El presidente Manuel Zelaya, secuestrado por un comando militar el domingo pasado y expulsado de Honduras, declaró ayer que planea regresar a su país este fin de semana.

Zelaya llegó a Panamá para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente Ricardo Martinelli, acompañado por el canciller venezolano Nicolás Maduro, mientras avanzan las 72 horas de plazo dadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) para que sea restituido en el poder y crece la presión de la comunidad internacional contra el gobierno de facto que lo sustituyó.

A partir de hoy, primero de julio, unánimemente todos los países (de la OEA) han pedido que se les dé 72 horas en cuenta regresiva con el fin de iniciar un proceso para mi retorno a Honduras, dijo Zelaya refiriéndose a las autoridades ungidas tras el golpe de Estado.

Voy a respetar lo designado por la OEA, agregó. En este sentido el retorno a Honduras será programado para el fin de semana.

Todos los países lo han solicitado con el fin de hacer un retorno ordenado y apoyado, expresó Zelaya, quien habló con la prensa en el centro de convenciones Atlapa de la capital de Panamá, donde se desarrollan los actos del cambio de mando presidencial.

Por su parte, Maduro pronosticó que habrá una solución concreta a la crisis en Honduras, país que bajo el mando de Zelaya –que provenía de las filas de un partido de derecha– se convirtió en aliado de Venezuela en la Alianza Bolivariana para las Américas, impulsada por el presidente Hugo Chávez.