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Exigen ecologistas incluir especies en riesgo de extinción en los mercados de carbono

Cada año desaparecen 15 millones de hectáreas de bosques tropicales

Debemos reducir su desenfrenada destrucción, responsable de arrojar cada año 5 mil millones de toneladas de CO2, señaló Miguel Martínez Ramos, investigador del Cieco de la UNAM

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La acelerada destrucción de estos ecosistemas produce alrededor de 20 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano, causa importante del cambio climático. Arriba, niños de Chennai, India, elaboran una representación sobre el calentamiento globalFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de agosto de 2009, p. 2

Los esfuerzos para detener el cambio climático en el planeta son insuficientes, y no basta con controlar las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera; se requiere detener la destrucción de bosques tropicales –que avanza a un promedio de 10 a 15 millones de hectáreas anuales– e incluir a las especies en peligro de extinción en los mercados internacionales de carbono (mecanismo creado en el Protocolo de Kioto en 2005 con el fin de asegurar la transferencia de recursos para aumentar la capacidad de la tierra de reabsorber el dióxido de carbono).

Así lo demandaron ecologistas del mundo reunidos en congresos de la Asociación de Biología Tropical y Conservación (ATBC, por sus siglas en inglés) y la Sociedad de Ecología Tropical (GTOE, por sus siglas en inglés).

Tras una reunión celebrada en Marbug, Alemania, ambas agrupaciones emitieron la Declaración de Marbug, en la que destacan “la necesidad urgente de redoblar esfuerzos para la conservación de la biodiversidad en las negociaciones sobre el carbono en los bosques.

“Si buscamos detener el nocivo cambio climático, simplemente debemos reducir la desenfrenada destrucción de los bosques tropicales, responsable de arrojar cada año 5 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera”, dijo Miguel Martínez Ramos, investigador del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (Cieco) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien presidió la ATBC en 2007.

No basta con reducir las emisiones de carbono, también debemos salvar a las especies en peligro de extinción, enfatizó.

Núcleos de vida

La declaración destaca que los bosques tropicales se encuentran entre los ecosistemas biológicamente más ricos de la Tierra y mantienen por lo menos a la mitad de todas las especies vegetales y animales en un área histórica que equivale apenas a 7 por ciento de la superficie del planeta.

Esos ecosistemas desempeñan una gama de servicios ecosistémicos primordiales, como el almacenamiento de grandes cantidades de carbono en su biomasa viva y en el suelo, con lo que reducen la erosión del suelo y las inundaciones corriente abajo.

Asimismo, los bosques tropicales son el hogar y proporcionan medios de subsistencia de cerca de 50 millones de personas.

En contraste, la rápida destrucción de estos ecosistemas produce alrededor de 20 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano –el equivalente a 5 mil millones de toneladas de CO2, anualmente–, causa importante del calentamiento global.

En el documento, los científicos afirman que el problema es que con frecuencia los mercados internacionales de carbono se enfocan en proteger bosques en extinción que se encuentran en las tierras más baratas, como en la Amazonia.

Con los acuerdos que se negociarán el próximo diciembre en la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, este tipo de comercio de carbono muy pronto podría acumular miles de millones de dólares cada año.

Las especies más amenazadas no están únicamente en la Amazonia, dijo William Laurance, presidente de la ATBC en 2008 e investigador de la Universidad James Cook, de Australia.

“Estas especies se encuentran también en los últimos pedacitos de bosque que quedan en países como Filipinas, Madagascar e India, así como en África del Oeste, en las cadenas montañosas de los Andes en América del Sur y en Centroamérica.

Por su parte, Martínez Ramos insistió en que es posible cambiar de estrategia y proteger los bosques: Existe un enorme potencial para ayudar a proteger los bosques con recursos económicos de los mercados de carbono, pero si no somos cuidadosos, podríamos desperdiciar la oportunidad de salvar vida silvestre crítica para el futuro del planeta.

Hacemos un llamado urgente a todos los países y corporaciones para que inviertan en fondos de carbono que ayuden a preservar los bosques tropicales que aún existen, señaló Manfred Niekisch, presidente de la GTOE y director del zoológico de Frankfurt, Alemania.