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La revista, que será presentada hoy, hace un extenso recorrido por la vida y obra del artista

Festeja Luna Córnea a Gabriel Figueroa en su 102 aniversario

Es figura emblemática de una fábrica de sueños, que ofreció a varias generaciones entretenimiento y educación sentimental, comenta Alfonso Morales Carrillo, a cargo de la investigación y edición

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En la gráfica (incluida en la edición), Pedro Armendáriz en el papel de Felipe, y María Félix, como Gabriela, en un still de la película La Escondida (Roberto Gavaldón, 1955). La escena fue filmada en un set de los estudios ChurubuscoFoto Ángel Corona Villa/ Colección Fundación Televisa
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Pedro Infante en un fotograma de la película Islas Marías (Emilio Fernández, 1950), en la que interpreta a Felipe. Imagen procesada digitalmente e impresa por Gabriel Figueroa FloresFoto Archivo Gabriel Figueroa
 
Periódico La Jornada
Sábado 6 de junio de 2009, p. 8

Este año se están cumpliendo 102 del nacimiento de Gabriel Figueroa Mateos, el más afamado cinefotógrafo mexicano del siglo XX. La revista Luna Córnea recuerda la efeméride y en su número más reciente, el 32, realiza un extenso viaje por el universo iconográfico del artista, quizás la incursión documental más profunda que se haya hecho sobre su vida y obra.

El volumen, de más de 600 páginas, es realmente de colección. Tiene como base e hilo conductor la investigación y curaduría que sustentó la exposición retrospectiva Gabriel Figueroa. Travesías de una mirada, que se llevó a cabo en el Palacio de Bellas Artes en 2007, en ocasión del centenario natal (24 de abril) del fotógrafo, auspiciada por la Fundación Televisa, con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

El exhaustivo trabajo de investigación y edición estuvo a cargo de Alfonso Morales Carrillo, director de Luna Córnea, quien explicó que en primera instancia se propuso trasladar a su formato editorial los temas, tesis, imágenes y documentos que conformaron la exposición.

Más que un libro-catálogo

Por eso, aclaró Morales, este número “es mucho más que el libro-catálogo de la exposición que se presentó en el Palacio de Bellas Artes.

De la muestra sólo habrán de extrañarse las ediciones videográficas de momentos fílmicos que permitían apreciar la cinefotografía de Figueroa, así fuera de manera fragmentaria, en el ámbito al que estuvo originalmente destinada la proyección, en pantalla grande, de relatos compuestos por imágenes en movimiento.

La mirada de Gabriel Figueroa “recorre más de medio siglo en las historias entreveradas, imposibles de separar, de la fotografía y la cinematografía mexicanas de la pasada centuria.

“En la prolífica trayectoria que siguió como creador de imágenes, fue retratista de estudio, reportero gráfico, fotógrafo publicitario, stillman, iluminador, camarógrafo y figura emblemática de una fábrica de sueños que ofreció a varias generaciones de espectadores entretenimiento y educación sentimental.”

Así, Luna Córnea da noticia “de la variedad de géneros que Figueroa frecuentó con el ojo de su cámara: comedias, tragicomedias, melodramas, epopeyas históricas, adaptaciones de novelas y telenovelas, cintas que reforzaron la conciencia nacionalista o que evidenciaron la fatiga del canon que tuvo en los cielos, paisajes y rostros retratados por el fotógrafo de María Candelaria y Río Escondido, algunas de sus expresiones más sublimes”.

Entre los cientos (¿acaso miles?) de imágenes de que dispuso Alfonso Morales, se intuye que la pura elección de la fotografía para la portada debió ser increíblemente difícil. Al final, el editor optó por una que corresponde a la grabación de la película Corazón salvaje, dirigida por Tito Davison en 1967, basada en la novela Juan del Diablo, de Caridad Bravo Adams, y que también inspiró una exitosa telenovela.

La foto, tomada en una locación de Jamaica, muestra a Gabriel Figueroa en la rivera de un río, con el agua hasta la cintura, filmando a la actriz Tere Velázquez, quien camina también entre el agua. A un lado, entre el follaje, se ve al operador de cámara Manuel Santaella.

Cada espacio de esta entrega de Luna Córnea está aprovechado al máximo. En la segunda de forros y la solapa correspondiente se despliegan fotos con aspectos de lo que fue la exposición en Bellas Artes. En la tercera y cuarta de forros se cuenta el singular caso de la película Rosa Blanca (1961), dirigida por Roberto Gavaldón, basada en un relato de B. Traven, y la que aparecía semidesnuda Christiane Martel, ex Miss Universo y esposa de Miguel Alemán Velasco, hijo del expresidente Miguel Alemán Valdés y ex gobernador de Veracruz.

