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AN defiende la vida desde la concepción, pero olvida a los menores cuando nacen, dice Bárcena

Por la negligencia del gobierno hacia la infancia se subrogan guarderías: experta

Ante la tragedia de Hermosillo se debe replantear ese modelo

Para el IMSS, sólo una prestación

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de julio de 2009, p. 11

La subrogación del servicio de guarderías a particulares es la expresión más clara de la ausencia de una visión humanista que ponga por delante el interés superior del niño. Esa es la causa del incendio en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, afirmó Andrea Bárcena, directora del Centro Mexicano para los Derechos de la Infancia (Cemedin).

Señaló que al tener el gobierno federal como principal objetivo el ahorro económico y, en el caso de los empresarios, el negocio, se pierde la oportunidad de favorecer el desarrollo de infantes. Además, resaltó la incongruencia de la administración panista, que defiende el derecho a la vida desde la concepción pero no hace nada para proteger y garantizar la seguridad de los niños una vez que nacen.

En entrevista, la especialista comentó que el esquema de guarderías o estancias infantiles a cargo de particulares le convienen al gobierno federal que las promueve, pero no a los niños, además de que se violan los compromisos asumidos por México en la Convención sobre los Derechos de la lnfancia, de Naciones Unidas.

De hecho, comentó Bárcena, el próximo año corresponde la visita a México, del Comité de los Derechos del Niño, para evaluar la situación de ese sector de la población. Lo que encontrarán los visitadores es un retroceso; no sólo persisten los rezagos señalados por ese organismo en 2006. Ahora hay que agregar la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad de los infantes.

Bárcena, maestra en ciencias de la educación, y dedicada desde hace más de tres décadas a la promoción de los derechos de la infancia, planteó que la tragedia de Hermosillo que ocasionó la muerte de 48 menores de cuatro años de edad, tendría que servir para replantear en su totalidad el esquema de guarderías, empezando por el cambio de nombre al de centros de desarrollo infantil.

Indicó, los niños no se guardan. Además, llamó la atención sobre el hecho de que en el IMSS se ha visto a las guarderías apenas como una prestación para la madre trabajadora, y se deja de lado el derecho que también tienen los pequeños a recibir una atención de calidad, que fortalezca su desarrollo y habilidades para la vida.

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Andrea Bárcena, directora del CemedinFoto La Jornada

Recordó que el cerebro del ser humano alcanza su máximo desarrollo en los primeros cinco años de vida, por lo que todos los esfuerzos en favor de los menores deberían estar concentrados en esta etapa. En cambio, lo que tenemos son tragedias como la de Sonora, que ponen en evidencia la negligencia de las autoridades para con los niños.

Si hubiera en el gobierno una visión humanista, las guarderías pasarían a la jurisdicción de la Secretaría de Educación Pública (SEP), instancia que se encargaría de garantizar que los niños no sólo se guarden.

Bárcena admitió la dificultad para lograr algo así, dada la incompetencia de las autoridades para cumplir con el precepto constitucional respecto a la obligatoriedad de la educación prescolar a los tres años de edad. Este mandato sigue pendiente ante la carencia de planteles públicos que satisfagan la demanda.

El problema para las administraciones y políticos panistas es que están empeñados en defender la vida desde la concepción. Se preocupan por el niño mientras está en el útero, pero se olvidan de él una vez que nace. A las mujeres las obligan a ser madres y llenarse de hijos y ya que los tienen, les dicen ahora vete a trabajar porque no alcanza, indicó.

Enseguida, la experta cuestionó la falta de programas de gobierno que ayude a madres de familia, por ejemplo, con licencias o permisos para ausentarse del trabajo –con goce de sueldo– mientras sus hijos cumplen, al menos, tres años de edad. Esa sería una verdadera preocupación y ocupación por la infancia, puntualizó.