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El 26166, primer premio del sorteo de la Lotería dedicado al diario

La Jornada ha vivido contra viento y marea: Carlos Payán
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Hugo Gutiérrez, Rafael Barajas, Julio Hernández, Jaime Avilés y Carlos Payán, al término de la mesa redonda en instalaciones de la Lotería NacionalFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de septiembre de 2009, p. 18

Como cada martes, jueves y domingo, a las 20 horas se inició el sorteo mayor de la Lotería Nacional. Ahora fue el número 3290, pero esta ocasión dedicado a La Jornada, al cumplirse 25 años de su fundación.

Los niños gritones, símbolo de legalidad y transparencia para quienes empeñan su sueño en cada cachito, cantaron ganador del premio principal el número 26166. Fueron 10 millones de pesos en dos series emitidas para su venta a Monclova, Coahuila, y la ciudad de México.

Benjamín González Roaro, director general de la Lotería, invitó al presidente del consejo de administración de La Jornada, Hugo Gutiérrez Vega, a dar el timbrazo con el cual comenzó el sorteo, seguido con expectación y curiosidad por numerosas personas que se dieron cita en el salón correspondiente de la institución, fundada en agosto de 1770.

En la ceremonia, disertador en la mesa redonda que sobre el periódico se organizó de manera previa al sorteo, estuvo Carlos Payán Velver, director fundador del diario, quien ponderó la búsqueda permanente de los jornaleros por contar las cosas de otra manera.

Evocó el mitin fundacional del rotativo. En ese acto, de 7 mil personas, había una voluntad social que estaba exigiendo, que pedía esperanzada, un nuevo periódico. Y había también un grupo de periodistas, todos los que participaron en ese inicio, con una voluntad férrea para llevar a cabo ese proyecto.

La Jornada, expresó Carlos Payán, ha sido producto de una voluntad colectiva no sólo de nosotros, sino del público. Ha sido un diario que ha resistido muchos embates y ha vivido contra viento y marea, y contra mareos. Pasé los años más felices de mi vida trabajando como periodista, apuntó.

Luego subrayó la singularidad jornalera de ser prácticamente el único diario en el mundo en manos de periodistas. Pero nosotros solos, solitarios, hacemos nuestro grito de libertad todos los días, destacó.

En ese sentido, todos los participantes resaltaron la condición de comunicadora y reportera de a pie que distingue a la actual directora general de La Jornada, Carmen Lira Saade.

Al hacer la introducción a las participaciones, Gutiérrez Vega refirió que estos han sido 25 años de servir a la verdad, de fomentar el pensamiento crítico y de buscar las causas que producen los efectos que padece la sociedad. Veinticinco años de defensa de la democracia, de la libertad de expresión y de la tolerancia. Un cuarto de siglo de evitar la autocensura, de expresar sin restricción alguna nuestros puntos de vista y de apoyar a los movimientos sociales que luchan por la liberación, la justicia y la libertad.

Éstos y otros muchos matices nos pintan los 25 años de historia de un medio impreso hecho y dirigido por periodistas, y siempre puesto al servicio de una sociedad enajenada por el consumo, la manipulación de la verdad, la mentira sistemática, la demagogia y la corrupción.

Enseguida cedió la palabra a Jaime Avilés, Julio Hernández López y Rafael Barajas, El Fisgón, informadores de esta casa editorial.

Todos ellos, como más tarde diría González Roaro y testimoniarían los muchos lectores que se congregaron la tarde de ayer en el edificio de Plaza de la Reforma, aseguraron que el México democrático de hoy no podría entenderse sin la existencia de La Jornada.

El propio titular de la Lotería manifestó que este periódico ha marcado en el acontecer mexicano una pauta, una referencia, “y sin lugar a dudas hoy día no podríamos entender la democracia mexicana sin entender la historia de La Jornada”, que se ha ganado a pulso un espacio en un amplio sector de la población. En sus páginas escriben y colaboran mexicanos de gran valor, independientes y críticos, resaltó.

Jaime Avilés, el primero en participar, hizo un recuento sobre varias luchas sociales, de las cuales este diario ha dado cobertura puntual. “Si La Jornada no existiera todas éstas las habríamos perdido”, resaltó.

Julio Hernández López destacó el esfuerzo de quienes hacen este diario, que ha dejado huella en este tiempo, en una condición de lucha por el respeto a la libertad de expresión, pero sobre todo por dar voz a quienes no la tienen en el resto de los medios.

Y El Fisgón habló del rotativo como un esfuerzo muy importante en la historia periodística del país, que se ha mantenido como un medio independiente y unido a pesar de los embates de la gente del poder y con un gran compromiso con la verdad.