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Las autoridades sanitarias no lo consideran, pero las cifras son alarmantes: Cinvestav

En México el dolor no es valorado como problema de salud pública

Una de cada seis personas sufre artritis, 26 millones de adultos padecen dolencias en la espalda y más de 25 millones tiene migraña, señaló el investigador Vinicio Granados

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Mellody Gannon, paciente de cáncer pancreático, fuma mariguana como parte de su tratamiento contra el dolor durante la convención de la Organización para la Reforma de las Leyes de la Mariguana en San Francisco, California. La convención impulsa un acta para la regulación del cáñamo similar a la del alcohol, que daría a los gobiernos locales la capacidad de gravar y regular su ventaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de septiembre de 2009, p. 2

El sistema nervioso central (SNC) no distingue entre el dolor físico y el emocional, ya que se presentan en la misma zona del cerebro, aseguró Vinicio Granados Soto, investigador del departamento de farmacología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).

El especialista explicó que en ambos tipos de dolores se activan las mismas áreas cerebrales, aunque el método de estimulación sea diferente: mientras el emocional se genera en el sistema límbico, el físico está más ligado a sensaciones en la piel o alguna parte externa o interna del cuerpo.

Durante el tercer Curso de Actualización Científica para Periodistas, organizado por el Cinvestav, el científico señaló que el dolor es una señal de alarma ante peligros, malestares y enfermedades (tanto en lo físico como en lo emotivo).

El dolor se detecta mediante neuronas especializadas conocidas como fibras aferentes primarias, que son capaces de extraer información proveniente tanto del medio externo como del interno en forma de estímulos nocivos como punción, presión, temperatura, etcétera.

Sensación real o potencial

Explicó que este fenómeno se genera debido a que las células cebadas, llamadas mastocitos –que se originan en las células madres de la médula ósea y actúan en la mediación de procesos inflamatorios– liberan varias sustancias (prostaglandinas, histamina, serotonina, bradicinina) que se transmiten a través de la médula espinal hasta una zona del cerebro conocida como matriz del dolor.

Esta zona, aseguró, se conforma por el área somatosensorial uno y dos, por la ínsula, la corteza anterior del cíngulo y el hipotálamo. Cuando la persona es sometida a estímulos dolorosos, el flujo sanguíneo se incrementa en la matriz del dolor, provocando así la sensación.

El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño al tejido, el cual puede ser real o potencial. El SNC usa esta sensación como una señal de alerta y regularmente se asocia a pena y sufrimiento, aseveró.

El investigador refirió que aun cuando en México hay cifras alarmantes ligadas al dolor por diversas enfermedades, éste no es considerado un problema de salud pública, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde las autoridades sanitarias sí se le cataloga en esos términos.

Comentó que una de cada seis personas en el país sufre artritis, más de 26 millones de adultos entre 20 y 64 años presentan dolor de espalda, más de 25 millones padece migraña, además de que se estima que 50 por ciento de los diabéticos (en México hay casi 11 millones) sufre de dolares ligados a la enfermedad.

Tan sólo en Estados Unidos, dijo, las autoridades del sector salud gastan 150 mil millones de dólares por padecimientos relacionados con algún tipo de dolor.

Granados Soto subrayó que el dolor se puede dividir en dos tipos: agudo y crónico. El primero es de corta duración y alta intensidad, cuando se presenta hay sudoración, se acelera el corazón, aumenta la presión arterial y hay dilatación de las pupilas e inclusive desmayos.

Decrece la calidad de vida

El dolor crónico deviene por enfermedades como cáncer, migraña, diabetes y otras. Se considera en este tipo a aquella dolencia mayor a los tres meses, lo que genera una muy baja calidad de vida para quien lo padece. Los dolores crónicos traen consigo problemas más serios como la alteración del sueño, falta de apetito, pérdida de peso, disminución de la líbido, ansiedad y depresión.

Señaló que los seres vivos tiene detectores del dolor por todo su organismo. El punto que menos sensores tiene son las vísceras. Salvo esa área tenemos tapizado de sensores de dolor toda nuestra piel.

Indicó que estos sensores captan las dolencias, llevan la señal a la médula espinal y a su vez, ésta es el conducto para que la sensación llegue al SNC. Ahí se mezcla el componente sensorial con el emocional, y se percibe el dolor. El componente sensorial es: dónde, cómo, con qué intensidad duele y cuál es la cualidad de éste. En tanto que el emocional está relacionado con experiencias previas del dolor, el estrato socioeconómico de las personas y le da el componente de desagradable.