El crecimiento de la pobreza en la actualidad es menor que el registrado en la crisis de 1995, justificó el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Ernesto Cordero Arroyo. En respuesta, la oposición en la Cámara de Diputados acusó al gobierno de Felipe Calderón de usar a los pobres como clientela electoral.

Al comparecer ante el pleno de la Cámara, el funcionario defendió el incremento del presupuesto para los programas Oportunidades y Apoyo Alimentario; no obstante, los partidos de oposición le exigieron la desaparición de las delegaciones estatales de la dependencia a su cargo y la federalización de los programas.

En ese contexto, PRI, PRD y PVEM señalaron que la demanda de aumento en 50 por ciento del presupuesto de los programas sociales –en total 74 mil millones de pesos– tiene fines electoreros, ya que en 2010 habrá comicios en diez estados.

Cordero Arroyo esperó alrededor de hora y media para comenzar su comparecencia, como parte de la glosa del tercer Informe de gobierno. En cuanto inició su intervención, diputados del PRI por Coahuila, encabezados por Rubén Moreira, desplegaron frente al funcionario dos mantas con la leyenda: No más impuestos.

Cordero Arroyo explicó que el incremento de recursos que demanda el gobierno federal, que se obtendrían del aumento de impuestos, se orientaría a Oportunidades, porque incluye acciones progresivas que llegan a las familias que más lo necesitan para combatir la desigualdad (...) Es uno de los programas sociales más evaluados en el mundo. Agregó que entre sus aportaciones han disminuido actividades de riesgo entre los beneficiarios.

Repitió los argumentos que el gobierno ha esgrimido los días recientes para defender el paquete económico: Las familias más pobres del país no pueden esperar, no tienen alternativas.

Ahí, fue cuestionado acerca de la eficacia de los programas sociales, una vez que en los dos primeros años de este sexenio, entre 2006 y 2008, el número de pobres creció en 6 millones de personas. En total son 50 millones de pobres patrimoniales.

El funcionario reviró que en la crisis de 1995, el saldo fueron 15 millones más de pobres. En este momento hay un incremento de 5 millones, una tercera parte de lo que creció la pobreza en la crisis de 95.

El diputado Cruz López Aguilar (PRI), sostuvo que se debe promulgar una nueva ley de desarrollo social con sentido federalista, dar plena autonomía al Consejo Nacional de Evaluación, transparentar los padrones de beneficiarios, desaparecer las delegaciones federales de Sedeso, convertidas en agencias de colocación política, y crear las auditorías sociales.

A su vez, Canek Vázquez, también del PRI, recordó que en 2007, cuando se propuso una reforma fiscal con nuevos impuestos como el IETU y el 2 por ciento a los depósitos en efectivo, el gobierno argumentó que fue para hacer frente a las condiciones de pobreza extrema en la que viven muchos mexicanos. A dos años de distancia, punzó, la historia se repite. Y preguntó directamente a Cordero Arroyo: ¿Está dispuesto a revertir la postura centralista de la Sedeso a través de nuevas reglas de operación?

Cordero defendió a las delegaciones de la dependencia. Dijo que se encargan de poner en marcha las estrategias, garantizan la administración de recursos, supervisan las obras y se encargan del cumplimiento de las reglas de operación.

Por su parte, Lizbeth García (PRD) sostuvo que el golpe del impuesto de 2 por ciento es contra los más pobres, y el gobierno sólo busca cumplir metas de clientelismo electorero. El funcionario fue acusado por diversos legisladores, entre ellos el también perredista Mauricio Toledo, de no actuar como titular de Desarrollo Social, sino como secretario de campaña del Partido Acción Nacional.

Ante esto, Cordero Arroyo lo retó a presentar evidencias, así como la denuncia correspondiente. No es política de este gobierno usar a la Sedeso con fines electorales. La ley no lo permite. En su turno para responder, Toledo anunció que presentarán la denuncia que requirió el funcionario.

También Pablo Escudero (PVEM) señaló que no buscan a los pobres para disminuir sus debilidades, buscan clientelas electorales, y criticó la existencia de un inusitado número de plazas en la dependencia con altos salarios. Dijo que hay 62 plazas con sueldos de 2.5 millones de pesos anuales cada una.

Laura Itzel Castillo, del Partido del Trabajo, dijo al funcionario federal que los millones de pobres que se han arrojado en este régimen con un presupuesto de 85 mil millones de pesos, en tan sólo dos años, demuestran el fracaso de la política social. Entregó a Cordero Arroyo una canasta de mimbre vacía y le dijo: Es lo que consumen los mexicanos en pobreza.

Afuera de la Cámara, y aun en el vestíbulo, centenas de manifestantes de Antorcha Campesina protestaron durante las seis horas que se prolongó la comparecencia de Cordero, por la negativa de incorporar un millón de pobres del oriente del estado de México a los programas sociales, explicó la diputada del PRI Maricela Serrano.