Opinión
Ver día anteriorSábado 3 de octubre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de abajo

Amenaza policiaca

L

a semana pasada, la población tseltal de San Sebastián Bachajón, municipio de Chilón, Chiapas, recuperó pacíficamente el control de la caseta de cobro de las cascadas de Agua Azul, en ejercicio de su legítimo derecho a salvaguardar y administrar los recursos naturales de su territorio. La respuesta del gobierno que encabeza Juan Sabines fue el envío amenazante de aproximadamente 250 policías.

Los indígenas de Bachajón son adherentes de la otra campaña convocada por el EZLN y forman parte de la resistencia a los megaproyectos turísticos que impone el gobierno de Chiapas a las comunidades de la región, por lo que han sido reprimidos y encarcelados en diferentes ocasiones, sin conseguir rendirlos.

El Centro de Derechos Humanos San Bartolomé de las Casas, que ha acompañado a la comunidad y denunciado el constante hostigamiento en su contra, documentó la presencia amenazante de aproximadamente 250 efectivos estatales, quienes se encuentran en el crucero Agua Azul y el poblado de Xhanil, en cinco camiones tipo Torton y 12 patrullas, además de agentes de la Policía Ministerial.

El organismo de derechos humanos explica que la recuperación de la caseta de cobro se determinó después de un “proceso de consulta en asambleas realizadas en los tres centros del ejido: Ch’ich, Centro Alan Sacjun y Centro Bachajón”. Con esta acción los pobladores tseltales reivindican el ejercicio del uso de sus recursos naturales reconocidos por el Convenio 169 de la OIT, que el gobierno mexicano se ha comprometido a respetar.

Al gobierno de Chiapas poco le importan los convenios internacionales que no contemplen la inversión extranjera y el saqueo de los recursos naturales. Innumerables son los ejemplos que lo demuestran: precisamente en esta comunidad, el pasado 17 de abril fue desmantelada la caseta de cobro mediante un operativo en el que participaron policías estatales y federales, violando el derecho al territorio de los pueblos indígenas, atacando su integridad personal y torturando y encarcelando arbitrariamente a los hermanos Antonio y Jerónimo Gómez Saragos.

Ahora, ante el posible desalojo de los ejidatarios y debido a la presión y al claro acto de hostigamiento, circula en Internet una carta de protesta en la que se exige el respeto a los derechos del pueblo tseltal de San Sebastián Bachajón, el retiro de la policía y la liberación de Jerónimo y Antonio Gómez Saragos.