21 de julio de 2009     Número 22

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


Felipe Carrillo Puerto

Armando Bartra

Cada presente evoca pasados que lo iluminan y las autonomías zapatistas como los altermundismos andinos convocan a repensar el socialismo maya de hace 90 años. Hoy, cuando los originarios de por acá se están sacando la espina, sorprende la obra libertaria impulsada por Felipe Carrillo Puerto (CP), adelantado del neoindianismo revolucionario.

En mayo de 1924, a seis meses del fusilamiento de CP, entonces gobernador socialista de Yucatán, por soldados pro finqueros adscritos al alzamiento de De la Huerta , se publica en la revista estadounidense Survey el artículo “ The new Yucatan ”. Aquí una apretada edición:

Yucatán es maya (...) Fuimos físicamente conquistados por el español, pero nuestra vida cultural persistió (...), nuestro lenguaje (...), nuestras costumbres (...), nuestra religión bajo un nuevo nombre, (...) también nuestras relaciones sociales que han seguido realizándose (...) a pesar de la negación (...)

Todo Yucatán estaba en manos de unos 200 propietarios. El indio (...) fue arraigado (...) como un árbol y era vendido junto a la tierra que cultivaba. El lugar del indio maya en la comunidad como ciudadano libre, autosuficiente y seguro de sí mismo, determinará la medida en que los sacrificios (...) de la revolución tendrán que ser justificados. Todo lo demás es asunto sin importancia.

En un país agrícola tierra y libertad son sinónimos. Esto explica nuestro lema revolucionario: “Tierra y Libertad”.

Nuestra primera tarea ha sido distribuir las tierras comunes (...) a nuestra gente. La apropiación de la tierra por las comunidades indígenas (...) es hasta ahora la contribución fundamental de la revolución.

Esta tierra no se da a ningún individuo (...) las tierras (...) pertenecen a la comunidad; (...) cada quien tiene solamente el derecho a trabajar la tierra y disfrutar los frutos que produzca (...) En conjunto, cerca de 80 mil jefes de familia obtendrán sus parcelas en tierra común.

Esta distribución (...) está teniendo consecuencias de largo alcance. La primera (...) es que los indios se están mudando de las grandes propiedades donde vivían y están construyendo sus hogares en pequeños pueblos (...) Los hombres viejos que no han conocido la libertad, que nunca han tenido el disfrute de la posesión, que nunca han plantado y cosechado por ellos mismos, están (...) empezando a vivir la vida de los hombres libres.

Pero lo más importante ha sido el surgimiento de una nueva vida (...) una nueva existencia política, con organizaciones y problemas comunales.

La distribución de la tierra tiene (...) grandes consecuencias políticas, sociales y económicas. La (...) más obvia (...) es la diversificación de los cultivos como resultado de la distribución de los ejidos. Yucatán ha sido por muchos años un estado monocultivador. Todo nuestro esfuerzo se ha ido en el cultivo del henequén (...). Cosas que podríamos producir en Yucatán están siendo importadas. Una de las razones (...) es que (...) la importación de comida para dar a los indios pone a estos en desventaja mayor que si ellos mismos la produjeran en su casa. Nominalmente el indio era libre; pero en realidad estaba siendo endeudado por su comida y, en tanto siguiera debiendo (...), no podía abandonar la plantación (...) Hasta hace cuatro años importábamos todo lo que comíamos (...) Importábamos maíz que es la principal comida del indio; importábamos pollos y huevos. Ahora cosechamos el maíz que necesitamos (...) Cosechamos pues nuestros propios frutos; y esperamos que pronto cada población será sostenida por los frutos que generen sus propias tierras. Todo está dando al indio independencia económica y mayor confianza en sí mismo.

El futuro de Yucatán pertenece a los mayas*.

* Felipe Carrillo Puerto. The New Yucatan , revista Survey , N. 56, mayo 1924.


