Inspirada en el informe y los primeros descubrimientos astronómicos en torno a la Luna que hizo Galileo Galilei por medio del telescopio, el montaje escénico Sidereus nuncius –que toma el título de ese informe– es una obra multidisciplinaria en la cual se conjugan la danza, el video y un sistema sonoro electroacústico cuyo sonido será difundido por ocho bocinas o canales alrededor de la sala y el escenario, más dos bocinas que difunden sonidos graves y la utilización de alrededor de 21 micrófonos.

Según el compositor Javier Torres Maldonado se trata de un trabajo colectivo y creativo sustentado en distintas escenas o recipientes, dentro de los cuales “se vertieron diferentes ideas –musicales y dancísticas– a partir del informe de Galileo redactado en 1610”.

Ese trabajo –en el que participan la coreógrafa y bailarina Claudia Lavista, quien junto con Víctor Manuel Ruiz, se encarga de la dirección escénica y la coreografía, y de José Manuel Recillas, autor de los textos líricos– se integra por una lectura crítica al desarrollo tecnológico, que si bien ha traído consigo una serie de avances y progresos, también es causante de la depredación del planeta, explicó Recillas.

La idea es señalar ese aspecto y para ello se seleccionaron una serie de textos de autores como Fernando Pessoa, Hölderlin y Nietzsche, entre otros, que en conjunto ofrecen una lectura crítica a una racionalismo absoluto que el pensamiento científico propone y que de alguna manera Galileo inauguró.

Fenómenos al unísono

La crítica no es a la invención, sino a la utilización negativa que se hace de la tecnología, aclaró Torres Maldonado.

En el montaje, explicó el compositor, “el público podrá apreciar, al unísono, fenómenos acústicos mediante la aceleración o deformación virtual de los sonidos que un trío de percusionistas emitirán al utilizar alrededor de 40 instrumentos.

“La partitura está elaborada para un sistema electroacústico, esto es, la difusión que se implementará en torno a la sala y el escenario.

Tal sistema permite simular movimientos simples y complejos del sonido y su trayectoria. Por tanto, la utilización del espacio acústico sirve de parámetro estructural musical.

Con más de 10 años de trabajo en la espacialización del sonido, Torres Maldonado manifestó que en ese montaje los percusionistas estarán en movimiento, “tanto de un módulo a otro –donde se ubicarán ciertos instrumentos– como detrás del público”.

Lo novedoso de la propuesta, subrayó, “es el sistema de espacialización del sonido que desarrollamos en el Centro Nacional de Creación Musical, en León, Guanajuato, el cual puede ser capaz de acelerar hasta la velocidad del sonido.

“Se trata de crear una ilusión sonora. Por ejemplo, cuando en un altavoz se escuche cierto sonido, al pasar a otro comenzará a bajar de volumen y en el siguiete a subir; así se pueden crear aparentes trayectorias espaciales, es como si se tuviera un objeto sonoro que se mueve alrededor del público y con base en su aceleración se puede escuchar cómo se transforma el timbre del instrumento.

‘‘Es una experiencia impresionante”, destacó el compositor, quien además es docente en el área de nuevas tecnologías en el Conservatorio de Milán.

Música y textos desde el cuerpo

En el aspecto escénico, detalló Claudia Lavista –quien encabeza la compañía Delfos Danza Contemporánea–, “se trató de abordar la música y los textos desde el cuerpo. Es una obra concebida para ocho bailarines y las escenas en que se divide son una especie de ‘recipientes’ donde se mueven las ideas musicales, del texto, la danza y el video, el cual se proyecta en diferentes pantallas”.

Respecto de la coreografía, la obra está pensada a partir de fenómenos físicos que a simple vista son muy cotidianos, pero muy complejos, como son la fuerza de gravedad, la energía pendular y el proceso de observación.

Cuando se conceptualizan esas fuerzas y energías para un movimiento dancístico, como es el caso, explicó Lavista, se descubren cosas muy interesantes en el propio cuerpo, desde su anatomía hasta la relación de dos, tres o cuatro cuerpos en el espacio.

No es una obra lineal en términos narrativos, sino un especie de viaje que recorre muchos lugares, concluyó la coreógrafa Claudia Lavista.

Sidereus nuncius o El mensajero sideral, coproducida por México-Francia, es una obra por encargo del Festival Internacional Música y Escena 2009, con la cual concluye dicho encuentro. Luego se presentará en la versión 37 del Festival Internacional Cervantino.

Con escenografía y vestuario de Eloise Kazan, diseño y realización del video de Mario Villa, iluminación de Víctor Manuel Ruiz, la participación de Delfos Danza Contemporánea y los percusionistas Yi-Ping Yang, Ricardo Gallardo y Raúl Tudón, el montaje se escenificará en dos únicas funciones: el 5 y el 6 de septiembre a las 19 y 18 horas, respectivamente, en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000).