de los héroes y villanos, que semanalmente se calzan simbólicas máscaras y coloridas mallas y leotardos.