 

La vanguardia del campesinado


El teatro de Motul al inaugurarse el Congreso Obrero

El yucateco no es el único socialismo que viene del campo. Desde 1881 en que Marx admitió –con asegunes– que la comuna rusa podía liberarse “sin pasar por el régimen capitalista”, los rústicos se pusieron a soñar utopías poscapitalistas y hacer revoluciones. En América protagonizan la aventura indios como los mayas peninsulares y los incas andinos, a quienes hace 80 años el peruano José Carlos Mariátegui asignó tareas socialistas y que hoy pisan fuerte en Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú. No muy distinto del quechua y aymara del XXI, el altermundismo maya del siglo XX fue planeado por el PSS en los congresos de Motul (1918) y el de Izamal (1921). Aquí algunos resolutivos:

La libertad política es un mito si no descansa sobre la libertad económica (Motul, Tema 3). La finalidad comunista que desde el punto de vista agrario deben perseguir las Ligas de Resistencia, es la expropiación de la tierra sin indemnización (...), efectuándose la explotación de ella por los habitantes de la misma (...) La finalidad comunista desde el punto de vista industrial (...) es la expropiación sin rescate de los elementos de la producción industrial en beneficio del estado proletario (...) La finalidad comunista desde el punto de vista del reparto de la producción (...) es la supresión del intermediario (...) que deberá ser sustituido por el intercambio (...) entre productores (Izamal, Tema IX). Que el gobierno socialice los servicios públicos, desempeñados hasta ahora por empresas privadas, como tranvías, luz y fuerza eléctrica (Izamal, Tema IX)*.

* En Primer congreso obrero socialista celebrado en Motul, estado de Yucatán , y en Segundo congreso obrero de Izamal , Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero Mexicano, México,1977.

Un zapatismo con vista al mar

Una consigna recorre el mundo: el lema campesino Tierra y libertad. Desde que en 1861 revolucionarios rusos forman una organización con ese nombre: Semlia y Volia, la fórmula se difunde y a principios del siglo XX la adopta el Partido Liberal Mexicano y por esa vía llega a los zapatistas. De ahí la tomará CP, hijo de un tendero de Motul, que fue sucesivamente agricultor, vaquero, conductor de tren, leñador, carretero, periodista y preso político hasta que en 1913 marcha a Morelos para incorporarse al Ejército Liberador del Sur, donde alcanza el grado de coronel. En 1915, decide regresar a su estado natal y trabajar con el gobernador carrancista Salvador Alvarado, que abolía la esclavitud, impulsaba asociaciones laborales y formaba un Partido Socialista, primero Obrero, luego de Yucatán y finalmente del Sureste (PSS). Antes, en 1915, en carta su hermano Acrelio ironiza a costa de la moderación de Alvarado y expone su propio ideario:

Supongo que ya habrán dejado de tratar a los indios como a tales, que ya les habrán devuelto las tierras (...) como (...) se ha hecho en los estados de Morelos, Guerrero y México, que son los (...) que domina el “bandido” de Zapata; (...) supongo (...) que las plantas desfibradoras de las haciendas han quedado en beneficio de los ayuntamientos (...) Supongo, también, que ya no robarán despiadadamente los comerciantes (...) que ya se habrán establecido las escuelas racionalistas para enseñar a los niños que no se dejen explotar ni exploten (...) que ya no habrá sacerdotes (...) Si todo lo que te he dicho se hace ahí, entonces (...) te felicito (...) Pero la realidad me hace ver que no son tan felices (...)*

* En Acrelio Carrillo Puerto, Felipe Carrillo Puerto: redentor de los mayas . Mérida, 1972, p. 169-171


El partido es movimiento

De fines de 1915 a fines de 1918, CP, a quien empiezan a llamar Sucum (hermano) Felipe, trabaja en la Comisión Agraria creada por Alvarado y milita en el PSS, sobre todo en sus Ligas de Resistencia: estructura de base que hacía de la organización revolucionaria yucateca partido de masas más que de cuadros y movimiento social más que aparato político.

Años después las Ligas serán palanca del socialismo en el poder. Así las describe CP en 1923, siendo gobernador:

El poder que ha hecho posible la repartición de tierras (...) es la Liga de Resistencia, una organización que alcanza hasta la última aldea (...) Actualmente tiene alrededor de 80 mil miembros (...) La Liga es más que un partido político; es más que una institución educativa; es más que un instrumento para gobernar: es todo esto combinado. La Liga es un instrumento que está rejuveneciendo al indio maya y dándole el poder que necesita para llevar a cabo un amplio programa social (...) Las Ligas son Yucatán. Sin ellas (...) los indios (...) no tendrían el instrumento de educación y autodesarrollo que tienen. Porque esto es una Liga, un instrumento para el crecimiento espiritual (...) Es el medio donde se desarrolla la vida social, política y económica de las pequeñas comunidades (...)*

* Felipe Carrillo Puerto. “The new Yucatan” , revista Survey , No. 56, mayo 1924.


