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El periodista Stephen Baker realiza investigación sobre estos nuevos personajes

Los numerati, mafia cibernética de la que nadie en el mundo escapa

Analizan los millones de datos que damos a bases de Internet, bancos y tiendas, explica

Manipulan nuestra conducta sin que nos demos cuenta, señala en la publicación

 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de septiembre de 2009, p. 8

Cada clic de Internet, cada llamada telefónica, cada mensaje del celular o cada compra con tarjeta de crédito envía información a alguna base de datos, la cual es analizada, procesada, por los numerati, término acuñado por Stephen Baker para denominar a estos especialistas modernos que siguen la huella de cada persona en el mundo moderno.

En entrevista con La Jornada, Baker, periodista de Business Week, habló sobre su investigación, recogida en su primer libro, Los numerati (Editorial Planeta), a los que considera una mafia matemática. Nadie escapa... bueno, quizá quienes viven aislados en un pueblo y no usen celular o Intermet.

Compañías como Yahoo y Google obtienen al mes un promedio de 2 mil 500 detalles sobre cada uno de nosotros, añadió tranquilo, pero el tema le apasiona.

En el libro se pregunta: “¿Quiénes examinan estos datos y qué hacen con ellos? Los numerati utilizan dicha información para predecir, con asombrosa exactitud, las decisiones que vamos a tomar. ¿Su meta? Manipular nuestra conducta –qué hacemos, qué compramos, por quién votamos, a quién amamos– sin que nos demos cuenta.”

Niega ser un numerati, pero acota que ojalá lo fuera. “Suelen ser muy ricos. Los numerati conocen las matemáticas, las ciencias de computadoras... ¡todo eso a lo que yo escapé cuando escogí la carrera de periodismo!

“Ellos analizan los millones de datos que damos sobre nuestro comportamiento. Por primera vez en la historia tienen los medios para analizar al humano y hacerse dueños del mundo que antes teníamos para nosotros. Trabajan para empresas como las citadas y otras como IBM, Microsoft y las telefónicas, así como para las del tipo de Wal-Mart, que tienen gran cantidad de bancos de datos sobre consumidores.

“Lo que quieren hacer es comprender a cada individuo para poder venderle más. Trabajan en equipos que tienen científicos de computadoras, ingenieros electrónicos y matemáticos, pero también sicólogos, antropólogos, etcétera. Saben de algoritmos y buscan las pautas de todo lo que hacemos. Digamos que enseñan a las máquinas para hallar las semejanzas entre nosotros, las cuales no vemos.

Lo bueno de eso es que nos pueden anticipar los gustos, las preferencias, los intereses, y darnos lo que nos gusta; ofrecernos o sugerir un libro que nos agrada inmensamente. Lo malo es que esto podría desembocar en una sociedad de vigilancia total, como la que pensó George Orwell. Lo que se puede medir se puede controlar, advirtió.

Su libro más bien parece de ciencia ficción o una novela futurista, a lo Ray Bradbury. Nos miden y vigilan nuestras vidas. Eso lo hacen también con los que trabajamos con ideas. Con los datos pueden empezar a construir modelos del obrero ideal. Luego empujarnos hacia ese modelo.

Ha platicado con numerati, los cuales se sienten orgullosos de su trabajo. “Les fascina; creen que están cambiando el mundo para mejorar. Consideran que están construyendo una nueva sociedad, más inteligente. Si se observan las tendencias en el mundo actual, nos percatamos de que buscamos eficiencias económicas para que haya menos despilfarro.

“En cada una de esas áreas los numerati nos ofrecen mejoras. Por ejemplo, si se tiene un hijo que en un momento consume drogas y se le quiere controlar, se le da un teléfono móvil con un programa para saber dónde va, en un mapa. Es un primer paso.

“Eso podría extenderse para vigilar nuestra salud, nuestro corazón. Imagino que en los ministerios de México hay numerati. Estos señores han existido siempre, pero ahora hay nuevos campos para ellos. Por ejemplo, hace 10 años, antes de Google, los matemáticos no se metían mucho a la publicidad. Ahora los numerati pueden medir qué anuncios funcionan y para determinado tipo de gente. El comportamiento humano es su laboratorio. Si cambiamos nuestras preferencias nos meten en otros grupos.”

El origen de la investigación

Baker comenzó su investigación en 2005, cuando su jefe en Business Week le encargó un trabajo sobre las matemáticas de hoy. Entrevistó a expertos de IBM y le dijeron que estaba en desarrollo un estudio sobre el trabajo de 50 mil de sus colegas.

Los datos les servirían para predecir lo que harían esas 50 mil personas, para poder hacer simulaciones y ver su productividad. Esto para optimizar el trabajo de toda la compañía. Me dije: si ellos pueden hacer modelos predictivos de sus colegas, entonces otros pueden hacer modelos de nosotros como consumidores, como pacientes, como terroristas potenciales... hasta como amantes. Eso me dio la idea del libro.

Para comunicarse con él y darle más datos a los numerati: [email protected].