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Policías y militares impiden a miembros de la resistencia acercarse a la embajada de Brasil

Movilizaciones en favor y en contra del gobierno de facto en Honduras

Seguidores de Micheletti protestan contra la injerencia internacional

Sigue el toque de queda

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Simpatizantes de Roberto Micheletti se manifestaron ayer frente a la sede de la ONU en Tegucigalpa para expresar su apoyo al gobierno de facto.Foto Reuters
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Miembros de la resistencia expresan su repudio al régimen golpista y exigen la restitución de Manuel Zelaya en el poderFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de septiembre de 2009, p. 25

Tegucigalpa, 24 de septiembre. Miles de seguidores del régimen de facto de Roberto Micheletti salieron este jueves a las calles para protestar contra lo que llaman la injerencia extranjera en Honduras, mientras otros miles lo hicieron nuevamente para exigir la restitución en el poder del presidente constitucional Manuel Zelaya.

Los simpatizantes de Micheletti se concentraron frente a la sede de la Organización de Naciones Unidas y en seguida marchar hacia la embajada de Estados Unidos en esta capital, luego de que esta mañana desde las 6 horas fue suspendido el toque de queda durante el día, que había sido implantado a raíz de la llegada en secreto de Zelaya.

Por la noche el gobierno de facto anunció el restablecimiento del toque de queda, al anunciar que regirá desde las 7 de la noche y hasta las 5 de la mañana del viernes.

Vestidos con camisa blanca, símbolo de su movimiento, los adherentes al gobierno de facto condenaron la intervención en Honduras del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, así como la de su par venezolano, Hugo Chávez.

Pidieron a la comunidad internacional que deje en paz a Honduras, y reafirmaron su voluntad de que las elecciones generales convocadas para el 29 de noviembre se realicen y no sean objeto de negociación en la actual crisis política.

Esta marcha fue convocada por la Unión Cívica Democrática, coalición que reúne a partidos políticos de derecha, las iglesias católica y evangélica, empresarios y grupos estudiantiles.

“Fuera Mel”, Lula, Lula, llévate a esa mula, “para Mel la cárcel”, gritaban estos grupos al pasar cerca de la embajada de Brasil.

Los seguidores de Zelaya se volcaron a las calles con sus camisetas y banderas rojas que los identifican, con la finalidad de llegar a la embajada de Brasil, donde se aloja el mandatario, que se ha convertido en auténtico centro de peregrinación y la cual se encuentra acordonada por dispositivos policiales y militares.

La policía arremetió de nuevo contra los zelayistas que intentaron desbordar el cerco y les impidieron acercarse a la legación de Brasil. Poco a poco los fueron empujando hasta la plaza central. La noche del miércoles la policía también reprimió otra manifestación en la misma zona.

Zelaya fue arrestado y expulsado del país por comandos militares el pasado 28 de junio, pero sus seguidores no han dejado de marchar desde su expulsión del poder. A partir del regreso del mandatario constitucional, la resistencia ha sido objeto de fuertes acciones de represión policiaca y militar con cientos de detenidos, numerosos heridos y al menos dos muertos durante las protesta del martes, según reconoció ya la policía.

El Frente Nacional contra el Golpe de Estado anunció que continuará con su estrategia de movilizaciones en barriadas y otras comunidades en su lucha por la restitución del orden constitucional.

El líder popular Juan Barahona dijo que la resistencia está en todas partes y es difícil que los golpistas puedan controlar a sus miembros, por ello la victoria del pueblo está cada vez más cerca.

Otros cientos de zelayistas quemaron llantas y cerraron una calle con bloques de cemento frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, sin que el incidente pasar a mayores.

Tras levantar el toque de queda durante el curso de este día, que resultó contraproducente por los actos vandálicos de saqueos a comercios que provocó el martes y las primeras horas del miércoles, el gobierno de facto hacía esfuerzos por normalizar la situación al llamar a los ciudadanos a incorporarse a sus actividades en sus centros de trabajo.

Esto permitió la apertura de comercios, oficinas, fábricas, bancos, escuelas y otros negocios, mientras se restablecía la circulación vehículos en las calles. Además, el régimen golpista autorizó la reanudación este jueves de los vuelos internacionales desde los cuatro aeropuertos, los cuales se encontraban suspendidos desde el martes pasado.

Por otra parte, el régimen de Roberto Micheletti acusó a Brasil de injerencia en sus asuntos internos, ya que además de permitir el ingreso a su embajada en Tegucigalpa del presidente Manuel Zelaya ha tolerado que su misión diplomática se convierta en centro de subversión mediática.

En un comunicado emitido la noche del jueves por la cancillería hondureña se denuncia que desde la misión brasileña en Tegucigalpa, Zelaya y sus seguidores continúan formulando llamados a la insurrección y a la toma del poder por la fuerza, rechazando con ello la propuesta del Acuerdo de San José, promovida por el presidente costarricense Óscar Arias.

El comunicado destaca que los llamamientos de Zelaya desde el interior de la embajada de Brasil en Honduras han desembocado en actos vandálicos, daños a la propiedad, amenazas a personas y violación, destrucción y saqueos a viviendas colindantes. Por lo tanto, exigió el cese inmediato de su intervención y la entrega (a las autoridades) del señor Zelaya.

El gobierno de facto responsabilizó a Brasil de la seguridad de Zelaya por permitir su estancia en su embajada. Asimismo, acusó a Venezuela de enviar aviones militares a la región centroamericana con el fin de intimidar o invadir el territorio hondureño para respaldar al mandatario.

El régimen ilegal agregó que le preocupa la amenaza que se cierne sobre Honduras por parte del gobierno de Venezuela, el que se ha extralimitado en su intrusión abierta y descarada, llegando al extremo de enviar aviones militares a la región.