 

Socialismo maya

Ascendente en Yucatán, la Revolución declina en el resto del país y la radicalización del PSS despierta las iras de la Casta Divina pero también del presidente Carranza. En 1920 el ejército federal ocupa la península, incendia los locales del PSS y expulsa a CP del estado. Al triunfo de Álvaro Obregón y el Plan de Agua Prieta, el nuevo gobierno federal recupera Yucatán y CP regresa al estado. Con el ejército detrás, el PSS puede hacerse directamente del gobierno, pero CP no quiere un“cuartelazo político” sino que los socialistas lleguen al poder mediante elecciones y apoyados en la movilización popular. Así, en noviembre de 1921, tras un intenso activismo político social, Sucum Felipe, también conocido como el Carrero de Motul, gana la gubernatura con 62 mil 801 votos, contra dos mil 818 de su más cercano competidor. De esta manera CP no sólo accede a la gobierno, en verdad toma el poder. Y puede, en justicia, proclamarse el “primer gobierno socialista de América”, pues tiene el respaldo del pueblo organizado. En 1920 el PSS cuenta con unos 30 mil militantes; para 1921, 60 mil votan por él, en 1922 tiene unos 70 mil adherentes y en 1923 casi 90 mil. En las asambleas semanales de la Liga Central participan entre 800 y mil personas, en las de Acanceh y Tixcocob de 400 a 500, y en las de poblaciones pequeñas alrededor de 200.

El de CP es un gobierno indígena, de modo que es en maya el discurso de prosapia socialista con que lo inaugura:

Ha llegado el momento de demostrar a los “señores” que sabemos administrar; que somos nosotros los constructores y no ellos; es necesario que les digamos que sin los trabajadores no existiría esta catedral suntuosa; que sin los trabajadores no existiría este palacio; que sin los trabajadores no existiría ese parque, donde vienen a recrearse (...), sin los trabajadores no existirían los ferrocarriles, los automóviles, los coches; nada de lo que es útil al hombre existiría sin los trabajadores (...) La tierra es de ustedes y ustedes la van a recuperar (...) Y siendo de ustedes la tierra, y siendo ustedes quienes la trabajan, lo natural es que las cosechas también les pertenezcan*.

* Ibid, p 55-57.



Yucatán, 1922. Liga Obrera Feminista del Partido Socialista del Sureste.

Herederos de una civilización

Aunque lector de Bakunin, Kropotkine, Reclús, Marx, Grave y Malato CP impulsa un socialismo excéntrico y de base agraria que busca restaurar la comunidad, volver al maíz y recampesinizar a los trabajadores agrícolas esclavizados por el henequén y la Casta Divina ; un socialismo indianista cuyo pasado y cuyo futuro es el gran pueblo maya. Por eso el bilingüe y bicultural Carrero de Motul, de joven traduce al maya la constitución de 1857 y ya como gobernador edita el Popol Vuh y establece un Museo de Arqueología e Historia. Pero sobre todo se esfuerza por restituir el orgullo identitario. Al inaugurar la carretera a Dzitás, CP pronuncia un discurso en maya junto a la pirámide de Chichén Itzá:

Compañeros: El corazón de los mayas, la sangre de los mayas, se levantan hoy con este nuevo sol, en este nuevo día, porque ya se han hecho verdad todas las cosas que decían los hombres antiguos (...) Compañeros: Así como los antiguos mayas hicieron Chichén, igualmente ustedes han hecho una carretera (...) con su corazón y su sangre*

* Renan Irigoyen. Felipe Carrillo Puerto. Primer gobernante socialista de México, Universidad de Yucatán, Mérida, 1974, p. 12.

