La organización Physicians for Human Rights (PHR) determinó que la revisión de la muerte del periodista estadunidense Brad Will, de Indymedia, asesinado el 27 de octubre de 2006 durante el conflicto político-social en Oaxaca, y realizada por investigadores canadienses, reitera declaraciones previas imprecisas y engañosas de la Procuraduría General de la República (PGR).

En un comunicado de prensa, Stefan Schmitt, director del International Forensic Program (IFP) de PHR, quien encabeza un equipo de expertos, señaló que la PGR no parece estar dispuesta a investigar con seriedad las conexiones entre las muertes violentas que ocurrieron en Oaxaca a finales de 2006. No hay indicios de que tenga la intención de comparar la evidencia entre los distintos casos, como se esperaría que haya un patrón tan evidente de homicidios sin resolver.

En un análisis de PHR, a solicitud de Amnistía Internacional y de la familia de Brad Will, de los resultados obtenidos por investigadores canadienses –quienes a petición de la PGR realizaron indagatorias del caso y cuyos resultados dieron a conocer el pasado 17 de julio–, destaca que se rechaza la posibilidad del rebote (de la bala) únicamente con la reiteración del argumento de la PGR en el sentido de que el proyectil fue pintado por alguien para señalarlo.

El organismo no gubernamental señaló que en sus propias investigaciones realizadas en marzo de 2008 se encontraron indicios que concluyeron que uno de los proyectiles rebotó de un objeto rojo antes de herir fatalmente a Brad Will.

Este hecho importante, agrega el comunicado, se basa en el descubrimiento de pintura roja incrustada en áreas dañadas del proyectil, y el hecho de que el mismo patrón de transferencia de pintura es claramente visible en una fotografía tomada cuando se extrajo el proyectil durante la autopsia.

Los especialistas forenses del IFP-PHR destacan que tal circunstancia resulta incompatible con la hipótesis de la PGR, que afirma que el disparo se originó de una arma de fuego ubicada en el entorno inmediato de Will, impactándolo directamente en el pecho sin rebotar de algo en su trayectoria.

Sin embargo, agrega, aunque la cadena de custodia debería ser accesible, ni los expertos canadienses ni las autoridades mexicanas han producido información sobre cualquier individuo que supuestamente pintó el proyectil de color rojo. De igual modo, indican, el informe canadiense no reconoce que pintar evidencias forenses en áreas de valor analítico es contrario a cualquier estándar forense.