La representante del PAN ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE), Lariza Montiel, aseveró que uno de los propósitos de la expedición de la cédula de identidad ciudadana es dar elementos al Estado para tener mayor control en las actividades lícitas o ilícitas que ocurren en el país y para determinar el nivel de impuestos que cobra a los ciudadanos.

Montiel declaró lo anterior durante la sesión del IFE en la que consejeros y representantes de los partidos advirtieron sobre los efectos negativos que tendrá ese documento, porque al quitar a la credencial para votar el rango de identificación oficial se desalentará la inscripción al padrón electoral y bajará la participación ciudadana en los comicios.

Esa medida, como está planteada, es un retroceso para la democracia, porque implica ir para atrás en la habilitación de ciudadanos para ejercer su derecho al voto y para que contribuyan a la organización de los comicios. Esa parte es preocupante, señaló el consejero Benito Nacif, integrante de la Comisión del Registro Federal de Electores (CRFE).

Consejeros y representantes partidistas se peguntaron por qué el Presidente de la República anunció la expedición de la cédula en un periodo de severa crisis económica y de importantes recortes al gasto público.

El consejero Marco Baños sostuvo que el IFE debe ser muy claro en cuanto a mantener el padrón electoral bajo su custodia y administración.

Otros consejeros dijeron que el proyecto gubernamental tiene respaldo en la ley, pero promoverlo sin consultar o informar al IFE es desafortunado, porque este órgano tiene, desde su creación en 1990, la responsabilidad de elaborar el padrón (integrado con datos de más de 77 millones de mexicanos) y vigilar su confidencialidad.

Los consejeros se enteraron del anuncio del presidente Calderón por los medios de comunicación el miércoles, cuando estaban en una sesión.

El anuncio es inoportuno e impertinente, dijo el representante del PRI, Sebastián Lerdo de Tejada. Esta falta de coordinación y comunicación institucional refleja impericia, mala fe o ambas cosas. Por eso quedan más dudas que respuestas. ¿Qué vieron o qué urgencia les entró?, ¿qué están preparando hacia el 2012 o qué vieron de oportunidad hacia el siguiente proceso electoral federal?, expresó.

El consejero Francisco Guerrero, presidente de la CRFE, aseguró que el IFE no será convidado de piedra en ese proceso tan importante para el futuro de la democracia en el país, mientras su par Alfredo Figueroa dijo que el asunto requiere de un debate público para definir las implicaciones de tal proyecto.

Aunque la propuesta inicial era que el IFE fijara una postura, el consejero presidente, Leonardo Valdés, sólo anuunció que se comunicará a la brevedad con la Secretaría de Gobernación.

Manifestó que durante casi 19 años el IFE ha perfeccionado la credencial de elector para garantizar seguridad en la identificación de los ciudadanos, por lo cual es necesario que otros instrumentos similares consideren por lo menos todos los mecanismos de seguridad que tiene la mica para sufragar.

La representante del PAN lamentó que haya quienes desnaturalicen esta política pública, porque la expedición de la cédula abarca en mayor medida la recaudación. Recordó que la expedición de la cédula de identidad es un compromiso del gobierno de Felipe Calderón, adoptado en el contexto del Acuerdo Nacional para la Seguridad (firmado en agosto de 2008); es decir, aseveró, no es un mecanismo para mermar el valor de la credencial de elector.