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Minimiza la SEP el problema: cotidianos, esos daños
 
Periódico La Jornada
Martes 4 de agosto de 2009, p. 7

Para la Secretaría de Educación Pública (SEP), las lesiones en los ojos y las quemaduras en el rostro sufridas por cerca de 60 integrantes de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México (OSIM) a causa de una intensa exposición a la luz solar, corresponden a las que cotidianamente se presentan en las actividades laborales y de esparcimiento en personas susceptibles expuestas al sol.

Así, traer parchados los ojos, no poder ver o percibir una especie de neblina, mantener los párpados cerrados y tener la cara quemada es una cuestión diaria y común para la dependencia.

En un comunicado, la SEP señaló que el diagnóstico fue afección superficial de conjuntiva por exposición al sol y medio ambiente seco y cálido, aunque el director de la Asociación para evitar la Ceguera, Jorge Villar Kuri, señaló que la única causa de la cratoconjuntivitis actínica presentada por los menores que fueron atendidos en ese nosocomio fue la intensa luz solar.

En el documento, la dependencia corrigió los datos ofrecidos por su titular, Alonso Lujambio, a este diario, en el sentido de que 54 niños fueron los afectados. En su boletín indicó que el equipo médico de dicho hospital y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atendió a 57 menores (el director de la OSIM, Enrique Barrios, habla de 60).

Afirmó que en este momento, todos los niños se encuentran en sus lugares de origen, sin ningún problema mayor.

Así, insistió en que al establecer contacto con las familias, en coordinación con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, se reportó todo normal y los menores continúan en franca y rápida recuperación que, como establecieron los médicos, sería en un lapso de 24 a 48 horas.

Señaló que sólo cinco miembros de la OSIM presentaron enrojecimiento de la piel –esto, pese a que La Jornada corroboró que muchos niños más tenían signos de quemaduras en el rostro–, y no hubo ningún caso de quemaduras que requiera de atención especializada. Es importante mencionar que ninguno de los niños o jóvenes presentó quemaduras en la retina, dijo.

Sin proporcionar la identidad de los médicos del IMSS y del hospital citado que atendieron a los infantes, destacó el apoyo de ese cuerpo de especialistas. Dijo que algunos de los pacientes con mayor sensibilidad, además de aplicar el tratamiento médico, se procedió a la oclusión ocular y el domingo se estableció una nueva revisión, encontrando a la mayoría recuperados, y a otros en franca mejoría.

No obstante, La Jornada constató el domingo que el hotel donde se alojaron los menores era un caos a causa del llanto, el dolor de ojos y el ardor en la piel entre los niños y por la preocupación de los padres de familia que llegaron y de muchos jovencitos que no alcanzaban a comprender qué les había pasado el sábado, luego de hacer una presentación frente a Alonso Lujambio.