Pekín, 4 de mayo. Los 79 mexicanos retenidos en China bajo sospecha de portar el virus A/H1N1 al fin pudieron dormir anoche después de tres días de pesadilla. El anuncio de la llegada a China de un avión fletado por el gobierno mexicano para repatriar a los ciudadanos que así lo deseen fue celebrado por todos los atrapados en Pekín, Shanghai y Cantón. Se prevé que la aeronave aterrice al mediodía hora local (madrugada en México) y haga escala en esas tres ciudades en un orden aún no confirmado a última hora de este lunes.

Quienes respiraron con mayor alivio fueron, sin duda, los 10 mexicanos recluidos en el hotel Guomen de Pekín. A ellos les tocó vivir la peor parte. Mientras sus compatriotas de Shanghai (46 en total) cumplieron la cuarentena primero en el lujoso hotel Marriott y, desde ayer, en el hotel Howard Johnson Plaza de Lingang, localidad costera de nueva creación, los afectados de la capital debieron pasar tres días encerrados en una especie de museo de los horrores llamado hotel Guomen.

Cualquiera diría, al verlo, que es un edificio deshabitado, abandonado tiempo atrás. Su fachada luce un estado cochambroso, las ventanas están rotas y las puertas carcomidas. Una verja metálica verde devorada por el óxido protege el recinto, y basura y restos de material de construcción se amontonan por todas partes.

Las alfombras están sucias, los baños están manchados y algunos no funcionan, detalló a La Jornada Claudia Mijangos Medina, estudiante del Tecnológico de Monterrey y una de las víctimas del encierro. Todo es muy viejo, como de película de espanto, y sucio. Los empleados vienen a limpiar por encimita porque ni se nos quieren acercar. Nos sentimos como en prisión.

La absoluta falta de higiene no es, sin embargo, lo peor. El grupo de mexicanos siente absoluto pavor cada vez que les toman la temperatura: Vienen dos veces al día. Ni queremos ponernos debajo de las cobijas, pues más allá de 37 grados de temperatura te mandan al hospital. Todos estamos destapados, tenemos temor de regresar a ese hospital horrible, y sentimos miedo cada vez que tocan el termómetro, revela Mijangos. Da mucha pena por los niños (los tres hijos menores de la familia Dorman), porque ves que están sanísimos, que de repente empiezan a jugar y piensas que es muy triste romper así una ilusión.

China mintió: estudiante del Tec

Pekín no sólo vulneró los derechos de los mexicanos recluidos sin motivo en el país, sino que además, según Mijangos, se les mintió deliberadamente: Apenas aterrizamos y enseñamos el pasaporte, nos apartaron por ser mexicanos. Nos llevaron al hospital engañados, diciéndonos que sólo sería una prueba, pero nos encerraron en una pecera durante horas sin decirnos nada, sin poder ver un doctor y sin que nadie hablara inglés. Fue desesperante, sobre todo porque nos dijeron que habría traductores y allí no había nadie.

La embajada de México en Pekín llamó a todos los mexicanos inscritos en el país asiático para ofrecerles regresar a casa este martes a bordo del avión. Entre los 79 retenidos la mayoría regresará, aunque otros, en especial personas con negocios que resolver, permanecerán en China. Nos gustaría seguir con nuestro plan de vacaciones, explica Medina, pero en nuestro grupo todos coincidimos en que si continuamos corremos el peligro de que nos vuelvan a encerrar y a tratar mal.

La comunidad mexicana residente en China no se plantea abandonar el país, si bien vivió episodios de discriminación en los últimos días: “Unos amigos fueron al aeropuerto por un mexicano y, como no lo conocían, llevaron una bandera de México para que los viera. Uno de ellos la agarró y gritó ‘¡México, México!’ y todos los chinos que estaban alrededor salieron huyendo y se taparon de repente la boca”, relata a La Jornada Blanca Estela Duque, veracruzana y residente por dos años en Pekín.

Ahí se ve que nos tienen miedo por ser mexicanos, y me preocupa que esto dure mucho. Llevo días imaginando que la policía viene a mi casa para llevarme a hacer unas pruebas, prosigue.

Por su parte, la cancillería china dijo que el aislamiento de los 79 mexicanos no es discriminatorio, en respuesta a las quejas de la canciller Patricia Espinosa y del embajador Jorge Guajardo. Las medidas de cuarentena no van específicamente dirigidas contra los derechos e intereses de los ciudadanos mexicanos y no son discriminatorias, sino puramente médicas, aseguró el vocero del ministerio, Ma Zhaoxu, en una nota difundida por Internet.

Según Ma, México debe comprender las medidas y manejar la situación con calma para cooperar conjuntamente contra la epidemia, y destacó además que ambos países son amigos y que Pekín da mucha importancia a las relaciones bilaterales.