Monterrey, NL, 24 de septiembre. Cuando le falta una semana para entregar las riendas de la administración estatal, el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, aseguró tener la certeza de que en el balance general, su gestión alcanzó los grandes propósitos que se trazó, y hoy el estado es más justo y solidario, tiene más obra pública e infraestructura urbana y, en suma, somos una sociedad más humanista y más próspera.

En el patio central del palacio de gobierno, dijo estar convencido de que deja una entidad fortalecida en su democracia, con mayor capacidad para buscar seguridad y para procurar e impartir justicia, así como más competitiva y con mayor inversión productiva y empleo.

A las nuevas generaciones –dijo González Parás en el auditorio, donde se encontraba su sucesor, Rodrigo Medina– corresponde consolidar lo logrado, enmendar rumbos y fortalecer y ampliar los liderazgos y activos que hemos construido.

Vinieron el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y el de Durango, Ismael Hernández Deras, así como políticos de épocas diversas y distintos signos políticos.

González Parás aseguró que en Nuevo León la crisis por la que atraviesa el país será transitoria, porque la entidad tiene fortalezas y se recuperará con mayor dinamismo y progreso, pero también porque el gobernador entrante tiene la voluntad y la capacidad de enfrentar la coyuntura y superarla.

Hoy, insistió, el coloso del norte ha despertado. Una vez más, está activo, es motor del desarrollo de México y hay que confiar en su pueblo y en su futuro.

Detalló las acciones de su administración en materia de seguridad y procuración de justicia, infraestructura urbana, educación y salud, vivienda, investigación científica e inversión productiva, entre otras.

De entrada, apuntó que su gestión se realizó en la pluralidad y la alternancia con una administración pública eficaz, alineada a planes y proyectos y con creciente participación ciudadana, así como con finanzas sanas.

Asimismo dijo que en la hacienda pública, aun con un esquema de financiamiento federalista de la educación que no es equitativo, se logró destinar en promedio 18 por ciento del presupuesto a gasto de inversión, que ha crecido más de 75 por ciento en relación con el inicio del sexenio.

Gracias a ese mecanismo, ponderó, se han enfrentado los embates de la crisis presupuestal y se recurrió a esquemas de crédito “sin desequilibrar las finanzas. La enorme inversión en infraestructura y obras públicas –más de 42 mil millones de pesos– representa un activo en la salud económica del gobierno”’.

González Parás dedicó un amplio capítulo de su último informe –que llevó al mediodía al Congreso local– al tema de la violencia provocada por el crimen organizado. Dijo que pese a sus irrupciones, en Nuevo León ha habido durante estos seis años tranquilidad social y no se han presentado disturbios o alteraciones mayores de carácter sindical, agrario, estudiantil o de grupos populares. Tampoco hubo una sola huelga, paros ni confrontaciones entre grupos y clases sociales.

Empero, la actividad de la delincuencia organizada se infiltró en México de manera perseverante en escenarios claves, admitió el Ejecutivo local. Cuando bandas del crimen organizado, opuestas entre sí, hicieron de la vía pública su campo de batalla, la Federación, los estados y municipios recién emprendían su estrategia de coordinación, dijo.

Tras detallar la manera en que se coordinaron acciones con el Ejército y otras fuerzas federales para hacer frente a un monstruo de mil cabezas, González Parás ponderó la puesta en marcha del C-5, uno de los esquemas más desarrollados de inteligencia, información y comunicación para prevenir y combatir el crimen, así como coordinar y controlar la acción policiaca en los tres niveles.

Con todo, dijo que una mayor seguridad sigue siendo un reclamo vivo y razonable.

En materia de empleo, mencionó que, debido a la crisis, de noviembre a la fecha se han perdido 76 mil puestos de trabajo, pero el año pasado su administración formó un fondo especial que ha ayudado a 20 mil de esos cesantes y a los grupos más afectados.

El Ejecutivo local se refirió a las 200 mil familias neoleonesas que reciben Seguro Popular, a la esperanza de vida de 79 años para hombres y de 81 para mujeres, y al hecho de que, a pesar de que hace casi 20 años el IMSS no construye nosocomios en la entidad, existe cobertura universal de salud y un sistema de seguridad social avanzado que ha permitido enfrentar eficazmente epidemias y pandemias.