Tras seis días de inundación en el acceso al relleno sanitario Bordo Poniente, unos 600 camiones aún esperan descargar las 19 mil toneladas de basura que tienen en sus interiores, pese a que se ha habilitado una quinta plataforma para atender entre 50 y 70 vehículos al mismo tiempo, informó el secretario de Obras y Servicios, Fernando Aboitiz Saro, al llamar a las autoridades federales a permitirles seguir operando tres años más, pues no es un asunto tan simple, como agarrar y decir que lo cierren.

Al término del desfile Tres años cumpliendo, que se realizó en el Zócalo, declaró que debe haber una responsabilidad mayor por parte de la Comisión Nacional del Agua para autorizar el uso de la zona ocho, con una tecnología diferente, donde se podría abrir un Centro Integral de Reciclaje y Energía (CIRE) y tener ahí la disposición permanente de la basura que generan 10 millones de personas en la ciudad.

Yo pediría que se vea (este asunto) a altura de miras. No con colores de partido, sino que se vea con color de mexicano, pues no existe ningún riesgo para la ciudad y el estado de México si se amplía su uso, dijo Aboitiz, al señalar que el difícil acceso al relleno sanitario por la inundación de más de un metro de altura ocasionada por las fuertes lluvias del martes pasado, ha afectado principalmente a las delegaciones Benito Juárez y Cuauhtémoc, y generó la aparición de 160 tiraderos clandestinos.

La situación en este momento, destacó, está controlada y esperamos que este lunes se normalicen las transferencias de residuos sólidos al Bordo Poniente, para que estén funcionando regularmente el viernes, al acondicionar el camino de acceso con dos mil toneladas de tepetate, aun cuando todavía dos kilómetros se encuentran inundados, pero ya no existe riesgo de vivir una situación semejante a la del martes pasado.

Peligroso derrame de lixiviados

Por su parte, el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) explicó que con el desbordamiento del agua del brazo izquierdo del río Churubusco, que ocasionó inundaciones que paralizaron la operación del basurero más grande del país, se puso de manifiesto el grave problema para el manejo de la basura del gobierno de la ciudad, pues se derraman peligrosamente lixiviados –líquidos tóxicos que genera la basura– debido a las lluvias, el descontrol y la falta de inversión en infraestructura.

Mencionó que el relleno debió cerrarse en forma definitiva hace un año y al continuar en operación se pueden contaminar los mantos acuíferos de la zona, debido a que no existe infraestructura adecuada para el manejo de lixiviados, misma que se debería contar con una red perimetral para la recolección de éstos, así como de los registros, cajas de captación, pozos para recirculación y evaporación de los lixiviados.

Llamó a las autoridades capitalinas a resolver y encontrar alternativas que no afecten a los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México y a trabajar coordinadamente para el cierre definitivo del relleno sanitario y su rehabilitación como zona ecológica.