Cultura
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El caricaturista inaugura exposición en la galería Levadura, de la colonia Roma

No hago bocetos, pero una vez que sale la idea, lo demás es pan comido: Ahumada

El artista posee un vasto universo iconográfico creado a lo largo de casi 30 años

Con motivo del 25 anivrsario de La Jornada, en septiembre, mostrará algunas esculturas

Foto
Manuel Ahumada, durante la entrevistaFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de agosto de 2009, p. 6

Manuel Ahumada está por cumplir 30 años de actividad artística. Tres décadas repartidas entre la caricatura política, la historieta, la pintura y la escultura, a lo largo de las cuales ha plasmado un vasto universo iconográfico habitado por ángeles que cogen, demonios crudos, mujeres etéreas, astronautas que viajan en combi, pachucos sin rostro, espejos abismales, ventanas interdimensionales, azoteas melancólicas y tendederos donde se orean los objetos más inesperados.

En la galería Levadura, hoy se abre la muestra La ventana de tus ojos, con dibujos y pintura con parte de la producción más reciente del caricaturista de La Jornada, en la cual recrea y enriquece su universo, con sus telones de fondo habituales: la cotidianidad urbana y el espacio sideral, que deviene ambiente metafísico donde todo es posible.

Inquietante humor negro

Imbuidas de la intención narrativa del autor, las obras recientes persisten en ese humor negro e inquietante que caracteriza la obra de Ahumada.

Por ejemplo, la que representa a una niña sentada a la orilla de un andén del Metro, con las piernas colgando hacia la vías, indiferente al peligro.

Esas imágenes, que parecen sustraídas de sueños maravillosos o de pesadillas inenarrables, se gestan en la vigilia: La sucesión de imágenes que aparecen durante un sueño, no me sirven para nada.

Las ideas le pueden venir en vigilia, caminando por la calle, mirando la ciudad. Normalmente carga una pequeña libreta donde las apunta y después las desarrolla.

A pesar de la soledad o la tristeza que proyectan muchos de sus cuadros, Manuel Ahumada dice que no la pasa mal cuando trabaja: Sufro cuando el lienzo está en blanco, cuando no sé bien por dónde empezar, porque no hago bocetos, pinto directo; pero una vez que sale la idea, lo demás es pan comido.

Manuel Ahumada estudiaba ingeniería y quería ser músico (de hecho, varios de sus mejores amigos son músicos). Sin embargo, el azar y las circunstancias lo fueron llevando al camino en el que finalmente se desarrolló.

Comenzó haciendo historietas. Las primeras se las publicaron en la revista Melodía, que dirigía Víctor Roura.

Posteriormente empezó a colaborar en La Garrapata y después en el suplemento de caricatura Masomenos, del diario unomásuno. Tras la escisión en éste, formó parte del equipo fundador de La Jornada, en cuyo suplemento Histerietas también participó.

La muestra en la galería Levadura (Tonalá 23, entre Puebla y Durango, colonia Roma), se inaugura a las 20 horas. En la invitación correspondiente, el periodista Carlos Paul, reportero de la sección cultural de este diario, anota:

“Reconocido por la célebre serie La vida en el limbo, publicada por el suplemento Histerietas de La Jornada, por conjugar la ficción, la ciencia, el humor, el amor, el desamor, la intimidad de la vida cotidiana que desafía la imaginación, Manuel Ahumada exhibe ahora una serie de dibujos inéditos en la muestra La ventana de tus ojos.

El eco de la literatura

La incursión de Ahumada en la pintura y, años después, en la escultura, fue un paso natural en su tránsito por las artes visuales.

Con motivo del 25 aniversario de La Jornada, este septiembre, Ahumada exhibirá parte de su trabajo escultórico, con algunas piezas inspiradas en su quehacer pictórico y otras en el libro El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry.

Por cierto, cuenta el artista que la literatura ha jugado un papel importante en la concepción de su universo iconográfico. Menciona a autores como Franz Kafka, Jorge Luis Borges, Hermann Broch. No es que se haya propuesto hacer una versión plástica de la literatura de ellos, sino que, por decirlo de algún modo, las atmósferas, imágenes y estados anímicos encontraron eco en su trabajo creativo.