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Los ministros de Ambiente y Justicia del ex presidente también enfrentan cargos

Embargan bienes a Menem y Cavallo; son procesados en Argentina por peculado

Por ahora el ex gobernante goza de inmunidad por ser legislador de la provincia de La Rioja

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Carlos Menem, ex presidente argentino, en imagen de noviembre de 1997 durante una visita a México. El ex gobernante tiene varios juicios pendientes en su país por diversos delitosFoto Archivo/La Jornada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 4 de junio de 2009, p. 21

Buenos Aires, 3 de junio. El juez federal argentino Marcelo Martínez de Giorgi embargó hoy bienes del ex presidente Carlos Menen (1989-1999) por cien millones de pesos (más de 30 millones de dólares), al igual que de su ex ministro de Economía Domingo Cavallo, en su caso por más de tres millones de dólares. Ambos son procesados por delitos de peculado mediante la utilización de fondos públicos para beneficio personal.

Se trató del cobro de sobresueldos y también fueron procesados María Julia Alzogaray, ex secretaria de Medio Ambiente, y el ex ministro de Justicia Raúl Granillo Ocampo, a quien se le amplió un procesamiento anterior, ambos están acusados de ser coautores del peculado y se les impuso también embargos de bienes. Alzogaray fue condenada recientemente a pagar dos millones de dólares por otros delitos.

Hay otros cinco acusados, pero el juez no ordenó prisión preventiva porque consideró que no existe peligro de fuga ni posibilidades de entorpecer la investigación.

En este momento, el ex presidente, a quien se vio muy envejecido en un programa mediocre de entretenimiento en días recientes, tiene inmunidad como legislador por su provincia La Rioja.

Pero hay una serie de juicios y procesamientos contra el ex mandatario, que ha logrado eludir a la justicia desde que dejó la presidencia en diciembre de 1999. Está acusado, entre otros delitos graves, de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, entre 1991 y 1995, cuando bajo su firma en un decreto secreto, junto a la de algunos de sus funcionarios, fraguaron el envío de armamento a países como Panamá y Venezuela que nunca lo habían comprado.

El 16 de octubre pasado comenzó el juicio por esta causa que ya había llevado al ex mandatario a estar detenido un corto tiempo en 2001, en medio de uno de los más grandes escándalos de su gobierno considerado como el más corrupto en la historia del país, pero el acusado no se presentó aduciendo enfermedades respiratorias. También en este caso hay importantes implicados, entre ellos directivos de Fabricaciones Militares y funcionarios muy cercanos al ex mandatario.

Se le sigue un juicio por la voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero para encubrir esa venta ilegal, que intentó simularse como un accidente y que costó la vida a casi una decena de personas y provocó una enorme destrucción en esa tranquila población de la provincia de Córdoba.

Menem fue electo el 14 de mayo de 1989 por el justicialismo, prometiendo el rescate de lo nacional, la industrialización y el salariazo.

Asumió por adelantado en julio de ese año después que el ex presidente Raúl Alfonsin, recientemente fallecido, dejó el gobierno anticipadamente ante la delicada situación económica y social que se comprobó fue alentada por una guerra sucia con conflictos y asaltos a supermercados e intentos de golpes militares.

Ya en la presidencia Menem dejó atrás sus compromisos electorales e impuso un brutal programa de ajustes neoliberales impuestos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, lo que significó la venta de todas las empresas estatales, el desguace del estado y las desregulaciones que destruyeron todas las conquistas laborales y sociales.

De aquella venta de las empresas, muchas de ellas rematadas, nadie sabe adonde fueron a parar los más de 30 mil millones de dólares, en el mayor vaciamiento del país.

Esto fue el origen de la más grande crisis económica y social que haya vivido Argentina con el estallido de diciembre de 2001.

Menem privatizó la petrolera YPF, Aerolíneas Argentinas, ENTEL (teléfonos), gas del Estado, la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, Obras Sanitarias, los aeropuertos, correo, energía eléctrica, la seguridad social, dos plantas siderúrgicas, el Mercado de Hacienda, las radios, los canales de televisión, carreteras, puertos, ferrocarriles. Nada quedó en pie.

Entre 1989 y 1990 indultó a los máximos culpables de la última dictadura militar, muchos de ellos condenados en los históricos juicios de 1985.

Durante su gobierno mantuvo lo que su entonces canciller Guido Di Tella llamó relaciones camales con Estados Unidos y por este amparo sobrevivió a una serie de escándalos que comenzaron a aparecer públicamente desde los años 90, entre ellos los de los sobornos pagados por empresas extranjeras para ser favorecidas en la venta de la estatales argentinas.

Para eludir la justicia Menem logró la sanción de una ley para aumentar de cuatro a nueve los miembros de la Corte Suprema de Justicia y los nuevos magistrados fueron designados por mecanismos duramente cuestionados constituyendo una mayoría automática y corrompiendo a la justicia en general.

También está acusado de encubrir a los responsables del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, juicio en que también se negó a declarar. En 1992 el gobierno argentino renunció a la inmunidad soberana y ratificó la jurisdicción de los tribunales de Nueva York para los contratos vinculados a la deuda externa. Un año después emitió 25 mil millones de dólares en bonos. Esto posibilitó a los bancos acreedores a desembarazarse de los créditos incobrables.

La lista de hechos sumaría varios libros, pero con el dólar uno a uno establecido por Cavallo, se produjo la desindustrialización más brutal que haya conocido un país sin haber vivido una guerra. Miles de fábricas cerraron y el desempleo, la pobreza, el atraso cultural cayeron sobre uno de los países más importante de América Latina. Por eso organizaciones políticas y sociales estiman que el ex presidente y sus ministros deben ser juzgados por las consecuencias criminales que tuvo ese gobierno sobre el país.