Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 27 de septiembre de 2009 Num: 760

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Dos cuentos
ENRIQUE HÉCTOR GONZÁLEZ

La hora nada
KRITON ATHANASOÚLIS

El cuarto jinete
LEANDRO ARELLANO

El liberalismo desquiciado
ANGÉLICA AGUADO HERNÁNDEZ y JOSÉ JAIME PAULÍN LARRACOECHEA entrevista con el doctor DANY-ROBERT DUFOUR

Variaciones de una indignación: cinco poetas de Kenia

Taibo I y Taibo II con semana negra
MARCO ANTONIO CAMPOS

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Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

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Alonso Arreola
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Fema Kuti nos visita (sí, el hijo de Fela)

Ya tiene cuarenta y siete años. Hace doce que murió su padre, el afamado Fela Kuti. El activista, el querido, el talentoso Fela. El líder de la banda Egypt 80, el que diera la vuelta al mundo clamando por los derechos de Nigeria. El que muriera víctima del hiv dejando un legado casi sagrado en el continente negro; una herencia cuyo peso puede aplastar lo mismo que impulsar, como sucedió en el caso de su hijo mayor, Femi, quien creciera tocando a su lado para luego independizarse y formar su propio grupo en 1986: la Positive Force Band.

Testigo y receptáculo del mejor afrobeat, de una antigua historia sonora que se fue amplificando, electrificando, Femi aportó nuevas mezclas a su sangre, formas en las que brillaron el funk y el jazz. No por nada fue a nacer en Inglaterra, aunque su herencia nigeriana lo llamara para crecer en Lagos. Primero firmado por el sello Motown y luego por Polygram, su transitar en el año 1997 dejó cicatrices inolvidables en el cantante, pues además de su padre también su hermana perdió la vida.

Después del álbum epónimo con Motown nació Shoki Shoki, trabajo que de inmediato lo situó en la candileja, pues debemos recordar que el fenómeno cubano Buena Vista Social Club alcanzó para reavivar el interés por la llamada world music, género densamente poblado por artistas negros. Ahora bien, por favor no confunda el lector al afrobeat con el walax de Youssou N'Dour, ni con los ritmos senegaleses de Baaba Maal, ni con el afrocubanismo de Salif Keita. El discurso de la familia Kuti ha sufrido un recorrido distinto, de lo primitivo a la vanguardia pasando por el pop y el rock más comercial. Prueba es que a la salida de su segundo álbum, Fight to Win, Femi Kuti giró por Estados Unidos al lado de Jane's Adiction, banda de grunge conocida por su conciencia social y política. Como si esto fuera poco, para lograr un cruce de estilos el disco también contó con la colaboración de los raperos estadunidenses Mos Def y Common.

Ahora bien, ¿qué hace especial esta visita de Femi Kuti a México? Primero, que se trata del debut de su apellido en nuestras tierras, pues su padre nunca pudo visitarnos. Segundo, que viene presentando Day by Day, placa que da un respiro tras siete años de silencio discográfico en estudio y que muestra un lado del músico mucho más cargado hacia el jazz. Tercero, que sonará en la Alhóndiga de Granaditas del Festival Internacional Cervantino (22 de octubre), además de hacerlo en el teatro Diana de Guadalajara (21) y en el Vive Cuervo Salón del DF (23). Asimismo, que viene con todo. Es decir, que Femi trae consigo a los trece músicos de la Positive Band con quienes ha seguido tocando y grabando discos en directo. De ellos, seis son alientos y tres coros femeninos. Esto provee al conjunto de una fuerza armónica notable que, unida a la tradición percusiva de África produce una imponente pared sónica. Claro, hay que agregar trajes y bailes, algunas coreografías, todo aquello que levanta sospechas de autenticidad fuera de su tierra.

Por otro lado, viene muy al caso la visita de Olufemi Olufela Antikulapo Kuti –que ese es el verdadero nombre de Femi– hoy, cuando el mundo en general y México en particular intentan superar una crisis financiera arraigada en otras crisis políticas y sociales. Por ello, enarbolando lo que llama “música de combate”, las continuas interrupciones discursivas en inglés, metidas en medio de sus canciones de manera espontánea, darán mucho para pensar y hablar. Se relacionarán, sin duda, con lo que pasa en dos naciones distantes pero hermanadas por las carencias, la violencia y los intereses extranjeros. Claro que, al mismo tiempo, nos quedaremos con la duda sobre qué tan congruentes son muchos de los músicos que, nacidos en posiciones familiarmente privilegiadas –lo que en África pesa mucho–, se han educado viajando fuera de su patria.

Finalmente, vale la pena mencionar The Shrine, un espacio alternativo de Lagos, Nigeria, abierto por Femi, en el que se da acceso a melómanos y artistas de bajos recursos para impulsar nuevas formas de creación sonora y dancística. Justo en ese lugar fue donde se grabó el último disco en vivo de este cantante, trompetista, saxofonista y pianista. Llamado Live at the Shrine, también puede hallarse en dvd . Para más señas, corresponde al año 2004. Hay que aclarar, eso sí, que no es el Shrine original en donde su padre Fela acuñara el afrobeat. Se trata de un foro reciente que hace homenaje al anterior y que, en palabras del mismo Kuti, “intenta traer el dinero de regreso a África para luego invertirlo en escuelas que no tienen ni ventanas, y en donde los maestros no pueden recibir un sueldo”. Sea pues. Contribuyamos escuchándolo.