Sociedad y Justicia
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El Airbus A330-200 reportó fallas eléctricas cuando fue sorprendido por una tormenta

Desaparece un avión con 228 personas sobre el Atlántico

Viajaban 90 mujeres y 126 hombres, entre ellos siete niños y un bebé

El aparato cubría la ruta Río de Janeiro-París

El área donde supuestamente cayó no está cubierta por radares

 
Periódico La Jornada
Martes 2 de junio de 2009, p. 36

París, 1º de junio. Un avión de Air France con 216 pasajeros y 12 tripulantes, que cubría la ruta Río de Janeiro-París, fue sorprendido por una intensa tormenta tropical cuando viajaba de noche sobre el océano Atlántico. Fue declarado oficialmente desaparecido la madrugada de este lunes, una hora después de que los controladores aéreos perdieron comunicación radial con el mando del Airbus A330-200 y de que el aparato envió un mensaje automático que daba cuenta de fallas en el sistema eléctrico.

Lo más probable es que haya sido fulminado por un rayo, afirmó el director de comunicación de Air France, Francois Brousse, quien expresó sinceras condolencias a las familias y seres queridos de los pasajeros y miembros de la tripulación, al considerar que no hubo sobrevivientes.

Se trata de una catástrofe, dijo a su vez el director de la aerolínea, Pierre Henri Gourgeon.

La aeronave salió de Río de Janeiro a las siete de la noche (tiempo local) con pasajeros de 32 nacionalidades, incluidos 61 franceses y 58 brasileños. A bordo estaban 90 mujeres y 126 varones, entre los cuales había siete niños y un bebé.

Autoridades de navegación aérea informaron que los pilotos ni siquiera tuvieron tiempo de enviar un mensaje de alerta o auxilio, y los controladores no pudieron determinar el punto exacto del accidente, porque el área donde supuestamente cayó no está cubierta por radares. Se encontraba, posiblemente, a 800 kilómetros de tierra firme.

Si no se captó ninguna emisión se probaría que las balizas (de socorro) fueron destruidas antes de poder funcionar, es decir, la catástrofe fue muy rápida, aseveró el director del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, encargado en su país del sistema de auxilio aéreo internacional.

El último contacto por radio del vuelo AF447 fue con el centro de control del área atlántica a las 22:33 horas de Río de Janeiro (19:33 de la ciudad de México), y ocurrió cuando la nave estaba a 565 kilómetros de Natal, localidad situada en la punta nororiental del territorio brasileño, según la fuerza aérea de ese país.

Una hora después del último contacto radial, cuando los controladores notaron que el avión no informó sobre su ingreso a espacio aéreo senegalés, Brasil activó una operación de rastreo en una zona ubicada a mil 100 kilómetros al noreste de Natal, en los límites jurisdiccionales de Brasil y Senegal para el control aéreo, al surponiente del archipiélago de Cabo Verde, punto de convergencia intertropical conocido por pilotos de aerolíneas por las fuertes turbulencias y violentas tormentas. Especialistas del Centro de Huracanes de Miami sitúan ahí el punto de origen de las tormentas y ciclones que llegan al mar Caribe, cuya temporada comenzó este lunes.

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Para la localización del Airbus la marina y la fuerza aérea de Brasil determinaron enviar a una zona cercana a las islas Fernando de Noronha cinco aviones, dos helicópteros y tres navíos, los cuales cuentan con equipos especializados para rescate.

El Ministerio de Defensa francés, que pidió la colaboración del Pentágono para buscar el aparato con medios satelitales y sistemas de escucha electrónicos, ordenó el traslado de aviones Falcon 50M Surmar, especializados en vigilancia marítima, y un Breguet Atlantique. España se sumó posteriormente a la búsqueda con un aeroplano de la Guardia Civil, el cual está equipado con radares y sistemas de detección y visión de última generación.

Al cierre de esta edición no había noticias sobre restos del avión o de sobrevivientes. Presuntamente, el Airbus se encontraba a 35 mil pies (11 mil metros) de altura en el momento del accidente y volaba a unos 800 kilómetros por hora.

El gobierno de Francia descartó secuestro o atentado, mientras expertos en temas de aviación se dieron a la tarea de explicar las causas del desastre.

Aunque Air France atribuyó primero el percance a un rayo –posteriormente anunció que esperaría la localización de la caja negra para emitir una versión definitiva–, un miembro de la junta directiva de la Asociación Internacional de Pilotos, George Fongern, puso en duda la hipótesis sobre la tormenta eléctrica.

Otras versiones señalan que el aeroplano tiene capacidad de volar sobre cualquier tormenta o rodearla, salvo que haya tomado por sorpresa a los pilotos.

La aeronave fue entregada a Air France en 2005 y utilizada por vez primera el 18 de abril de ese año; a la fecha acumulaba 18 mil 870 horas de vuelo.

En Río de Janeiro, personas ligadas con los pasajeros acudieron en la mañana a buscar información. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien estaba en El Salvador, confió en que se encontrarán sobrevivientes.

En el aparato viajaban turistas, ejecutivos de empresas, un funcionario de la alcaldía de Río de Janeiro y el príncipe Pedro Luis de Orleáns e Braganza, descendiente de Pedro II, último emperador de Brasil en el siglo XIX.

El avión era esperado a las 11:15 horas en el aeropuerto Roissy Charles de Gaulle, pero los familiares sólo encontraron la noticia del desastre y al presidente francés Nicolas Sarkozy, quien dijo que las perspectivas de hallar sobrevivientes son ínfimas.

El mandatario acudió a la terminal aérea a expresar sus condolencias a los familiares de las víctimas. El avión cayó, según el subjefe de comunicación de Air France, en una región que está realmente en medio de la nada.