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El rector de la UNAM acudió al inicio oficial de las tareas del Gran Telescopio Canarias

Provenimos de observadores del cielo acuciosos: Narro Robles

La investigación científica permite buscar nuevos horizontes y luchar contra la ignorancia, afirmó en la ceremonia

Más de 500 prestigiosos astrónomos atestiguaron la inauguración

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El rector de la UNAM, José Narro, habló en nombre de la comunidad científica en la inauguración del GTC, a la que asistieron los reyes de España, Juan Carlos y Sofía; la ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, así como el rector de la Universidad de Florida, Joseph RobertFoto Notimex
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 25 de julio de 2009, p. 2

Madrid, 24 de julio. El Gran Telescopio Canarias (GTC), el más grande del mundo, con un espejo circular de 10.4 metros de diámetro y una visión equivalente a la reunión conjunta de 4 millones de pupilas humanas, fue inaugurado ayer, con lo que se oficializó su funcionamiento para la exploración del universo.

Durante el acto, que se pudo seguir en tiempo real en México, la comunidad científica consideró que el inicio de sus trabajos representan el primer paso para develar muchos de los enigmas del cosmos.

Se trata de una enorme estructura del tamaño de una catedral con una especie de ojo gigantesco y un peso de más de 500 toneladas, capacidad para ver astros y constelaciones a grandes distancias de años luz. Es un telescopio óptico infrarrojo ubicado en el observatorio El Roque de los Muchachos, a 2 mil metros de altitud en la isla de Las Palmas, en el archipiélago de las Canarias, España, y que costó 104 millones de euros.

El GTC es un proyecto multinacional en el que participaron, por España, la Administración General del Estado Español; por México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica del Conacyt; la Universidad de Florida, por Estados Unidos, y los Fondos de Desarrollo Regional de la Comunidad Europea.

La inauguración de este aparato científico-tecnológico, único en el mundo por su alcance e innovación, fue encabezada por los reyes de España –país que aportó 90 por ciento de los recursos para su construcción.

Práctica ancestral

Durante el acto, el rector de la UNAM, José Narro Robles, destacó la importancia del impulso a la investigación científica, la cual permite abrir la mente, buscar nuevos horizontes y luchar contra la ignorancia.

Agregó que entre las razones por las que la máxima casa de estudios respaldó este proyecto es porque la astronomía forma parte de la cultura de México: Tenemos sangre de ancestros que la cultivaban con enorme aplicación. Somos descendientes de observadores del cielo acuciosos y metódicos. La astronomía forma parte importante de nuestra historia y de una auténtica aventura humana. Pero también puedo argumentar que, junto a esa historia multicentenaria, la astronomía que hoy se practica en México es de categoría internacional. Los investigadores que la ejercen tienen un sitio en la ciencia mundial.

Aprovechando su visita a tierras ibéricas, Narro se refirió a la reciente distinción a la UNAM con el Premio Príncipe de Asturias, al señalar que la institución es un orgullo para México.

Su significado en la investigación está fuera de toda discusión y su papel en las humanidades es de gran relevancia.

Acto mundial

Más de 500 prestigiosos astrónomos de todo el mundo viajaron hasta la localidad canaria para atestiguar la inauguración de una obra que aspira a revolucionar los conocimientos astronómicos y a ahondar en las teorías del origen del mundo y la composición de la galaxia.

La construcción del GTC comenzó en el año 2000, con el propósito de profundizar en la investigación astronómica a escala mundial.

Por su parte, Francisco Sánchez, director del Instituto de Astrofísica de Canarias, afirmó que a partir de ahora nuestros expertos podrán codearse con los mejores del mundo, para hacer ciencia de primera con un telescopio propio, que es ahora el mayor y el más avanzado del mundo.

El GTC cuenta con un espejo primario compuesto de 36 segmentos vitrocerámicos hexagonales de 1.9 metros de diagonal cada uno, que al acoplarse forman una superficie equivalente a la de un único espejo circular de 10.4 metros de diámetro, lo que le permitirá captar la luz para formar imágenes directas –que detecta el ojo humano– y espectroscópicas –mediante espectrógafos que seleccionan parte de la imagen para separarla en diferentes longitudes de onda.

El 13 de julio de 2007, el GTC captó por primera vez luz proveniente del espacio, y hace no más de tres semanas se dieron a conocer las primeras imágenes de la galaxia M51 –con la participación de la UNAM–, localizada a 23 millones de años luz de la Tierra.

Asimismo, científicos de todo el mundo han usado las instalaciones del GTC para determinar el proceso de formación de las estrellas, localizar objetos ricos en metal dentro de la constelación de la Osa Mayor, entre otras observaciones.

La UNAM y otras instituciones mexicanas participaron en la construcción de varias partes del GTC, como la cámara de verificación, que calcula la posición y la alineación de los 36 segmentos que conforman el espejo de 10.4 metros, y el espectógrafo Osiris, gracias al cual se pudo captar la galaxia M15.

Información proporcionada por la UNAM señala que Osiris es un artefacto tan potente que para captar a detalle dicha galaxia se necesitó una exposición de dos minutos, mientras para un telescopio de metro y medio de diámetro se hubieran requerido casi cuatro horas.

Además de ese espectógrafo, a partir del próximo año también se instalarán una serie de instrumentos de vanguardia que permitirán observar objetos cósmicos hasta hace poco invisibles. Como la cámara infrarroja llamada CanariCam, que hará que una sola noche de observación equivalga a 40 en un observatorio de seis metros; el aparato es construido por la Universidad de Florida y estará listo en la primavera de 2010.

También se adaptará un aparato llamado Emir, que permitirá estudiar la formación de estrellas. Se trata de un espectógrafo multiobjeto diseñado por el Instituto de Astrofísica de Canarias. Además, los científicos mexicanos, en coordinación con especialistas de España y Estados Unidos, trabajan en la construcción de la cámara infrarroja llamada Frida, que permitirá realizar observaciones espectroscópicas en tres dimensiones y arrojará un retrato del cosmos como nunca antes se había visto. Este proyecto es liderado el Instituto de Astronomía de la UNAM y lleva ese nombre en honor a la pintora mexicana Frida Kahlo.

La UNAM, como institución copatrocinadora, tendrá derecho a usar cinco por ciento del tiempo anual del GTC.

Con información de Emir Olivares