Cultura
Ver día anteriorLunes 3 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Interpretan dos piezas inéditas, identificadas recientemente como obras del músico

Después de 240 años, se escuchó otra vez al virtuoso niño Mozart

Es el eslabón perdido entre sus primeras pequeñas composiciones y sus sonatas, sinfonías y conciertos, dijo el descubridor

La presentación en público se realizará en enero de 2010

Foto
Foto
Las dos piezas para piano fueron anotadas por el padre de Mozart; hasta ahora eran consideradas anónimas. Sin embargo, tras un análisis, resaltó que se trata de piezas técnicamente muy ambiciosas, sin paralelo en las creaciones musicales de Salzburgo de esa época, y al mismo tiempo presentan deficiencias en la composiciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de agosto de 2009, p. 8

Salzburgo, 2 de agosto. Hoy, después de más de 240 años, volvió a interpretarse la primera pieza para orquesta del compositor Wolfgang Amadeus Mozart. Se trata de un momento extraordinario, anunció Johannes Honsig-Erlenburg, presidente de la Fundación Internacional Mozart.

La pieza para piano era atribuida hasta ahora a un autor anónimo, pero finalmente fue identificada, con una probabilidad cercana a la seguridad, como la primera gran composición de Mozart.

La obra fue interpretada en la casa de Mozart en Salzburgo, y en el que fue su piano, ante representantes de medios de información internacionales. Además del pasaje de un concierto para cémbalo y orquesta en sol mayor, también se tocó un preludio fragmentario, atribuido recién ahora al famoso compositor.

Es el eslabón perdido entre las primeras pequeñas composiciones de Mozart y las grandes formas de la música instrumental, es decir, sonatas, sinfonías y conciertos, señaló el descubridor de la pieza, el director científico de la Fundación Internacional Mozart, Ulrich Leisinger.

Se trata de un amplio pasaje del llamado Libro de notas de Nannerl que Leopold Mozart inauguró en 1759 para su hija Maria Anna (Nannerl), y que luego usó también para las clases de piano del pequeño Wolfgang. Además de piezas para practicar, el libro de notas contiene las primeras pequeñas composiciones de Mozart, de modo que fueron posibles ahora estos dos espectaculares descubrimientos.

Las dos piezas para piano fueron anotadas por el padre de Mozart, Leopold, y hasta ahora eran consideradas anónimas. Sin embargo, al analizarlas, llamó la atención que se trata de piezas técnicamente muy ambiciosas, para las que no se encontró paralelo en las creaciones musicales de Salzburgo de ese entonces.

Al mismo tiempo, presentan deficiencias en la composición, lo que permitió descartar al versado Leopold Mozart como autor. De esta forma, se considera probado que las piezas de 1763/64 pertenecen a Mozart cuando tenía siete u ocho años, y que se las tocó a su padre para que las anotara.

A prueba de talento

El pianista y compositor Robert D. Levin está convencido de que Mozart quiso poner a prueba su virtuosismo en el piano: Es bastante loco a lo que obliga al pianista: pasajes muy veloces, cruzando las manos, saltos salvajes, dijo.

Debido a las anotaciones en lápiz al costado de las notas, los expertos en Mozart creen que el pasaje del concierto fue tocado en el pasado. Sin embargo, sólo se conservaron los solos para cémbalo.

Por encargo de la Fundación Internacional Mozart, Levin trabajó en una versión para orquesta y redujo los pasajes virtuosos del solo para cémbalo a formas más simples.

La primera presentación en público de la obra, completada con la orquesta, se realizará en la Semana de Mozart de Salzburgo 2010, en enero.