Las dirigencias nacionales del PRD y Convergencia resolvieron dejar atrás las diferencias políticas que los alejaron durante casi dos años y restablecer acuerdos electorales y legislativos, sin descartar –por los perredistas– esfuerzos por construir un partido único de las izquierdas.

El encuentro privado –realizado la noche del miércoles– entre Jesús Ortega y Luis Maldonado, presidentes de dichos institutos políticos, respectivamente, cierra el círculo para el reinicio del diálogo entre los líderes de los partidos integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP) –incluido el PT–, aunque en esta etapa se trate de reuniones bilaterales.

La relación se afectó después de que en diciembre de 2007 el PRD aprobó la reforma electoral, que significó el fin de la figura de coaliciones.

En un comunicado de prensa, Maldonado explicó que coincidió con Ortega en hallar puntos de encuentro entre las diversas fuerzas de izquierda progresista del país, pero aclaró que Convergencia antepuso como condiciones para avanzar en estos acercamientos que se privilegien la propuesta a la sociedad y el proyecto de nación, con respeto inequívoco a la autonomía de las dos fuerzas políticas.

En cuanto a la agenda para futuras elecciones, precisó que se irá viendo casuísticamente cada entidad federativa: su legislación, el contexto político y los perfiles de quienes puedan encabezar los proyectos.

En tanto, Ortega planteó que como con el PT, con Convergencia pactaron dar vuelta a la hoja para restablecer relaciones políticas que se habían interrumpido, y la viabilidad para trabajar de manera común en el Congreso.