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Si fuera débil hubiera caído: Álvaro Colom

Los sediciosos pagarán, advierte el presidente de Guatemala; anuncia verdadera reforma fiscal

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Imagen del mandatario guatemalteco proporcionada por la casa presidencial del país centroamericano
Enviada
Periódico La Jornada
Sábado 20 de junio de 2009, p. 36

Guatemala, 19 de junio. El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, considera que haber superado la crisis política que cimbró el país hace siete semanas lo fortaleció. Si fuera un presidente débil hubiera caído. El mismo lunes. El asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg fue el domingo 10 de mayo. El lunes 11, durante el sepelio, se distribuyó el video donde la víctima responsabiliza al mandatario de su muerte. El testimonio póstumo lanzó a miles a las plazas públicas exigiendo la renuncia del titular del Ejecutivo.

La gente humilde me apoyó. Los alcaldes del interior me apoyaron. Las instancias internacionales me dieron su respaldo. No voy a caer. Soy fuerte.

Habla con La Jornada acomodado en un sofá, con tono calmado, que contrasta con sus afirmaciones, que pueden ser tronantes: a esto se le llama sedición. Y los sediciosos van a pagar. Pagan porque pagan.

–¿Y quiénes son los sediciosos? –se le pregunta.

–Nombres y apellidos... es difícil decirlo. Pero el video lo produjeron los golpistas y vamos a averiguar quiénes son. Ya los traidores de ellos empiezan a hablar, se empiezan a echar la culpa unos a otros.

Según Colom, esta crisis tiene que resultar en que nunca más la mentira y la injuria vuelvan a poner en peligro la democracia. La ley tiene que ser implacable contra quienes la orquestaron. No contra los inocentes que reaccionaron ante la tragedia de un asesinato, sino quienes detrás de una tragedia se aprovecharon y quisieron dar un golpe.

Sentencia: estas semanas conocí quiénes son mis amigos, quiénes son demócratas y quiénes no lo son. En esto no va a funcionar mi hígado, sino la inteligencia.

En ese momento el secretario de la presidencia, Gustavo Alejos, atraviesa la salita de las oficinas particulares donde despacha cuando no está en la Casa Presidencial. Colom eleva ligeramente el volumen de su voz nasal: Mi equipo me critica porque lo digo en público. Pero yo lo siento y creo que es así. Aquí hay gente que se aprovechó de los Musa (el empresario Khalil y su hija Marjorie, asesinados semanas antes) y de Rosenberg, que fue un inocente, para quitar a un presidente que les estorba para sus negocios sucios.

Mafias desconectadas

–¿Cuándo empezó a percibir usted que había intenciones de hacerlo caer?

–Desde agosto del año pasado. Es una reacción porque hemos desconectado a todas las mafias de la seguridad. Y eso les da intranquilidad porque pierden dinero.

–¿Por qué dice agosto?

–Porque desde entonces he cambiado a tres cúpulas militares. En un año destituí a 17 comisarios de la Policía Nacional Civil (PNC) de un total de 47. Fueron dados de baja mil 403 miembros. Todos éstos debieron haber estado en el parque protestando contra mí, junto a muchos inocentes que, estoy claro, estaban en su derecho de expresar sus reclamos.

–¿Cual fue la razón de esas depuraciones en la policía?

–Era una asignatura pendiente desde que terminó la guerra, en 1996. Nadie se atrevió a hacerlo. El ex presidente Álvaro Arzú (actual alcalde de la capital), que firmó la paz, sí logró bajar la delincuencia. Luego fue otra historia. El ex presidente Oscar Berger redujo el ejército a cantidades irrisorias, especialmente en áreas donde opera el narcotráfico. Y estamos pagando las consecuencias.

–Algunos analistas dicen que ese vacío que dejó el ejército en la zona fronteriza y el Petén lo llenaron los cárteles mexicanos.

–Mexicanos y guatemaltecos, para ser sinceros. Y se les permitió.

–¿Superó el momento de riesgo de su gobierno?

–Enfrentamos una tranquilidad tensa. Afloraron problemas del país reales; los pobres, los ricos, la historia, el racismo real que existe. Pero yo no me voy a ir antes del 14 de enero de 2014. Le guste a quien le guste y le moleste a quien le moleste. Pero de que transformo al país... lo transformo.

–¿Basta la voluntad? Hay quienes describen su presidencia como débil.

–Guatemala tiene un problema estructural de debilidad política. Es un país débil institucionalmente porque tiene 9 por ciento de recaudación fiscal. Y yo voy a elevar el cobro de impuestos hasta llegar a 18 por ciento. Lo voy a hacer y le va a doler a mucha gente. Esta crisis va a provocar una verdadera reforma fiscal.

–¿En qué va a consistir?

–Que los que tengan más paguen mas. El ex presidente Vinicio Cerezo supo lo que significa intentar meter la reforma fiscal en Guatemala. Casi cae. Pero no cayó. Y Colom no va a caer. Y va a meter la reforma fiscal.

–Pero usted, presidente, no tiene una correlación de fuerzas favorable en el Congreso.

–Esta crisis me la dio. Porque los conspiradores mostraron un gran desprecio por el poder político. Creyeron que con dinero podrían comprar políticos. Ya no son los tiempos en que los partidos se compraban, ahora es tiempo de conciliar con ellos. Si hay crisis en el sistema de partidos, fue trabajo de los golpistas. Y sólo repito lo que dije desde el principio. Si me lo piden mis amigos, renuncio, pero si me lo piden mis enemigos, entonces no.

Un montón de perdedores

–¿Son sus enemigos quienes exigen su renuncia?

–Un montón de candidatos perdedores.

–¿Se refiere al candidato que contendió con usted por la presidencia, el general Otto Pérez?

–No sólo él. Hubo otros perdedores que se sumaron. En todo ha habido una carga emocional fuertísima. Khalil Musa era un empresario con más de 40 años en la dirigencia de la iniciativa privada y su asesinato pegó muy fuerte. Eso fue utilizado de manera oportunista por quienes me acusaron. Se equivocaron, no se pueden hacer acusaciones así sin pruebas. Llevamos un mes y no han encontrado nada que me inculpe. A Musa yo lo conocí en los años 70, 80, era un hombre carismático, líder interno del sector privado muy fuerte, un buen tipo.

–¿Es verdad que su gobierno lo invitó a sumarse al Banrural?

–Lo hicimos de buena fe.

–¿Por qué retiraron entonces la invitación a su incorporación?

–No fuimos nosotros. Simplemente no se dio. Hubo un almuerzo muy duro entre él y los cooperativistas. Y lo entiendo como una competencia comercial, la voluntad del gobierno era hacer equilibrio. En este caso particular no funcionó. Pero el problema por su nombramiento no fue en Banrural. El problema fue en Anacafé, ahí sí había un enfrentamiento entre los pequeños y los grandes productores. Me llama la atención que jamás se menciona esto.

–Fue necesario, para investigar el crimen, que un organismo de Naciones Unidas se hiciera cargo. Y para empezar, el director de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Carlos Castresana, le pidió plena autonomía e independencia.

–Y se ha cumplido.

–¿Qué información tiene usted sobre el caso?

–No quiero tener ninguna. Yo lo que quiero es que la verdad salga. Tradicionalmente se busca la cartera donde hay luz y no donde se perdió. Yo creo que el doctor Castresana es una garantía para nosotros. Confío en que su investigación va a ser imparcial.