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Las 60 hectáreas del municipio de Zumpango de Neri habían sido declaradas reserva ecológica

Desalojan a 350 invasores de un predio en Guerrero; 5 lesionados

Ocupantes se enfrentan con comuneros, quienes con apoyo de una retroexcavadora destruyen 15 casas

Foto
Aspecto del predio Tepetlayo, del municipio de Zumpango de Neri, Guerrero, luego del desalojo. Con piedras y palos los precaristas se enfrentaron con los comuneros, quienes se apoyaron con una máquina retroexcavadora y quemaron las casas de maderaFoto Lenin Ocampo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 21 de junio de 2009, p. 27

Chilpancingo, Gro., 20 de junio. Unos 500 habitantes y ejidatarios del municipio de Zumpango de Neri, ubicado en la zona centro de la entidad, desalojaron a 350 personas que hace cuatro meses invadieron 60 hectáreas del predio Tepetlayo, considerado por el ayuntamiento como reserva ecológica. Cinco personas resultaron heridas, entre ellas una mujer y un reportero gráfico, y al menos siete viviendas de madera fueron incendiadas y ocho destruidas.

Desde las 9:15 horas, unos 500 comuneros y habitantes de Zumpango bloquearon la carretera federal Chilpancingo-Iguala, cerca del predio en disputa, a unos seis kilómetros de la capital, y exigieron que las 350 familias abandonaran las tierras comunales, lo que provocó que se formaran largas filas de vehículos en ambos sentidos.

Al lugar arribó el alcalde de Zumpango, Modesto Pérez Leyva, junto con unos 30 policías municipales y estatales, con objetivo de llegar a un acuerdo con los comuneros y precaristas, a quienes se propuso realizar una reunión el próximo martes para encontrar una salida negociada, lo cual fue rechazado por los líderes de los colonos.

Antes de retirarse, Pérez Leyva les advirtió que al invadir esas tierras violaban la ley porque los bienes comunales las declararon reserva ecológica y este asunto se disputaba legalmente, y por tanto la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Procuraduría General de la República habrán de actuar en consecuencia.

Raúl Rosales Bacilio, presidente de bienes comunales de Zumpango, informó que el predio es de uso común; hace 17 años hubo una primera invasión y el cabildo acordó en esa ocasión no otorgar ningún servicio; tenemos conocimiento de que pretendían construir una súper colonia de lujo, pero lo impedimos a tiempo, dijo.

El comerciante Rodolfo Rendón Leyva explicó que hace años el municipio propuso construir un parque ecológico; a los invasores les presentamos la constancia del acuerdo tomado por el cabildo, e incluso ya se gestionaban los recursos federales y estatales para que el turismo local y nacional lo visitara; además en esta zona se encuentra un resumidero de donde llega parte del agua con que cuenta el municipio.

Los invasores, dijo, están encabezados por Luis Ortiz Donato, del municipio de Cruz Grande, en la Costa Chica, pero la mayoría son gente que nadie conoce, pues provienen de Chilpancingo, Tixtla, Chichihualco y algunos de Zumpango de Neri.

Dijo que de las 9:30 horas y hasta después del mediodía, en que duró el bloqueo a la carretera federal, se integró una comisión encabezada por el presidente municipal Pérez Leyva, el presidente de bienes comunales Rosales Bacilio y ciudadanos, pero se negaron a dialogar, y bueno, finalmente la gente de Zumpango optó por el desalojo y se trajo una máquina retroexcavadora, pero ellos se nos fueron a pedradas.

Los comuneros levantaron un cerco con barras de concreto alrededor del predio y en respuesta los invasores utilizaron sus vehículos para tratar de derribar los muros, sin conseguirlo, pues los primeros cavaron una zanja delante del cerco.

Los invasores se atrincheraron en el acceso de rejas del asentamiento irregular. Luego lanzaron piedras y palos sobre los comuneros, quienes también respondieron y devino la trifulca por varios minutos.

Durante el forcejeo fue golpeado Teodomiro Ortega de la Cruz, reportero gráfico de los diarios locales La Crónica y Ecos de Guerrero, quien al tratar de obtener fotos le arrebataron su cámara y la lanzaron a una barranca.

Minutos después arribaron refuerzos de Zumpango y con una retroexcavadora entraron al predio y comenzaron a derribar y a prender fuego a las viviendas de madera, apoyados por ciudadanos que rociaron gasolina sobre las casas.