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Ser escritor en la ciudad de México es un tesoro y un desafío, dijo el poeta

José Emilio Pacheco recibió la Medalla 1808 que otorga el Gobierno del DF

Cada vez que te leemos nos llenas de optimismo y cariño por nuestra urbe: Marcelo Ebrard

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José Emilio Pacheco, ayer, al recibir la Medalla 1808 de manos del jefe de Gobierno del DF, Marcelo EbrardFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de junio de 2009, p. 6

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, otorgó ayer al escritor José Emilio Pacheco la Medalla 1808, creada en recuerdo del Ayuntamiento donde se debatió por primera vez en la Nueva España el tema de la soberanía nacional.

Al recibirla, el poeta señaló: para bien o para mal soy un producto de esta ciudad. Todo lo que he hecho y he dejado de hacer es consecuencia de ello. La ciudad de México fue mi cuna, es mi casa y será mi sepulcro. Estoy unido a ella por un lazo indisoluble.

Advirtió que ser habitante de la ciudad de México es un calvario, y ser escritor, en cambio, es un tesoro y un desafío.

El autor de El viento distante y otros relatos, Morirás lejos, El principio del placer y Las batallas en el desierto, entre otras obras, comentó que su humilde aporte a esta ciudad es hacer su trabajo lo mejor que puede, a sabiendas de que, lo quiera o no, será un testimonio oblicuo o directo de cuanto nos ocurre.

José Emilio reconoció el apoyo que le ha brindado su esposa, la también escritora y periodista Cristina Pacheco, quien en su opinión merece mucho más que él esta medalla, “porque nadie como ella ha documentado en prosa, en diálogos y en imágenes lo que han sido los pasados 30 años de la vida de esta ciudad.

Ella le ha dado voz a los que forman el coro de esta ciudad sin límites ni fronteras, resumió el escritor, entre de aplausos de los asistentes a Cristina Pacheco.

Propuesta que minutos después haría suya el mandatario capitalino. Es muy atendible, la ciudad sabrá tomar nota. Ya se votó con aplausos, fue arrollador, y es cierto, nadie como tú conoce mejor a la ciudad de México, manifestó dirigiéndose a la escritora, quien se encontraba sentada en la primera fila.

Críticos punzantes del poder

En su oportunidad, el gobernante capitalino se refirió a José Emilio Pacheco como un orgullo para esta capital, y lo responsabilizó de la adicción a la ciudad de México que se ha venido generando en todos los que aquí vivimos; eres parte de esa corriente, esa vivencia que nos hace ser adictos y gozosos en nuestra ciudad, con todo lo que tenemos, con todos los gobiernos federales que van y vienen, y aquí viven, de todas maneras cada vez que te leemos nos llenas de optimismo y cariño por nuestra ciudad.

Por su parte, el coordinador de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, Enrique Márquez, advirtió que las metrópolis casi no premian a sus poetas, porque a veces ellos, seres inescrutables o escurridizos, no sólo desconfían de los premios, sino de contar con los méritos de una obra. Las ciudades casi no premian a sus poetas, porque ellos, a la hora de escribir sus inventarios, suelen ser los críticos más punzantes del poder y de su tiempo.

Por lo que señaló que entregar la Medalla 1808 al poeta José Emilio Pacheco, es un día especial para el gobierno de la ciudad, de esta ciudad abierta y libertaria, donde germinan toda suerte de vanguardias y en la que existen mil y una razones para creer en ella.