21 de julio de 2009     Número 22

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada



Norka Rouskaya

La revolución andina

Ayer: Peruanizando Perú: el indianismo socialista de Mariátegui

José Carlos Mariátegui (JCM) nace en Lima en 1895. Desde los 14 años trabaja en el diario La Prensa, del que llegará a redactor. Poeta y bohemio, va a la cárcel porque con sus amigos le organiza un baile nocturno en el panteón a la exótica Norka Rouskaya. A la vez, escribe a favor de las luchas obreras y estudiantiles de 1919, lo que lo lleva a Europa de las revoluciones, entre becado y exiliado. En 1923 regresa a Perú afiliado al marxismo. Conferencista y periodista, en 1926 publica la revista Amauta, que da a conocer los textos que después se publicarán los libros: Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana y e Ideología y política. En 1929 es fundador de la Confederación General de Trabajadores de Perú y del Partido Socialista Peruano. Muere en 1930 a los 35 años. En un artículo “El ‘populismo' en el Perú” el marxista ortodoxo V. Miroshevsky lo llama "populista" por “creer en los instintos comunistas de la comunidad” y “ver en el campesinado el combatiente directo por el socialismo”. Aquí fragmentos de los libros mencionados (SE corresponde a Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana e IP a Ideología y política).

América Latina profunda

En países como el Perú, Bolivia (...) y Ecuador, donde la mayor parte de la población es indígena, la reivindicación del indio es la reivindicación popular y social dominante. A través de sus propagandistas indios, la doctrina socialista, por la naturaleza de sus reivindicaciones, arraigará prontamente en las masas indígenas (...) Una política socialista (...) debe convertir el factor raza en factor revolucionario (IP, 32, 33)

¿Sería posible que nosotros dejáramos de reconocer el rol que los factores raciales indios han de representar en la próxima etapa revolucionaria de América Latina? (IP, 9)

La solución del problema del indio tiene que ser (...) social. Sus realizadores deben ser los propios indios (...) Los congresos indígenas son un hecho histórico, (...) no representan todavía un programa; pero sus primeras reuniones señalaron una ruta comunicando a los indios de diversas regiones (SE, 45)

El progreso de Perú será ficticio o por lo menos no será peruano, mientras no constituya la obra y no signifique el bienestar de la masa peruana, que en sus cuatro quintas partes es indígena y campesina (SE, 44)

La nueva peruanidad es una cosa por crear. Su cimiento histórico tiene que ser indígena. (SE, 227)

Comunitarismo y socialismo

El comunismo incaico –que no puede ser negado ni disminuido por haberse desenvuelto bajo el régimen autocrático de los incas– se designa por esto como comunismo agrário. (SE, 50)

Un factor incontestable y concreto (...) da un carácter peculiar a nuestro problema agrario: la supervivencia de la comunidad y de elementos de socialismo práctico en la agricultura y la vida indígenas (...) (SE, 48)

Las comunidades, que han mostrado bajo la opresión más dura condiciones de resistencia y persistencia realmente asombrosas, representan en el Perú un factor natural de socialización de la tierra. El indio tiene arraigados hábitos de cooperación. Aun cuando de la propiedad comunitaria se pasa a la apropiación individual (...) la cooperación se mantiene; las labores pesadas se hacen en común (IP, 42, 43)

Lo que afirmo es que de la confluencia o aleación de “indigenismo” y socialismo, nadie (...) puede sorprenderse. El socialismo ordena y define las reivindicaciones de las masas, de la clase trabajadora. Y en el Perú las masas –la clase trabajadora– son en sus cuatro quintas partes indígenas. Nuestro socialismo no sería, pues, peruano –ni sería siquiera socialismo– si no se solidarizase, primeramente, con las reivindicaciones indígenas. (IP. 217)

Por caminos universales, ecuménicos, nos vamos acercando cada vez más a nosotros mismos. (SE. 320)

Hoy: Constitucionalismo inca del tercer milenio

Desde fines de los 80s del pasado siglo, en la inminencia de la conmemoración de 500 años del proverbial encontronazo de dos mundos, los pueblos originarios del continvente americano intensificaron su activismo social y político. Su planteo, no sólo teórico sino práctico y programático, remite a la concepción desarrollada 60 años antes por Mariátegui. El protagonismo de los pueblos originarios ha sido mayor en Mesoamérica y la zona andina, donde son más numerosos. Una aportación indígena importante es la incorporación de conceptos provenientes de la cosmogonía incaica en las nuevas constituciones de Ecuador y Bolivia. Aquí algunos fragmentos:

Constitución Política del Estado de Bolivia. 2009

Artículo 8. Epígrafe 1

El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, amma llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso, no seas ladrón), nandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj nan (camino o vida noble).

Constitución de la República de Ecuador. 2008

Título II. Derechos

Artículo 14. Se reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir, sumak kawsay.

Artículo 71. La naturaleza o Pacha mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales (...)

Título VI. Régimen de desarrollo

Artículo 275. El régimen de desarrollo es el conjunto organizado, sostenible y dinámico de los sistemas económicos, políticos, socio-culturales y ambientales, que permiten la realización del buen vivir, del sumak kawsay (...)

Artículo 277. Para la consecución del buen vivir, serán deberes generales del Estado: Garantizar los derechos de las personas, las colectividades y la naturaleza.

(...)

Artículo 284. El sistema económico es social y solidario, reconoce al ser humano como sujeto y fin; propone una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado, en armonía con la naturaleza; y tiene por objetivo garantizar la producción de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el buen vivir.


FOTO: Enrique Pérez S. / Anec