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La restitución del presidente constitucional de Honduras, principal escollo en las pláticas

Se atora la negociación; rechaza gobierno de facto plan de Arias

El mandatario costarricense dio a conocer una iniciativa de siete puntos para superar la crisis

Acepta Manuel Zelaya propuesta para crear un régimen de unidad y reconciliación nacional

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Óscar Arias, mediador en el conflicto hondureño, conversa con Rixi Moncada, Rafael Alegría y Aristides Mejía, integrantes de la delegación de Manuel Zelaya en la ciudad de San JoséFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de julio de 2009, p. 18

San José, 18 de julio. El mediador en la crisis hondureña, el gobernante costarricense Óscar Arias, propuso hoy a las partes restituir en el poder al presidente Manuel Zelaya, formar un gobierno de reconciliación nacional, adelantar las elecciones un mes y amnistiar los delitos políticos, en el contexto de un plan de siete puntos en la segunda ronda de negociaciones.

En la noche, fuentes allegadas a las conversaciones informaron que el diálogo cayó en punto muerto, ya que la delegación del gobierno de facto rechazó el primer punto, sobre la reinstalación de Manuel Zelaya, pero afirmó que no objetaba la instalación de un gobierno de reconciliación nacional.

Los representantes de Zelaya hicieron saber que primero debe reinstalarse al mandatario y luego avanzarse hacia un acuerdo sobre un gobierno de unidad.

El presidente constitucional se declaró de acuerdo con la propuesta de crear un gobierno de unidad y reconciliación nacional, siempre y cuando la integración sea en todos los poderes del Estado. Esa fue la primera reacción en declaraciones hechas a Radio Globo, una de las pocas emisoras hondureñas no favorables al gobierno de facto.

Posteriormente un asesor cercano a Manuel Zelaya matizó: únicamente se aceptaría con la condición de que no se incluyera a quienes participaron en el derrocamiento.

La vicecanciller Martha Alvarado, del régimen golpista, respondió que no es aceptable un gobierno de unidad nacional ni el retorno del mandatario constitucional. Sin embargo, el vocero Mario Saldaña dijo que están de acuerdo en que Zelaya renuncie a efectuar una consulta popular y que estarían abiertos al tema de la amnistía para delitos políticos y adelantar las elecciones.

No obstante lo anterior, una fuente de la delegación zelayista informó en la noche que Óscar Arias propuso a las partes la fecha del 24 de julio para el retorno del gobernante a Honduras y que las pláticas continuaran este domingo.

Hemos aceptado el señalamiento sobre el día para el retorno del presidente Manuel Zelaya a la república, el viernes 24 de julio, aseveró la representante de su delegación, Rixi Moncada.

En su plan de acción, buscando superar la crisis política que atraviesa Honduras desde el golpe de Estado –el 28 de junio–, Arias presentó ante ambas delegaciones un documento titulado Es posible alcanzar la reconciliación. En éste incluyó los puntos de la propuesta y expresó su esperanza por que se pueda alcanzar un acuerdo.

Advirtió poco antes de iniciar la ronda de conversaciones, en su residencia, que no será con acciones de fuerza como se solucionará la situación en el país vecino. Señaló que la comunidad internacional ha dado su respaldo unánime a esta mediación, esperando que el conflicto hondureño se resuelva por las vías diplomáticas y los caminos de la paz.

El premio Nobel de la Paz dijo que ese respaldo no cobijará a quien pretenda resolver este conflicto por medios violentos. La fuerza fue el origen de este conflicto y no será jamás su solución. Además, manifestó que los puntos de su propuesta son reclamados por los hondureños y que sin ayuda económica ni reconocimiento internacional se condena a la soledad a una nación que marcha a tientas.

A continuación, los puntos de la propuesta:

1. La legítima restitución de José Manuel Zelaya Rosales en la Presidencia de la República, cargo en el que permanecerá hasta el fin del periodo constitucional por el cual fue electo, que concluirá el 27 de enero del próximo año, fecha en que entregará el poder al candidato designado libre y democráticamente por el pueblo en las elecciones supervisadas y reconocidas por la comunidad internacional.

2. Conformación de un gobierno de unidad y reconciliación nacional, compuesto por representantes de los principales partidos políticos.

3. Declaración de una amnistía general exclusivamente para todos los delitos políticos cometidos en ocasión de este conflicto antes y después del 28 de junio pasado.

4. Renuncia expresa del presidente Zelaya y de su gobierno de la pretensión de colocar una cuarta urna en las próximas elecciones o realizar cualquier consulta popular no autorizada expresamente por la Constitución de la República de Honduras.

5. Adelantar las elecciones nacionales del 29 de noviembre al 25 de octubre y la campaña electoral de los primeros días de septiembre a los primeros días de agosto.

6. Trasladar el comando de las fuerzas armadas del Poder Ejecutivo al Tribunal Supremo Electoral un mes antes de las elecciones, para garantizar la transparencia y normalidad del sufragio, conforme a los términos de la Constitución de la República de Honduras.

7. Integración de una comisión de verificación compuesta por hondureños notables y miembros de organismos internacionales, en especial por representantes de la Organización de Estados Americanos, que vigile el cumplimiento de esos acuerdos y supervise el correcto retorno al orden institucional.

La delegación del gobierno de facto de Roberto Micheletti, que cuenta con el apoyo del ejército, el Congreso, la Iglesia católica y sectores empresariales, se presentó a las conversaciones con una propuesta creativa, de la cual no quiso dar detalles.

Posteriormente, el mandatario Manuel Zelaya insistió en que regresará a Honduras en los próximos días, desafiando una orden de captura de los golpistas. A partir de mañana, el lunes, los días subsiguientes, nosotros estamos regresando a Honduras, aseveró.

Mientras, este sábado miles de seguidores de Zelaya volvieron a salir a las calles en esta capital y otras ciudades, y bloquearon varias carreteras del país. En Tegucigalpa, manifestantes tomaron una avenida que conduce al aeropuerto para exigir el regreso del gobernante. ¿Cómo se llama nuestro presidente? ¡Manuel Zelaya!, coreaban los manifestantes.

Xiomara Castro, esposa de Zelaya, continuó participando en las protestas con exhortos a seguir en la lucha, porque esta acción tiene que ser ganada.

En la ciudad de Colón se informó que simpatizantes del presidente y de los golpistas se enfrentaron, con saldo de lesionados leves de ambos bandos. Además hubo bloqueos en la carretera que lleva al principal puerto del comercio internacional: Puerto Cortés.

Por su parte, el ex guerrillero nicaragüense Edén Pastora, conocido como Comandante Cero, amenazó con volver a tomar las armas si no se logra un acuerdo que devuelva el orden constitucional en Honduras, reportaron medios costarricenses. El ex comandante sandinista dijo que si los gorilas siguen allí, los pueblos centroamericanos se verán obligados a ir en ayuda de Honduras.

A su vez, el Movimiento Costarricense de Solidaridad con el Pueblo Hondureño expresó su rechazo a la propuesta de Óscar Arias al cuestionar que se pretenda poner un gobierno mixto, pues en los hechos sería darle legalidad y legitimidad al golpe de Estado.