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Arzobispo de Morelia califica de irresponsables las afirmaciones y exige pruebas

La Familia michoacana amenazó de muerte a tres obispos y varios sacerdotes: arquidiócesis
reportero y corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 20 de julio de 2009, p. 6

Mientras la Arquidiócesis de México denunció ayer que grupos del narcotráfico que operan en Michoacán han amenazado de muerte a tres obispos y varios sacerdotes, hechos que no han sido denunciados ante las autoridades correspondientes por temor a represalias en contra de ellos, el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, calificó de irresponsables estas declaraciones.

En rueda de prensa al final de la homilía dominical del cardenal Norberto Rivera en la Catedral Metropolitana, el vocero de la Arquidiócesis, Hugo Valdemar, sin proporcionar los nombres de los prelados afectados, indicó que no han querido tener una seguridad especial debido a que quieren vivir como cualquier ciudadano que por desgracia padece la zozobra y la inseguridad. Consideró que sería conveniente que las autoridades les brinden protección.

Hace dos meses en la publicación Desde la fe, la arquidiócesis denunció que el grupo delictivo La Familia amenazó con extorsionar a obispos de Michoacán, a cambio de evitarles problemas y hasta atentados personales. Hasta ahora, agregó, nada han logrado estos criminales en relación con los prelados, pero sí lo han hecho con muchos gobernantes municipales, corporaciones policiacas y pequeños y medianos empresarios, quienes prefieren ceder a la extorsión antes que ver amenazada la seguridad de sus negocios o familias.

Sobre el llamado del grupo delictivo de Michoacán al gobierno federal para que negocie, el vocero señaló que para la Iglesia, con el maligno no se dialoga. Lo mismo debe aplicar el gobierno federal. Con la gente que delinque, hace el mal y destruye, no se puede dialogar, se les tiene que aplicar la ley sin ninguna concesión.

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El cardenal Norberto Rivera durante la misa en CatedralFoto María Meléndrez

Afirmó que los jerarcas católicos están de acuerdo en el combate frontal que emprende la administración de Felipe Calderón en contra del crimen organizado y el narcotráfico, pero lo que sí hemos pedido es que se tenga mucho cuidado con el respeto a los derechos humanos. Se corre el riesgo, dijo, de que el mismo Ejército acabe cooptado. Es una de las pocas instituciones que tienen credibilidad y en las que confía el pueblo mexicano. No convendría su deterioro.

Horas más tarde, en respuesta a este planteamiento, el arzobispo Suárez Inda dijo que esta afirmación es una gran irresponsabilidad, porque yo no tengo ninguna información de ese tipo. Yo no he recibido ni sé que algún otro obispo haya recibido amenazas. Exhortó al vocero Valdemar a justificar sus palabras: que lo demuestre, que me diga quiénes son y quién los amenazó. Mientras tanto, hay que reclamarle por qué habla sin fundamento. Hay que decírselo, que está mal, que no puede declarar cosas sin soporte.

El jerarca católico reconoció la vulnerabilidad del clero del estado para ser objeto de presiones de grupos delictivos, pero dentro de la fragilidad de cualquier habitante, todos estamos expuestos. Admitió la posibilidad de que haya focos rojos dentro de Michoacán para que se den presiones hacia los clérigos por parte del crimen organizado. Destacó los casos de las poblaciones de la sierra y de la región de Tierra Caliente.