El nombre de Roberto Saviano se ha convertido en referencia dentro de la lucha anticrimen, y es considerado como experto en las redes de la droga que se tejen desde Italia y llegan a diversas partes del mundo, por la colaboración entre las organizaciones criminales de su país con las de otras naciones, como México. Ahora, el lector podrá acercarse a otra faceta del escritor y periodista italiano con la publicación de Lo contrario de la muerte, que circula en las librerías mexicanas como novedad editorial.

Este librito, de apenas 96 páginas, reúne sólo dos relatos breves Lo contrario de la muerte. Regreso de Kabul y El anillo, publicados en Italia en 2007, un año después de Gomorra, la novela-no ficción con la que saltó a la fama internacional y la causa de que viva amenazado de muerte por la Camorra, asociación criminal napolitana a la que retrató de pies a cabeza en dicho volumen.

En el relato que da nombre a su nuevo libro, Saviano echa mano de su trabajo periodístico –como hizo en Gomorra– y cuenta un hecho real: parte de un dato, y es que en el sur de Italia los jóvenes tienen dos alternativas: dedicarse al crimen o ser reclutados para ir a la guerra en misiones internacionales, dijo en una videoconferencia con medios mexicanos realizada hace unas semanas.

Cuento la historia de un joven que parte a Afganistán para pagar su boda y comprarse la casa, pero muere al pisar una mina; entonces narro lo que significa vivir en un territorio donde, como sea, cualquier camino está hecho de sangre.

Más que la historia de Enzo, el joven que parte a Afganistán en una misión de paz, es la historia de María, la novia convertida en viuda, a quienes sus vecinos ven como una especie de experta en el asunto de la pérdida de alguien cercano.

En El anillo los personajes principales son Vicenzo y Giuseppe, dos jóvenes que estuvieron en el lugar equivocado en el momento en que los criminales intentaban venganzarse. Es acerca del prejuicio contra quienes viven cerca de aquellos metidos en la delincuencia. La premisa parece ser los amigos de los asesinados son mafiosos, entonces los muertos también lo son.