Mestizas empoderadas

Le decían Yaax Ich , pues tenía los ojos verdes, pero CP adopta la lengua y cultura originarias conviviendo con los campesinos. De mayor conoce a mayistas ilustres como Edward Thompson ( El pueblo de la serpiente ) y Sylvanus Morley ( La civilización maya ), a quien le organiza una conferencia en la Liga Central , pero su preceptiva profunda son los relatos de la anciana Xbatab*.


La vieja Xbatab

Quizá por esto la emancipación de los mayas incluye destacadamente la emancipación de la mujer. Al respecto el congreso de Motul resuelve:

El hombre ha sufrido la tiranía de las leyes y del capital y la mujer no sólo ha sufrido la tiranía de las leyes y del capital sino también la oprobiosa tiranía de los esposos, de los padres y aun a veces de los hijos. Los gobiernos anteriores no han querido darle significación a los derechos que tiene la mujer, como individualidad humana**

Consecuente, en 1922 la Liga Central publica cinco mil ejemplares del folleto La brújula del hogar. Medios seguros y científicos para evitar la concepción , de la luchadora feminista Margarita Sanguer. La derecha se escandaliza por la “obscenidad” de aludir al sexo. En una carta pública los socialistas ratifican su postura:

¿Es o no es la mujer dueña de su cuerpo? –Si lo es puede, si quiere, limitar el número de sus hijos para evitar la miseria y la esclavitud***.

* Edmundo Bolio. De la cuna al paredón . Mérida, 1973, p. 27-32.

* Primer congreso obrero socialista celebrado en Motul , Ibid, p. 74.

* Margarita Sanger. La brújula del hogar . Mérida 1922.


Sin maíz no hay Mayab

En menos de dos años de gobierno CP restituye cerca de medio millón de hectáreas, buscando sumar a la libertad política la libertad económica y que con ello los indios recuperaran la dignidad y el orgullo de ser mayas. Pretende también, instaurar en la península lo que hoy llamamos soberanía y seguridad alimentaria y nutricional. Al discutirse el tema en el congreso de Motul, CP había dicho:

Hasta este momento no hemos comprendido bien lo que este punto significa. En la vida económica de todos los pueblos debe procurarse primeramente que los elementos de primera necesidad no sean importados*

Así en la Ley de Tierras Ociosas aprobada el 27 de diciembre de 1920, se establece que:

Yucatán (...) es de carácter monocultor en la actualidad; pero históricamente está comprobado que sus tierras producen algodón, higuerilla, chicle, maderas preciosas, maíz, frijol, caña de azúcar y otros (...) cuyo cultivo se ha reducido (...) o abandonado (...) Es indudable que si la dirección económica del estado estuviera (...) en manos competentes (...) se hubiera hecho ya una división de zonas agrícolas (...) Naturalmente el sistema capitalista aleja la posibilidad de la distribución de la propiedad agrícola e industrial por regiones, lo que sólo es factible cuando el interés comunal está sobre el particular o privado, pero nuestro estado requiere urgentemente tener un granero, es decir una región dedicada exclusivamente al cultivo de cereales de primera necesidad (...) para evitar, o mitigar, los rigores del hambre**

* Primer Congreso Obrero Socialista celebrado en Motul, estado de Yucatán, p. 25, 26.

* Acrelio Carrillo Puerto. Ibid, p. 113, 114.


Epílogo

He organizado a todo el estado en un cuerpo Rojo de guerra para defender en cualquier momento nuestras libertades (...), he arengado al pueblo y (...) les he hecho comprender la necesidad que tienen de formar esos Batallones Rojos de defensa (...) y sólo me desespera la falta de armas (...) He enviado a Manuel a tu país para ver si puede comprar los rifles y ametralladoras que deseo para defendernos (...) Hasta otra vez, porque esta carta fue interrumpida a las dos de la mañana (...) una bomba explotó en la calle 68 (...)*.

Las armas no llegaron. La carta a Alma Reed, que en parte se reproduce, fue enviada el 11 de diciembre de 1923. Tres semanas después, la madrugada del 3 de enero, el Carrero de Motul y gobernador socialista de los mayas de Yucatán era fusilado junto con tres de sus hermanos y otros nueve correligionarios.

* R. A. Sosa Ferreyro. El crimen del miedo. Costa Amic, México, 1969. p. 122.