Ser indígena en Norteamérica

Cuatro millones y medio

de native americans

Según la información oficial más reciente, en Estados Unidos viven actualmente cuatro millones y medio de indígenas originarios. O sea que el brutal genocidio de siglos no acabó de borrarlos, pese a todo. Si bien son sólo el 1.5 por ciento de la población en ese país, los pueblos originarios de Estados Unidos pueden contarse entre los más numerosos del continente. Lo cual resulta un poco sorprendente.

La Oficina de Censo (Census Bureau) preparó en noviembre un reporte sobre el fenómeno de la “población con origen Nativo Americano y de Alaska”. Por aquello del melting pot estadunidense, se nos aclara que ésta conforma apenas una de las “seis categorías raciales” consideradas por el gobierno de Estados Unidos en sus registros de población.

En proyecciones a 2050, se calcula que serán ocho millones 600 mil, dos por ciento del total.

No sólo eso. Hoy, su media de edad está por debajo de la nacional (que es de 36.6 años), lo cual los vuelve una población joven. Casi el 30 por ciento están por debajo de los 18 años, y sólo ocho por ciento arriba de los 65.

Un dato notable: el estado con mayor población indígena, con 600 mil 120 personas, es la hipermoderna California. La siguen Oklahoma con 393 mil, y Arizona, 335 mil. Por supuesto no se considera, en ningún momento, a los indígenas migrantes de México (de todo el sur y sureste, los oaxacalifornianos entre otros), ni a los provenientes de Guatemala, y en menor medida Perú y Ecuador, y que en conjunto podría sumar muchos más que los indígenas nativos.

El espectacular novelista y reportero William T. Vollmann considera la existencia de una entidad supranacional en California. La llama “Imperial”, como un valle de la región. Considera relativa la frontera con Baja California. Se trata de un sólo cuerpo comercial, delincuencial, poblacional. Los gringos ricos colonizan las costas hasta Los Cabos, y los mexicanos pobres invaden California entera y devienen mano de obra indispensable. Pero eso es otro asunto (y seguramente otra “categoría racial”).

Considerados “minoría racial”, los indios estadunidenses son primera minoría (por encima de negros, latinos o lo que sea) en Montana, Alaska, las dos Dakotas (Norte y Sur) y Oklahoma. Son más de cien mil en once entidades del país. Segregados en reservaciones o borrados por las grandes ciudades, ahí están. Donde más hay es en Los Ángeles: 146 mil. Quién lo dijera. En la se ven más los mixtecos oaxaqueños y guerrerenses, o los zapotecos.

Los nativos americanos forman medio millón de familias (537 mil 500), y son ligeramente más grandes que la media nacional. Un 27 por ciento, con cinco o más años de edad, habla “en casa” una lengua “distinta del inglés”. El 32 por ciento carece de servicios de salud. Más de 61 mil son profesionistas; 165 mil 200, veteranos de guerra.

En el corazón del imperio, sus pueblos originarios siguen siendo una herida abierta. Que contra los designios de siglos de dominación, no sólo no desaparecerán en el siglo XXI, sino que crecen.

Hermann Bellinghausen

 
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