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Anaversa: muerte que nadie quiere ver
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de mayo de 2009, p. 34

Córdoba, Ver., 4 de mayo. Pobladores de esta ciudad aún mueren de cáncer a causa de la contaminación por dioxinas que generó hace 18 años un incendio en la fábrica de pesticidas y fertilizantes Agricultura Nacional de Veracruz SA (Anaversa). Pero ahora las muertes son silenciosas. Nadie las quiere ver, comentaron sobrevivientes de la conflagración.

El 3 de mayo de 1991 un cortocircuito en la planta de Anaversa, ubicada a 16 cuadras del centro de Córdoba, provocó un incendio y una explosión. La combustión de paratión, paraquat y pentaclorofeno, entre otros químicos que se utilizaban para elaborar pesticidas y fertilizantes, formó dioxinas, químicos que pueden favorecer la formación de células cancerosas.

La Asociación de Asistencia a los Afectados de Anaversa calcula que mil 639 personas han muerto de cáncer, al parecer por la exposición a químicos. Sólo en el año más reciente ocurrieron 72 decesos.

Esta cifra es más que limitada, pues la zona de asentamiento de polvos fue de 18 colonias, pero las partículas tóxicas se diseminaron por toda la ciudad e incluso en municipios aledaños, por los arroyos. Está fuera de nuestra capacidad llevar un control epidemiológico, afirmó Rosalinda Huerta Rivadeneyra, presidenta de la Asociación de Asistencia a los Afectados de Anaversa.

Inicialmente, recordó, se hizo una lista de personas que requerían atención médica especializada, la cual nunca llegó. Después la lista sólo sirvió para no olvidar a las víctimas.

La incineración de organoclorados en Anaversa, sostuvo, es considerada entre expertos en toxicología ambiental uno de los accidentes más graves de este tipo en América Latina.

El domingo pasado, sobrevivientes del desastre e integrantes de la Asociación de Asistencia a los Afectados de Anaversa participaron en una ceremonia religiosa para recordar a las mil 639 víctimas y se apostaron frente a las ruinas de la factoría para clausurarla simbólicamente.

También exigieron a los gobiernos federal y estatal que reabran la investigación, que realicen un estudio epidemiológico y una investigación de impacto ambiental, y que se clausure el edificio de Anaversa, al cual llamaron foco de contaminación por dioxinas a cielo abierto.

Igualmente, demandaron que se construya en Córdoba un hospital de oncología, pues no descartan nuevos casos de cáncer relacionados con la explosión en Anaversa.