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El Museo de la Ciudad de México ofrecerá desde mañana una disección del mural del SME

Evoca Retrato de la burguesía la necesidad del arte contestatario

Las expresiones artísticas sobre política están dormidas en México, asegura el curador César Sánchez

Es terrible que los creadores no hagan cosas a la altura de su época, lamenta

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La idea de realizar una pintura en los muros del SME surgió luego de la huelga histórica de 1936. Siqueiros dirigió los trabajos y plasmó temas como la guerra y el fascismoFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de junio de 2009, p. 6

Una forma de promover el arte político, tan necesario ante el panorama que se vive hoy día en el país, es hacer historia en torno a él, considera César Sánchez, coordinador del archivo histórico del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y curador de la exposición Retrato de la burguesía: disección de un mural, que se presentará a partir del 16 de junio en el Museo de la Ciudad de México.

La muestra está conformada por más de 185 documentos (entre fotografías, material hemerográfico, videos, pinturas y carteles) que describen el origen e importancia del mural Retrato de la burguesía, que hace siete décadas se pintó en la antigua sede del SME, ubicada en el número 45 de la calle Alfonso Caso, en la colonia Tabacalera.

Si bien la obra salió del pincel de varios muralistas mexicanos y exiliados españoles, el espíritu rector del proyecto lo aportó David Alfaro Siqueiros, artista emblemático de la época en que la actividad política y la lucha social iban de la mano con la creación plástica.

Hay que sacar al muralismo del clóset, hacer que los jóvenes artistas vean lo que hace 70 años hacían personas como ellos, porque esos pintores eran chavos; Siqueiros era el más veterano, pero tenía apenas 40 años, los demás eran de 28 o 30 años, explica Sánchez en entrevista con La Jornada.

Agrega que el mural representa “el imperialismo militarizado y la burguesía que existen a costa de la mano de obra de la clase trabajadora; esto aún se entrecruza con nuestra época, es terrible que suceda en la actualidad y que los creadores estén haciendo cosas que no están a la altura de su época.

Respeto a quienes hacen con sus obras especulaciones sicológicas, filosóficas o poéticas, pero creo que es importante que mediante proyectos como éste sepamos que existe una corriente del arte que estamos descuidando y que tenemos que llevar al lugar que le compete, sobre todo ante lo que estamos viviendo hoy día.

La obra se encuentra en estado impecable, toda vez que el sindicato ha sido muy escrupuloso en su mantenimiento, siempre asesorado por el Instituto Nacional de Bellas Artes.

La idea de realizar una pintura en los muros del SME surgió luego de la huelga histórica de 1936, encabezada por el entonces secretario general Francisco Breña Alvírez. Siqueiros se apuntó para dirigir los trabajos con el objetivo de plasmar temas como la guerra y el fascismo en un área de unos 100 metros cuadrados, en el cubo de la escalera principal del inmueble construido por los arquitectos Enrique Yáñez y Ricardo Rivas, de estilo funcionalista.

“El arte en México, a nivel político, está o lo tienen dormido, porque de otro modo sería el símbolo de la lucha, de la crítica. Por eso es importante para el SME conservar el mural Retrato de la burguesía. Apenas hace año y medio se restauró, porque estamos conscientes de que se trata de un estandarte contestatario muy vigente.

Por eso, la exposición que preparamos mostrará al público que la obra es muy actual; presenta los contrastes entre dos épocas, pero también lo poco que han cambiado algunas cosas. En su tiempo fue muy criticado, porque en esos años Siqueiros era stalinista, añade el curador.

El mural muestra a un demagogo, que lo mismo seduce con una flor que amenaza con un arma o dirige a la multitud hacia el Templo de la Burguesía en llamas. En otra parte, los iniciativos privados resguardan, como siempre, el dinero, mientras el águila imperial domina la escena central.

También aparece un guerrillero, símbolo de la revolución, y los muertos y la destrucción causados por la guerra yacen a los pies de los militares, quienes también cuidan el dinero. Una absurda máquina-templo, que convierte la sangre de los obreros en dinero, es objeto de culto de la burguesía. En el subsuelo hay una maquinaria que alimenta todo este sistema, cuya representación es la crítica de Siqueiros a la tecnología por la tecnología misma, la aplicación de la ciencia sin ética y sin sustento social. En el techo están representadas nuevas formas de energía; en lo alto, la bandera del SME ondea en la torre mayor, y la esperanza de una industria emergente en progreso.

La exposición mostrará diversos materiales documentales de la huelga de 1936 de los electricistas, pero también de la Guerra Civil Española; del inicio de la revista Lux, del SME; de la participación de artistas como Antonio Pujol y Luis Arenal en la elaboración de la obra; del exilio en México, así como diversos bocetos del mural.

Los materiales provienen de una veintena de archivos nacionales y españoles, recopilados durante una investigación que duró un par de años. La cita es en el Museo de la Ciudad de México, Pino Suárez 30, Centro Histórico. La exposición permanecerá abierta hasta finales de agosto y después itinerará por el país y España.