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Ver día anteriorDomingo 11 de octubre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Chicontepec: palabras y presupuesto
E

n estas páginas se informó el jueves pasado que la Comisión Nacional de Hidrocarburos enviará un dictamen a Pemex Exploración y Producción (PEP) para que frene la asignación de contratos para la extracción de hidrocarburos en Chicontepec. Las causas principales son el bajo rendimiento de las perforaciones, sobre todo en comparación con las enormes cantidades ahí invertidas.

Ya había habido, y lo hemos comentado en este espacio, indicios cada vez más claros de que, como muchos lo habíamos señalado, esa zona, oficialmente llamada Aceite Terciario del Golfo, tiene muy bajo rendimiento para Pemex, aunque muy alto rendimiento para trasnacionales y funcionarios.

Ya hemos mencionado la producción promedio, por pozo en servicio, de Chicontepec: 29 mil 200 barriles diarios en 2008 y 704 pozos trabajando en promedio a lo largo del mismo año. La producción entonces es, en promedio, de 41.5 barriles diarios por pozo.

También hemos comparado con otras regiones, a las cuales se ha destinado un recurso muy inferior. El pozo Xanab DL 1, perforado en el área llamada Litoral de Tabasco a fines de 2008, tuvo una producción inicial de 9 mil 200 barriles diarios de crudo ligero. Esto equivale a 222 pozos promedio de Chicontepec 2008, y además con crudo de mejor calidad.

Otro caso notable, en el campo llamado Julivá de la Región Sur, frente al área marina mencionada, por cierto, es el pozo Bajium 1, puesto en servicio a principios de 2009. Su producción inicial fue de 7 mil 200 barriles diarios de crudo superligero. La suma, sólo de los principales siete pozos descubiertos en estos lapsos de ambas regiones, fue de 31 mil 200 barriles diarios. Siete pozos producen más que todo Chicontepec en 2008, los mencionados 29 mil 200 barriles diarios. Dicen que ¡ahora sí!, con mil pozos más contratados este año, va para arriba esta zona. El reporte trimestral respectivo de Pemex dice otra cosa: primer trimestre de 2009, 28 mil barriles diarios; segundo trimestre, 29 mil barriles diarios.

Ya hemos mencionado que en la Región Marina Suroeste se terminaron, entre 2001 y 2008 inclusive, 70 pozos de desarrollo. En cambio, en la Región Norte, donde están los grandes contratos de Chicontepec y Burgos, se han terminado 3,712 de estos pozos en esos mismos ocho años.

Urge transferir, en la evaluación de la Cámara de Diputados del presupuesto 2010, del proyecto de presupuesto de Chicontepec, la mayor parte de los recursos a las zonas que han dado mejores resultados y que están muy abandonadas. Además, en estas zonas debe haber mayor inversión no sólo en desarrollo, sino prioritariamente en exploración con vistas a comprobar más reservas.

Estos cambios deben quedar en áreas prioritarias del presupuesto, que las autoridades no tengan facultad para modificar, ni retrasar, ni desviar.

Dirán que ya hay contratos firmados. Sí, pero van en contra de la Constitución. En su artículo 27, se dice que tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva.

O sea, que esos contratos no subsisten, son nulos porque violan la Constitución. Y tenemos la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, en su artículo 54 bis: La dependencia o entidad podrá dar por terminados anticipadamente los contratos cuando concurran razones de interés general, o bien, cuando por causas justificadas se extinga la necesidad de requerir los bienes o servicios originalmente contratados, y se demuestre que de continuar con el cumplimiento de las obligaciones pactadas, se ocasionaría algún daño o perjuicio al Estado.

Ya basta con discursos que no corresponden a la realidad. Está en manos de la Cámara de Diputados hacer que esa realidad sea la que Pemex y el país requieren, y tomar la palabra, en este caso, de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, en términos de lo mencionado al principio de este escrito.