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Adelanta vocero de la Casa Blanca: no esperamos anunciar nada grande en estos días

Expectativas exiguas para la cita trinacional: cooperación, la palabra que más sonará

Será Napolitano y no Clinton quien acompañe a Obama; no se hablará de camiones ni de visas

Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 8 de agosto de 2009, p. 6

Nueva York, 7 de agosto. La palabra cooperación seguramente será usada en demasía en la cumbre trinacional de América del Norte, pero eso podría ser lo único que se logre en Guadalajara al reunirse los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá.

Hoy, el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, adelantó: no esperamos anunciar nada grande en estos días, y altos funcionarios aquí han enfatizado la cooperación más que logros o avances concretos para esta cumbre.

Por lo tanto, no se espera alguna resolución en la disputa comercial sobre los camiones mexicanos, y el gobierno de Canadá ya filtró a medios en su país que no habrá ningún anuncio de cambio de la política sobre el nuevo requisito de visas para todo viajero mexicano al país norteño.

En lo que será la tercera reunión formal entre los presidentes Felipe Calderón y Barack Obama (la primera fue cuando el estadunidense era presidente electo), el tema central promete ser lo que denominan seguridad ciudadana, o que en otras ocasiones se llama guerra contra el narcotráfico. Sin embargo, Obama llegará elogiando la cooperación y la valentía de su contraparte mexicana, pero sin un informe favorable que preparaba el Departamento de Estado para certificar que México está cumpliendo con las condiciones de derechos humanos en la Iniciativa Mérida.

Así, ambos gobiernos están intercambiando elogios y rechazando las acusaciones que grupos de derechos humanos en los dos países hacen en el sentido de que se están cometiendo cada vez más abusos contra las garantías individuales por las fuerzas de seguridad mexicanas en su combate antinarcóticos.

Cuando el senador Patrick Leahy detuvo esta semana la entrega al Congreso de ese informe requerido por las condiciones de la Iniciativa Mérida, las cuales ordenan que 15 por ciento de los fondos de la asistencia estadunidense antinarcóticos a México no se pueden liberar sin que el Departamento de Estado confirme que se está cumpliendo con las normas, descarriló el plan de Obama de llegar a Guadalajara y celebrar la cooperación sin precedente entre ambos países. Leahy dijo que las condiciones no se están cumpliendo, y por lo tanto es prematuro entregar un informe favorable.

Ayer, el encargado del área de América Latina para el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Dan Restrepo, intentó minimizar el asunto, señalando que, primero, lo que se solicita no es una certificación, sino simplemente un informe, y que la demora tiene que ver con que el Departamento de Estado quiere que sea lo más completo posible. Comentó a periodistas que se está actualizando la información recién llegada y que será enviada al Congreso lo más pronto posible.

Mientras tanto, se continuará elogiando la cooperación antinarcóticos, aunque ahora aparentemente Colombia es el modelo para México.

El general James Jones, asesor de Seguridad Nacional de Obama, declaró ayer que el gobierno de Calderón se ha desempeñado muy valientemente frente a los cárteles y que “tenemos que hacer todo lo que podamos para ser un vecino que ayude… asegurar que somos exitosos en esto”. Pero advirtió que desafortunadamente, esto no es una proposición de corto plazo. Hemos visto nuestros compromisos en Colombia a lo largo de un número de años tener éxito, entonces esta es una iniciativa de largo plazo.

Más allá de este compromiso, tal vez lo único concreto que tendrá en mano Obama al llegar a México será un nuevo embajador. Carlos Pascual fue ratificado hoy por el pleno del Senado y el cubano-estadunidense, con larga trayectoria en la diplomacia (y cuyo nombramiento al inicio despertó inquietud por ser experto en estados fallidos justo cuando algunos sectores del gobierno calificaban a México como posible candidato a tal título), pronto asumirá sus funciones al frente de la sede diplomática estadunidense en México.

A la vez, Obama será acompañado no por la encargada de relaciones exteriores de su gobierno –la secretaria de Estado Hillary Clinton se encuentra de gira por África– sino por la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, dando a entender que la relación con México es más un asunto de política interna para Estados Unidos. Según comunicó la Secretaría de Seguridad Interna hoy, Napolitano abordará varios temas de la cooperación trinacional tales como la influenza A/H1N1, el combate contra redes ilícitas trasnacionales y el terrorismo.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Jones caracterizó ayer la cumbre como una oportunidad para discutir temas de importancia en el contexto hemisférico y global de América del Norte, incluyendo economía mundial, energía, cambio climático y seguridad.

Él y otros altos funcionarios indicaron que se abordarán temas transfronterizos, desde el combate al crimen organizado hasta la epidemia de influenza, entre otros. El punto fundamental es que lo que afecta a nuestros vecinos tiene el potencial de afectarnos a todos, entonces deseamos asegurar que tenemos la más firme y mejor cooperación, afirmó Jones.

Además de abordar la crisis económica y sus efectos en la relación comercial de los tres socios del TLCAN, las lecciones que dejó la influenza A/H1N1 para la cooperación regional y la lucha contra el crimen organizado, se hablará de seguridad energética, combustibles alternativos y, en torno al continente, la crisis en Honduras, informaron.

De última hora, parece que el máximo diplomático encargado de las relaciones interamericanas no estará en funciones. Arturo Valenzuela, nombrado por Obama secretario asistente de Estado para el hemisferio occidental, es víctima de la crisis en Honduras, ya que senadores republicanos conservadores han congelado el voto de su ratificación en protesta por la política de Obama sobre ese conflicto. De hecho, la posición de Obama sobre Honduras tampoco fue tema elaborado en las sesiones de información anteriores a la cumbre.

Jones enfatizó que la cumbre es considerada parte del compromiso de Barack Obama de fortalecer y ampliar las relaciones con el continente, ya que son críticas para promover nuestros intereses nacionales, y clave para nuestra seguridad y bienestar económico. Definió los temas de la cumbre como la recuperación económica y la competitividad, la seguridad ciudadana, y la energía limpia y el cambio climático.

Ninguno de los estadunidenses mencionó el tema de la migración.