Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 11 de octubre de 2009 Num: 762

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Portbou
JORGE VALDÉS DÍAZ-VÉLEZ

Dos poemas
LUKÁS THEODORAKÓPOULOS

Espacio eclipsado
PORFIRIO MIGUEL HERNÁNDEZ CABRERA

El origen de las especies
ROSA BELTRÁN

El placer de la actuación
RICARDO YÁÑEZ entrevista con ANA OFELIA MURGUÍA

La resistencia estética: las desaparecidas de Ciudad Juárez y Chihuahua
INGRID SUCKAER

Historia de una ecuación
RICARDO BADA

Leer

Columnas:
Jornada de Poesía
JUAN DOMINGO ARGÜELLES

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
Núm. anteriores
[email protected]

 

Alonso Arreola
[email protected]

Eugenia, Iraida… cantantes

EUGENIA LEÓN, TOCANDO TIERRA

Estoy profundamente impresionado. Acaba de terminar en Canal 22 el nuevo programa Tocando tierra con Eugenia León. Este que vi estaba dedicado a la trova yucateca. Filmado en alta definición desde Mérida, el arte de su edición, investigación y desarrollo lo sitúan en la categoría de gran documental. Sin abusar de su presencia y talento, la cantante supo acercarse a quienes hoy animan este can cionero fundamental para la cultura mexicana. Nos referimos a músicos legendarios como Los Decanos o el Trío Ensueño, lo mis mo que a otros más nuevos e innovadores, como Los Juglares, pasando por el coro infantil de Dzidsantún y por figuras que van en camino de consagrarse, como Jorge Buenfil. Igualmente, los productores tuvieron el acierto de incluir como sets el Museo de la Canción , la Escuela Superior de Música y el Centro Cultural de la Trova , conocido como la Universidad de la Trova , lugares de ense ñanza y estudio profesional en donde se desmenuza la historia, evolución y rescate de instrumentos y sonidos del género.

Por si fuera poco, la participación de investigadores, lauderos, maestros y melómanos comprometidos hacen de este trabajo una aportación valiosísima para comprender la herencia de Guty Cárdenas, Pepe Domínguez y Ricardo Palmerín, entre otros, hoy cuando muchos jóvenes miran su pasado en busca de raíces que les per mitan reconocerse frente al espejo, independientemente de que más tarde fusionen sonidos haciendo enojar a los puristas. Tal como pasa en Brasil, Argentina, España, Senegal o Turquía, finalmente parecemos listos para dar pasos al frente y sacar músicas de la vitrina.

Mención aparte merece el trabajo de audio. Si el de la dirección de cámaras y fotografía es espléndido, el de las partes musicales también puede elogiarse. Es realmente raro escuchar programas televisivos con tal calidad. Sin embargo, aún hay que mejorar el sonido en las secciones de entrevista. Pero bueno, es un detalle mínimo contra el logro con seguido. Ojalá que luego lo editen en DVD, pues puede convertirse en un clásico y referencia obligada para los estudiosos.

Ponga entonces atención el lector cansado de las malas noticias, de los pro gramas que “casi” logran su cometi do y que por pertenecer a proyectos públicos justifican su constante incompetencia en la falta de presupuesto. Esta es la prueba de que cuando se quiere se puede. La cita es los martes a las 10 de la noche, por el Canal 22.

IRAIDA NORIEGA, VEN CONMIGO

Antes que nada, aclaremos algo: hay dos formas de grabar un disco en vivo. Una es en estudio, sin gente pero interpretándose los instrumentos a un mismo tiempo (condición básica del jazz que intenta “cocinarse” espontáneamente, provocando interacciones y destellos únicos, irrepetibles). La otra es en concierto, con audiencia de por medio. Esta segunda –la más compleja– fue elegida por Iraida Noriega para entregarnos otro fruto de su buen trabajo.

Registrado en el Papa Beto Jazz Bistrot de la calle Villalongín en 2007, Ven conmigo finalmente ve la luz de manera más que independiente, sin sello discográfico, cosa curio sa si pensamos que Irai da ha sido catalogada numerosas veces como la mejor cantante de jazz mexicana. Sea o no cier to el adjetivo, lo que hoy podemos asegurar es que la huella de su padre, Freddy Noriega, se ha visto profundizada con la categoría de un carácter bien definido, de un estilo personal, original, que disfruta mos no por acometer con solvencia una profesión heredada, sino por arriesgarse echando las vísceras adelante.

Así es este disco, un trabajo del estómago que, además y pese a las muchas dificultades técnicas que supone gra bar entre ruidosos melómanos y más ruidosas meseras (estuvimos ahí una de las dos noches que sirvieron para nutrirlo), consigue probar el liderazgo natural de Iraida y la calidad de un conjunto (Luis Mario Rivera, Nicolás Santella, Israel Cu pich, Tania Guzmán, Paulina Fuentes y Miguel Alcérreca ) cuya convicción no se ve minada por los pequeños errores (sobre todo de Santella al piano), pues son producto del riesgo, de la lucha contra esa terrible “zona de confort” que a tantos sirve de refugio.

Dentro de todo lo bueno que el re pertorio propone (Spinetta y Ellington, entre otros, conviven con cinco temas originales de Iraida), lo único que a ve ces resulta excesivo es el scatt vocal, pues si bien la intérprete destaca como pocas al bordar el aire con su voz, de pronto algo en longitud o cantidad sale sobrando. De cualquier forma es un discazo disfrutable, recomendable para quienes aman el jazz que se disfraza de otros géneros entre el juego y la sorpresa. Balada, blues, swing, algo de rock, world… todo flota y se diluye en plan acústi co formando una pie za sólida, amable, que vale la pena buscar, comprar y atesorar.