Economía
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No se pronunciaron sobre la demanda del G-5 de ejercer mayor representatividad

Se comprometen potencias económicas a abstenerse de devaluar sus monedas

En la declaración conjunta garantizan que apoyarán a los países en desarrollo a resistir la crisis

Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 10 de julio de 2009, p. 25

L’aquila, Italia, 9 de julio. La reunión entre los líderes de las ocho potencias del mundo y el Grupo de los 5 terminó con una declaración de buenas intenciones en la que el Grupo de los 8 se compromete a apoyar a los países en desarrollo a resistir el impacto de la crisis económica.

En la declaración conjunta denominada Promoviendo la agenda global, los mandatarios de 15 países –ya que a la plática se sumaron Egipto y Suecia– se declararon optimistas y anunciaron que comenzarán a preparar estrategias de salida de las medidas extraordinarias adoptadas para hacer frente a la crisis económica. Para ello dijeron que debe estar asegurada y garantizada la sustentabilidad fiscal y monetaria de sus economías a mediano plazo.

Nos abtendremos de devaluaciones de nuestras monedas y promoveremos un sistema monetario internacional estable y con buen funcionamiento, expresaron.

No hicieron pronunciamiento alguno sobre las demandas del Grupo de los 5, integrado por México, China, Sudáfrica, Brasil y la India, en torno a que los países en desarrollo estén mejor representados en diversos organismos internacionales. Se limitaron a señalar que están comprometidos en avanzar en los procesos de reforma de las organizaciones internacionales, incluida la Organización de Naciones Unidas (ONU), para reflejar la realidad y desafíos contemporáneos, ampliando de este modo su relevancia, legitimidad y eficiencia.

Coincidieron con la postura planteada un día antes por el G-5 de abstenerse de adoptar medidas comerciales proteccionistas.

Manifestaron así su compromiso de buscar una conclusión ambiciosa y equilibrada de la Ronda de Doha en 2010.

Los líderes, entre los que se encontraban de un lado Barack Obama, de Estados Unidos; Gordon Brown, de Gran Bretaña; Angela Merkel, de Alemania, y del otro, Felipe Calderón, de México; Luis Inacio Lula Da Silva, de Brasil, entre otros, también se declararon alarmados por la serie de implicaciones de la crisis global en el crecimiento y en la erradicación de la pobreza en países en desarrollo.

Por eso reiteraron su compromiso de lograr el crecimiento económico en los países en desarrollo, especialmente en África.

Aseguraron que recibieron con gran preocupación las estimaciones del Banco Mundial y otras instituciones de desarrollo en relación con el número de personas, en particular niños, que pueden morir o caer en la pobreza como resultado de la crisis.

Lula, quien ha sido claro en demandar un trato igualitario para los países en desarrollo, cumplió su palabra y regaló a su colega estadunidense una camiseta de la selección de fútbol brasileña al inicio de una reunión bilateral al margen de la cumbre del G-8.

De acuerdo con medios locales, Obama sonrió cuando recibió la playera con los autógrafos de los jugadores y el número 5, del mismo tipo que el brasileño regaló a los integrantes del G-5. Me encanta, expresó mientras  mostraba el obsequio a los fotógrafos.