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El presidente constitucional exige al gobierno de facto levantar el estado de excepción

Solicita la resistencia hondureña participar en un eventual diálogo

Reinstalar al gobernante y convocar a una constituyente, puntos innegociables: dirigente social

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Aspecto de la asamblea del Frente Nacional de la Resistencia contra el Golpe de Estado en Honduras, celebrada ayer en TegucigalpaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de octubre de 2009, p. 27

Tegucigalpa, 4 de octubre. El Frente Nacional de la Resistencia contra el Golpe de Estado en Honduras solicitó hoy su incorporación a un eventual proceso de diálogo para encontrar una salida a la crisis derivada de la asonada del pasado 28 de junio. La restitución en el poder del presidente constitucional Manuel Zelaya se presenta como el principal obstáculo para una solución negociada.

Por lo pronto, Zelaya exigió al régimen de facto, encabezado por Roberto Micheletti, que levante el estado de excepción y el cerco en torno a la embajada de Brasil, donde se encuentra en calidad de huésped desde el pasado 21 de septiembre, cuando sorpresivamente retornó al país.

Al término de una asamblea de la resistencia, el coordinador general del frente, Juan Barahona, subrayó que en el proceso de negociaciones tienen que participar la resistencia, el presidente constitucional Manuel Zelaya y los golpistas.

Sólo así podremos encontrar soluciones, apuntó, tras denunciar el intento de los sectores involucrados en el golpe de promover salidas a la crisis sólo desde sus posiciones y entre ellos. Añadió que hay dos puntos innegociables para el frente: la restitución de Zelaya y la convocatoria a una asamblea nacional constituyente.

El pasado 28 de junio, cuando un comando militar detuvo en la madrugada y expulsó del país a Zelaya, el gobernante pretendía realizar una consulta ciudadana para determinar si en los comicios presidenciales del 29 de noviembre se instalaba una cuarta urna y preguntar si se convocaba o no a una constituyente.

El dirigente campesino Rafael Alegría indicó que el diálogo no podrá realizarse bajo el estado de sitio vigente desde hace nueve días, con la existencia de presos políticos y medios de prensa opositores clausurados, en alusión a Radio Globo y el Canal 36, los únicos que daban voz a la resistencia.

Señaló que aunque el acuerdo de San José, propuesto por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, impide a Zelaya mantener el tema de la constituyente, el frente lo va a poner en la mesa de negociaciones.

Barahona recordó que para el miércoles próximo está prevista la visita a Honduras de una misión de cancilleres de países de la Organización de Estados Americanos (OEA) y dijo esperar que esas gestiones sirvan para algo positivo.

Alegría señaló que en el análisis de la coordinación del frente se llegó a la conclusión de que la semana que comienza será decisiva para la solución de la crisis.

Según nuestro análisis, todo apunta a la restitución de Zelaya, dijo Alegría, al asegurar que una salida de ese tipo será una victoria de la prolongada resistencia del pueblo.

Barahona destacó que de no encontrarse una solución negociada, el frente continuará la lucha hasta lograr la derrota del golpe y la restauración del estado de derecho y la constituyente.

En estas negociaciones se tomará como punto de partida el plan Arias, que considera el retorno de Zelaya, a lo que se opone Micheletti, aunque sectores empresariales han manifestado su disposición a la vuelta del mandatario constitucional, si bien con facultades restringidas y que sea sometido a juicio.

Víctor Rico, secretario de Asuntos Políticos de la OEA, se declaró este domingo optimista en que Zelaya y el régimen de Micheletti superarán la principal divergencia, que es la restitución del gobernante constitucional. Ése es un punto que hasta el momento ha trabado la posibilidad de un acuerdo, pero precisamente de lo que se trata es de generar condiciones que permitan resolver esas divergencias, explicó.

Sin duda, si los propios hondureños consideran que se puede modificar (el plan Arias) eso es absolutamente factible, aquí no hay nada escrito en piedra o en bronce, subrayó.

Rico encabeza una delegación de cuatro funcionarios de la OEA, expulsados hace una semana por el régimen de facto, que volvió el viernes para alistar la llegada, el 7 de octubre, de unos diez cancilleres y del secretario general José Miguel Insulza, para el inicio del diálogo.

Esperamos que el viaje de los cancilleres tenga un resultado en la resolución de la crisis. No tendría sentido que venga una comisión de cancilleres y el secretario general para que no haya un resultado positivo, comentó.

A su vez, Zelaya aseguró que el inicio de las pláticas ya está resuelto en 90 por ciento, y añadió que si el restante 10 por ciento fuera el obstáculo, habría que tener confianza en los mecanismos de la comunidad internacional para que mantenga la presión.

En declaraciones a Afp, indicó que para iniciar un diálogo sincero con el gobierno de facto, éste debe cumplir cuatro exigencias esenciales: la derogación del decreto que suprime las libertades constitucionales, la devolución de frecuencias a Radio Globo y Canal 36; el retiro del cerco a la embajada brasileña, y libertad para que él seleccione a los integrantes de su delegación en las negociaciones con los golpistas.

En otra entrevista telefónica, ésta con la agencia Dpa, Zelaya aseveró que reconocerá las elecciones previstas en su país, sólo si antes es repuesto en el cargo. Bajo las actuales condiciones no las vamos a reconocer, advirtió respecto de las elecciones previstas para el próximo 29 de noviembre. “Porque hay un régimen de represión, en el que se cierran medios de la oposición y se suspenden los derechos fundamentales.

Si me reponen en el cargo, las elecciones serían en la fecha prevista y podríamos apoyar el proceso, agregó el gobernante, quien resaltó que el ánimo de resistencia del pueblo no está agotado, sino reafirmado a diario.

Nuestra tarea es defender nuestros valores, dijo. Zelaya añadió que está dispuesto a soportar todas las vejaciones y afrentas. Nuestro espíritu de lucha está fortalecido porque la verdad y la razón están de nuestro lado. Somos muy optimistas de que habrá una solución para este conflicto.

Zelaya subrayó una vez más que tiene la intención de convocar a una asamblea constituyente si le devuelven la presidencia del país. No se trata del cargo, sino de una condena del golpe, para que no vuelva a ocurrir algo así... Sólo quiero que se respete la voluntad del pueblo, que está representada en la Constitución.