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Entrevista / Alonso Lujambio Irazábal, Secretario de Educación Pública
El Estado, incapaz de enfrentar con éxito los retos educativos

La descentralización de la enseñanza generó vacío

En vísperas de que alumnos de educación básica regresen a clases, el funcionario sostiene que la SEP será la primera responsable en caso de que surja un brote de influenza entre la comunidad estudiantil. Pero también, agrega, los profesores y padres de familia

 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de mayo de 2009, p. 5

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, afirmó que el Estado mexicano ha sido incapaz de enfrentar con eficacia los retos educativos y que el abandono en que se encuentran las escuelas es consecuencia del acuerdo de descentralización –el cual fue pactado con el sindicato magisterial en 1992–, porque eso condujo a compartir atribuciones con los estados, lo cual generó vacío.

El funcionario aseguró que la responsabilidad de la SEP en las escuelas que carecen de las condiciones establecidas por la Secretaría de Salud para el regreso a clases es normativa. Respecto de las seis entidades en que no se reanudarán actividades académicas este lunes, sostuvo: no me genera ninguna preocupación, inquietud.

Para Lujambio, es muy importante que haya baños (en los planteles) y estén limpios, pero argumenta que el virus A/H1N1 no está vinculado al asunto intestinal ni estomacal, porque si fuera así entonces la falta de agua, drenaje, baños y ventanas en los centros educativos sería mucho más grave.

En entrevista, manifestó que la Alianza por la Calidad de la Educación no es un desastre, y sobre la posibilidad de establecer contacto con la disidencia magisterial, agrupada en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, expresó: Nunca me negaré a hablar con un actor de la política nacional.

–¿Qué pasó en las últimas tres décadas para que las escuelas públicas llegaran a ese lamentable estado de infraestructura y calidad? –se le pregunta.

–En buena medida el proceso de descentralización, que arranca en los años 90, el cual tuvo facetas muy constructivas, muy positivas, generó una especie de vacío normativo. Se abandonó a las escuelas, y creo que este gobierno ya tomó cartas en el asunto.

“Tomó el toro por los cuernos. Empezó un programa de rehabilitación de infraestructura muy importante. Ahora, lo que quiero subrayar es que no puede ser condición para regresar a clases que ese problema estructural de larguísimo plazo se solucione, porque entonces sí estamos poniendo la carreta delante de los bueyes.

Lo que debemos hacer en este momento es tratar de regresar a la normalidad de la vida, de la rutina escolar, con medidas de protección y de cuidado muy exigentes, adaptándolas, ciertamente, a las condiciones de muchas escuelas, pues por ejemplo 20 por ciento no tienen agua potable, digamos entubada.

–¿Sólo falló el pacto de descentralización o también el modelo?

–Creo que en eso estamos; es decir, cuando hablo del acuerdo de la descentralización se generó un modelo.

–Me refiero al modelo del país, que ha llevado, entre otras cosas, al abandono de la escuela pública.

–No entiendo bien su pregunta, pero el modelo educativo mexicano, por fortuna, sigue exigiendo la presencia del Estado, y éste no se ha salido de ahí. El modelo de descentralización llevó a que compartiéramos, entidades federativas y gobierno federal, diversas atribuciones. Quizá se generó un vacío de que, bueno, esto es tuyo, esto es mío, ¿quién le mete dinero al asunto de la infraestructura escolar? Frente a esa vaguedad el Presidente, en el arranque de su mandato, decidió asumir la responsabilidad y en colaboración técnica con los estados de la Federación iniciar el arreglo de las escuelas, especialmente las que se encontraban en peor estado.

–¿No se necesita un viraje del modelo, mayor presencia del Estado?

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El deterioro del sistema educativo, problema de competencias y presupuestal, opina Alonso LujambioFoto Yazmín Ortega Cortés

–Es que el Estado está muy presente en el sistema educativo. Ese modelo del que hablas no tuvo un reflejo en el abandono del Estado de su responsabilidad educativa. El artículo tercero, incluso, es un mandato, y nunca se reformó pese al viraje que tuvo el modelo económico y que tocó algunos artículos constitucionales, el 27, el 130, en fin. Creo que el problema, más que de modelo económico y su viraje general a partir de los años 80 para acá, más que eso, fue la reformulación de las responsabilidades federales y locales. Eso llevó a un abandono de la infraestructura escolar que hay que revertir a como dé lugar.

–El abandono de las escuelas no fue de la noche de la mañana. Entonces, ¿qué ha pasado con el Estado frente a ello?

–Bueno, ¿ha sido la incapacidad del Estado para enfrentar con eficacia los retos educativos? Diría que sí, pero no es porque el modelo seguido sea de abandono del Estado de esas responsabilidades y la ocupación de otros actores de lo que antes tuvo el Estado. No se privatizó la educación, no se le entregó a otros actores. El sistema creció enormemente. Por eso, insisto, no lo veo tanto vinculado a un modelo, a un viraje de un modelo económico, sino a un problema de competencias y presupuestal.

–Usted ha subrayado que habrá una política de continuidad. ¿También en la política privatizadora de la educación pública?

–Niego la existencia de una política privatizadora. No podría hablar de una continuidad de algo que para mí no existe.

–¿Qué entiende por laicidad?

–La orientación laica de la enseñanza consiste básicamente en que los aspectos religiosos de la vida que existen en la sociedad no se incorporan a la lógica de la acción educativa. Entiendo por escuela laica eso, que la religión no gravita en la socialización de conductas y de patrones de comportamiento que provee el servicio educativo.

Hasta aquí el funcionario respondió a las preguntas, y pidió concentrarse en los mensajes de la SEP para el retorno a clases, aunque subrayó que tiene una apertura total a los diferentes tópicos y en otro momento responderá.

Al cuestionarle quién será el responsable en caso de que ocurra un nuevo brote de influenza en la comunidad escolar, expresó que en el federalismo educativo, en primer lugar, la SEP, las dependencias en los estados y, en tercer lugar, el supervisor escolar, el director de la escuela, el maestro y el padre de familia, porque si estos últimos mandan niños enfermos a la escuela, muy difícilmente podremos enfrentar esto con éxito.

Insistió en que el corazón de la propuesta distribuida en los planteles consta de tres acciones fundamentales: el filtro familiar –no enviar a los alumnos con síntomas de enfermedades respiratorias–, el escolar –detección de aquellos que presenten alguna sintomatología– y el monitoreo de salud por parte de los profesores.

En cuanto a las entidades donde los alumnos no regresarán a clases este lunes, declaró que se trata de un ajuste menor, de un número menor de los estados. Lejos de generarle preocupación, consideró: mientras las soluciones sean más regionalizadas, más puntuales, van a ser mejores.

En víspera del Día del Maestro, subrayó: sin duda se hará el festejo para los que cumplen 40 o 50 años de servicio, el cual es presidido por el jefe del Ejecutivo. Como marca el calendario, el día será inhábil.