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Reprimen uniformados a seguidores del presidente Manuel Zelaya

Reprueba la ONU la participación de mercenarios en la crisis de Honduras
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de octubre de 2009, p. 23

Ginebra, 9 de octubre. La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió este viernes al régimen de facto hondureño que adopte todas las medidas necesarias para prevenir la utilización de mercenarios en su territorio, al expresar su preocupación por recientes reportes de prensa que señalan que ex paramilitares de Colombia fueron reclutados en Honduras.

El Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Utilización de Mercenarios, dijo que según la información de que dispone, unos 40 ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia fueron reclutados por latifundistas en Honduras para su protección, ante posibles actos de violencia tras el golpe de Estado del 28 de junio.

El reclutamiento de ex paramilitares en territorio hondureño tiene como objetivo “proteger propiedades e individuos en caso de nuevos actos de violencia entre partidarios del gobierno de facto y los de Manuel Zelaya”, señaló.

De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de la ONU sobre Derechos Humanos, otras fuentes de información mencionan la existencia de un grupo de 120 paramilitares de varios países de la región, integrado para apoyar el golpe en Honduras.

Instamos a las autoridades hondureñas a tomar todas las medidas prácticas para prevenir la utilización de mercenarios en su territorio y que investiguen a fondo las denuncias sobre su presencia y sus actividades, anotó el grupo de expertos de la ONU.

El Grupo de Trabajo, formado por cinco expertos independientes, recordó que Honduras es parte de la Convención Internacional contra el Reclutamiento, la Utilización, la Financiación y el Entrenamiento de Mercenarios, instrumento jurídico que prohíbe dichas actividades ilícitas.

En Tegucigalpa, la policía y los militares reprimieron este viernes con gases lacrimógenos y chorros de agua una manifestación de más de 100 seguidores del presidente Zelaya frente a la sede donde se realizan las conversaciones entre las partes en conflicto.

Asesinos, golpistas, no nos van detener, eran algunas de las consignas de los manifestantes que enfrentaron a los uniformados del régimen de facto.