La cinta trata de un despojo y un crimen “motivados por las irrefrenables ambiciones de una compañía petrolera estadunidense.

Ubicada en los años 1937-1938, relata la destrucción del mundo edénico de Jacinto Yáñez y su familia, luego de que se negaran a vender a la Cóndor Oil Company los terrenos de Rosa Blanca, finca veracruzana dotada de recursos petroleros.

En represalia a su negativa, Jacinto es asesinado, hecho que desata protestas de la comunidad, mismas que coinciden con la movilización social que se derivó de la expropiación petrolera llevada a cabo por Lázaro Cárdenas.

La película fue censurada y estuvo enlatada 11 años. Fue desenlatada en 1972, como una muestra de la supuesta apertura del gobierno de Luis Echeverría Álvarez.

Las razones de la censura nunca fueron aclaradas, aunque circularon diferentes hipótesis, mismas que menciona el texto de referencia.

Con la calidad de diseño e impresión que caracteriza a Luna Córnea, se reproducen cientos de fotos y fotogramas, de Gabriel Figueroa, tomadas por él o alusivas a su trabajo. Desde las más conocidas y reconocibles hasta las menos conocidas, inusuales. Una compilación jamás reunida, imágenes impecablemente distribuidas y organizadas a lo largo del volumen.

El número no se agota en las imágenes. Lo enriquecen una serie de ensayos de distintos autores y autoras que abordan los aspectos más variados del trabajo de Gabriel Figueroa. Está dividido en veinte apartados temáticos: Candilejas, Rancho Grande, La Bola, La Generala, Murales ambulantes, El Indio, Metrópoli, Barrio bajo, Noche, Solaz y esparcimiento, Buñuel, “Álvarez Bravo, stillman”, Pantalla chica, Nueva ola, Amor, amor, Pléyade, Apariciones, Breve narración, Pruebas de luz y Personajes frente al mar.

Varios de estos apartados, a su vez, están divididos.

Entre otros autores, Elisa Lozano se ocupa en su texto de Figueroa antes de Figueroa, en el que afirma que “antes de ser rutilante estrella del firmamento cinematográfico, Gabriel Figueroa Mateos dedicó algunos años de su vida profesional a la realización de retratos promocionales de estrellas, a la fotografía fija de cine (still) y a la fotografía publicitaria. Una etapa poco abordada –según comprueba la revisión historiográfica–, pero fundamental en la formación del cinefotógrafo más laureado de México”.

Eduardo de la Vega Alfaro escribió para Luna Córnea el texto “Gabriel Figueroa, stillman o la génesis de una estética”, título bastante explícito sobre el aspecto que aborda de manera meticulosa.

Una de las curiosidades que ofrece este número es la reproducción facsimilar del original de El dolor de vivir, escaleta en seis cuartillas de un bizarro proyecto escrito por Carlos Fuentes, José Luis Cuevas y Carlos Monsiváis especialmente para Luis Buñuel. Hecha probablemente a principios de los años 70, fue encontrada en algunos papeles sueltos del archivo de Figueroa, durante la investigación para la muestra Gabriel Figueroa. Cinefotógrafo.

Es la letra de mi máquina de escribir, dijo Carlos Monsiváis cuando Alfonso Morales puso en sus manos una copia fotostática del texto: “Me contó de las dos o tres reuniones informales que Fuentes, Cuevas, Figueroa, Buñuel y él mismo tuvieron en casa del cineasta aragonés (...)

De la charla con Monsiváis, Morales dedujo que aquello que se había iniciado como un divertimento de sobremesa evolucionó hasta la escritura, a cargo de Monsiváis, de un guión aún más desarrollado que la escaleta de la seis cuartillas.

Imposible glosar aquí todos los textos incluidos en este número de la revista, pero por el tema del que se ocupa merece atención el de Douglas J. Weatherford, Gabriel Figueroa y Juan Rulfo, en el que aborda la relación entre el fotógrafo y el escritor; establece sus afinidades y contrasta sus diferencias.

No tiene desperdicio esta entrega de Luna Córnea. Lo dicho: de colección.

La presentación será hoy sábado en el Centro de la Imagen, Plaza de la Ciudadela 2, colonia Centro, a las 18 horas. Teléfono: 1450-3705/ 06.