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Los que hayan cumplido su vida útil entrarán al programa de chatarrización, dicen

Taxis con irregularidades saturan capacidad de corralones; algunos llevan años abandonados

Anomalías en la concesión, falta de tarjetones o multas de tránsito, principales problemas

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Aspecto del corralón ubicado en Delfín Madrigal, número 19, lleno de taxisFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de agosto de 2009, p. 31

Los corralones donde la Secretaría de Transporte y Vialidad del Gobierno del Distrito Federal (Setravi) lleva a los taxis con irregularidades se encuentran al tope de su capacidad. El número de unidades supera las cifras permitidas, aseguraron los encargados de vigilancia, incluso comentaron que en ocasiones los vehículos no pueden ser ingresados por la saturación.

Las infracciones por las que fueron remitidos son diversas: irregularidades en la concesión, falta de tarjetones o documentación, unidades en mal estado, láminas sobrepuestas, violaciones de tránsito, entre otras. Las multas pueden ser onerosas, además que por los problemas de adquisición, ya sea del vehículo o las placas, a veces les resulta imposible recuperarlo, y los propietarios se han acostumbraron a pensar que aquí siempre estará el taxi, comentaron.

Durante un recorrido por los corralones, se constató que los taxis tenían pintada la fecha de ingreso al depósito en parabrisas y medallones. Había de hacía algunos meses, pero también de 2005 y 2006.

Los encargados de seguridad indicaron que desconocen los procedimientos para la salida de los vehículos, sin embargo, manifestaron que se realiza un censo de las unidades que ya cumplieron su vida útil, las cuales entrarán en el proceso de chatarrización que anunció el titular de la dependencia, Armando Quintero Martínez.

En declaraciones anteriores el funcionario reconoció que hay taxis de los años 80 que todavía circulan, los cuales deberán salir de circulación, la mayoría dijo: “son vochos”.

El programa de chatarrización, con el que serán destruidos cerca de 8 mil taxis y microbúses, permitirá despejar espacios en los corralones, porque en algunas ocasiones –comentaron los encargados– ya no hay capacidad para recibir a las unidades sancionados.

Una muestra clara de la saturación es el depósito localizado en Delfín Madrigal, número 19, en la colonia Santo Domingo, Coyoacán, justo detrás del paradero de la estación Ciudad Universitaria del Metro. La planta baja y el primer nivel tienen todo el espacio cubierto de vehículos, la mayoría son Volkswagen ecológicos, pocos son los que tienen la nueva cromática.

El ingreso de unidades, comentaron los vigilantes, continúa y los problemas se agudizan durante los operativos, porque es cuando más vehículos entran; los de modelo reciente salen rápido, el problema son los viejos, a veces es mejor para el dueño darlo por perdido, abundaron.