Casi una tercera parte de los 2 millones 288 mil 659 hombres y mujeres en condiciones de plena desocupación, a pesar de buscar trabajo, son cabeza de familia y por lo mismo los principales o únicos responsables del sustento económico de sus hogares, revela la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre de 2009.

Se trata de 739 mil 507 jefes y jefas de familia sin empleo, cifra que implica un aumento de 45.3 por ciento en sólo un año, ya que en los tres primeros meses de 2008 sumaban 508 mil 829 personas de esta categoría que no tenían trabajo.

La mayoría no ha dejado de buscar empleo y entre ellos se incluyen 17 mil 322 personas que pretenden buscar ocupación en otro país o se preparan para cruzar la frontera, de los cuales 2 mil 500 son mujeres.

Y es que las jefas de familia sin empleo suman 130 mil 960, lo que representa 17 por ciento del total del grupo, de acuerdo con los detalles sobre la población desocupada que revelan las estadísticas de la ENOE, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En términos generales, casi un cuarto de millón de los jefes de familia –259 mil– tiene a su cargo entre uno y dos hijos, en tanto que otros 153 mil tienen entre tres y cinco hijos. Incluso hay un grupo de 20 mil padres y madres desempleados con más de seis hijos cada uno.

En el caso de las jefas de familia hay más de 100 mil mujeres con uno y hasta cinco vástagos, mientras otras 7 mil 800 tienen más de seis hijos.

Respecto al nivel de escolaridad, la encuesta revela que la cuarta parte de los jefes y jefas de familia desempleados tienen estudios de bachillerato y licenciatura. En total suman 178 mil 912, lo que representa un aumento de 48.3 por ciento respecto al primer trimestre de 2008, cuando sumaron 120 mil 627 casos.

En su encuesta, el Inegi pregunta a la gente las razones por las que está desocupada: seis de cada diez jefes y jefas de familia –63 por ciento– declararon que perdieron o terminó su trabajo, lo que equivale a 466 mil 959 personas.

En contraste, otro 19.5 por ciento del total o 143 mil 755 desocupados de este tipo respondieron que renunciaron o dejaron su trabajo.

Cualquiera que fuera la razón por la que ingresaron a las filas del desempleo y como responsables directos de su hogar, los jefes y jefas de familia no se han quedado cruzados de brazos ya que no han dejado de buscar un nuevo trabajo.

Al respecto, las cifras del Inegi precisan que más de la mitad de estos desempleados –55 por ciento o 408 mil 154– llevan entre una y cuatro semanas buscando un nuevo puesto.

Otros 133 mil cumplen entre cinco y ocho semanas, en tanto 90 mil más tienen entre nueve y 13 semanas en dicha búsqueda.

Los casos más graves están representados por 14 mil jefas y jefes de familia que llevaban un semestre tratando de conseguir trabajo y otros 12 mil que tienen más de un año en el intento.

En el contexto de un universo de 2 millones 288 mil 369 personas en plena desocupación, 37 por ciento son mujeres, quienes se encuentran realizando acciones para encontrar un empleo que no consiguen. En esta situación se hallan 846 mil mujeres.

En tanto, el Inegi indicó que 4.6 millones de mujeres están ocupadas en el sector informal de la economía y representan 38 por ciento de los más de 12 millones de individuos que laboran en la informalidad.