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Despenalizar el consumo de drogas, plantean funcionarios

Es imposible terminar con el narcotráfico, afirma la ONU

El problema se ha agravado en años recientes, señalan los expertos

Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 6 de junio de 2009, p. 11

Madrid, 5 de junio. El fenómeno del narcotráfico en México ha empeorado en años recientes debido a la cartelización del país, que ha provocado que alrededor del 90 por ciento de la cocaína que ingresa en Estados Unidos y Canadá sea a través de nuestra frontera, según explicaron tres altos funcionarios de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Incluso reconocieron que es imposible acabar con el problema del narcotráfico y el crimen organizado, pero sí reducirlo, para lo que será determinante una buena estrategia pública y el compromiso de la sociedad civil.

Francis Maertens, director de operaciones de UNODC en Viena, presentó en Madrid el plan que pretende llevar a cabo la ONU, en colaboración de los países de la región, para luchar contra el tráfico de drogas. En un acto organizado por la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE), los funcionarios de la ONU reconocieron que el fenómeno del crimen organizado vinculado al tráfico de drogas se extiende por todo el planeta; de América del Sur al Asia central, pero también hasta los países del África occidental, donde está surgiendo un notable incremento del consumo y la venta de cocaína.

Los datos oficiales de la UNODC –un organismo con información privilegiada– muestran el aumento del poder de distribución y de intimidación de los cárteles de la droga: la región andina produce alrededor de mil toneladas de cocaína al año, de las cuales 450 entran a Estados Unidos y Canadá a través de México y Centroamérica, mientras que unas 250 son introducidas a Europa de forma clandestina, y el resto es lo que se consume en los países productores o es incautada.

La UNODC también ha detectado un aumento sensible en la colaboración entre los grupos del crimen organizado a escala internacional, en concreto citó el caso del reciente hallazgo del nexo del cártel del Golfo, de México, con la Ndrangheta italiana (una organización de códigos deliencuenciales, similar a la Cosa Nostra o la Camorra).

Tras ser cuestionado sobre la eficiencia de la estrategia del presidente de México, Felipe Calderón, y de hechos recientes como la fuga masiva de presos o la supuesta vinculación de altos funcionarios del Estado con el crimen organizado, Maertens señaló: “Para nosotros México no es un Estado débil. Un Estado débil es donde no hay instituciones que funcionen, y en México las instituciones funcionan. Hay problemas, sin duda, con los cárteles de la droga y hay muchos casos de corrupción asociados con algunos policías y demás, pero las instituciones son fuertes. En el caso de México, no es una sorpresa que el Presidente necesite soldados para apoyar la lucha contra el narcotráfico, pero también se ha hecho en otros países y con éxito. México no es un país en el que las instituciones son frágiles”.

José Manuel Martínez, representante de UNODC en México, Centroamérica y el Caribe, explicó que “si la policía federal y estatal estuviesen bien entrenadas y equipadas no haría falta la presencia del Ejército, pero además el armamento de que disponen los narcos es infinitamente superior al que tienen muchas policías municipales, federales y estatales”.

Martínez fue más allá al reconocer la complejidad de resolver el fenómeno del narcotráfico: Sin abundar en el tema de si los demás (en alusión a los gobiernos anteriores) hicieron lo que debían o no, sí se ha entrado tarde (a la lucha contra el narcotráfico). El origen está en parte en la pobreza, las desigualdades sociales, pero es importante que el gobierno ya reconoce que se ha llegado a un nivel preocupante de delincuencia y de consumo, pero no creo que estemos en un punto sin retorno. Acabar con el problema es imposible, pero sí reducirlo y eso se está intentando. La crisis financiera a escala mundial complica aún más estos factores, además de que la corrupción es transversal. La corrupción es una lacra y mientras exista aumentan las facilidades que puedan tener los narcotraficantes para corromper a las autoridades, con lo que el efecto es tremendo.

Precisamente una de las herramientas que defiende la UNODC para esta lucha es el recién creado Pacto de Santo Domingo, piedra angular de un plan que pretende crear una red de expertos que compartan información de cada uno de los afectados por el narcotráfico de la región. Los funcionarios de la ONU también insistieron en que más que legalizar las drogas, lo que hay que promover es la despenalización del consumo, puesto que es fundamental empezar a entender la drogodependencia como una enfermedad.

Finalmente, los funcionarios de la ONU defendieron la acción del Ejército Mexicano para combatir al crimen organizado, puesto que en otros países lo han hecho y ha salido bien, si bien añadieron que es vital vigilar el respeto de los derechos humanos.