Siempre bajo la condición de que antes que nada acepten su liquidación a más tardar el 14 de noviembre, el gobierno federal amplió su oferta a los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC): prometió cursos de reconversión laboral para capacitarlos en computación, mecánica automotriz, refrigeración, mantenimiento de vehículos y de inmuebles, asistente educativo, dibujo asistido por computadora, inglés, y hasta en electricidad, entre otras opciones.

Los cursos incluyen becas de 5 mil 382 pesos mensuales y abarcan tres meses de duración como máximo, para aquellos que no logren colocarse en alguno de los 150 mil puestos de trabajo que se promocionan en el portal del empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) o bolsas laborales afines.

La otra opción ofrecida a los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es asesorarlos para que se transformen en empresarios. Para ello, puso a su disposición los servicios de consultores especializados para ayudarlos a desarrollar habilidades gerenciales y que puedan invertir los recursos de su liquidación en alguna franquicia, cuyo costo oscila entre 100 mil y un millón de pesos. O bien, para abrir su propio micronegocio, o incluso integrar sociedades cooperativas que ofrezcan servicios externos a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de manera directa o mediante contratistas.

Tales son las opciones laborales y productivas que presentaron ayer el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y el de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, para reinsertar en el mercado laboral a los más de 43 mil trabajadores de LFC y evitar que se sumen a los más de 2.8 millones de mexicanos que han engrosado las filas del desempleo en esta administración.

No vemos ningún problema presupuestal para atender cualquier solicitud para las becas, aseguró Lozano Alarcón. Se ha calculado, dijo, un techo máximo de 500 millones de pesos, en el supuesto caso de que todos los trabajadores de LFC las soliciten. Los recursos, detalló, serán tomados del presupuesto del Sistema Nacional de Empleo y de una partida adicional que ya se solicitó y que autorizó la Secretaría de Hacienda.

Con todo y el plan de reinserción laboral, Lozano rechazó que los trabajadores de Luz y Fuerza sean consentidos del gobierno, porque sería totalmente injusto, dijo, atribuirles sólo a ellos la ineficiencia, la disfuncionalidad operativa o insuficiencia presupuestal de la empresa.

La reconversión de habilidades y capacidades laborales de los electricistas costará tres salarios mínimos mensuales por cada uno que acepte la beca y asista a los cursos de 20 horas por semana, que se iniciarán en noviembre en instituciones educativas como Conalep, los Cecatis y el Instituto de Capacitación para el Trabajo, siempre y cuando hayan aceptado su liquidación, remarcó Lozano Alarcón.

Informó que hasta el viernes pasado, en los tres primeros días de entrega de indemnizaciones, se erogaron mil 100 millones de pesos para 2 mil 527 trabajadores, todos de base, mientras 13 mil 392 jubilados recogieron su respectiva pensión.

Los cursos y becas estarán disponibles sólo para aquellos que hayan finiquitado su relación con Luz y Fuerza del Centro. Tendrán preferencia –primero en tiempo, primero en derecho– no sólo para estos cursos y la vinculación laboral, sino también para los programas de la Secretaría de Economía, dijo. Recordó que quienes recojan su pago antes del 14 de noviembre tendrán una compensación adicional que oscila entre 10 y 80 por ciento, en relación con su finiquito y antigüedad.

No obstante, acotó que aunque se pretende atender a la totalidad de los trabajadores, 30 por ciento de quienes reciben capacitación no alcanzan empleo.

A su vez, Ruiz Mateos ofreció a los trabajadores el Programa Nacional de Franquicias, con asesorías y facilidades de financiamiento para que aprovechen lo que calificó de modelo de negocio exitoso, para el cual se requiere una inversión mínima de 100 mil pesos para el caso, dijo, de un pequeño restaurante o miscelánea.

Propuso también impulsar la asociación de los trabajadores en cooperativas y aprovechar su experiencia y talento para que ofrezcan sus servicios al mercado en general e incluso a la CFE, de manera directa o mediante contratistas, para hacer las obras que anteriormente hacía LFC.

La tercera opción del secretario de Economía se enfocó a la creación de nuevas empresas con microcréditos de fondos revolventes, así como la asesoría y consultoría especializada para ayudar a quienes decidan incorporarse al sector privado creando su propio negocio.

Toda esa atención a los trabajadores de Luz y Fuerza despertó la suspicacia y el cuestionamiento sobre el resto de los mexicanos que han quedado sin empleo. Ante ello, tanto Ruiz Mateos como Lozano Alarcón trataron de enmendar y afirmaron que los programas ya existen y están a disposición de quien los solicite, pero en el caso de los electricistas no quitaron el dedo del renglón y mantuvieron la condición de, previamente, haber aceptado su liquidación de Luz y Fuerza.

Por otro lado, Lozano aseguró que el SME sigue teniendo personalidad jurídica propia, pero que el estatus de Martín Esparza ante la STPS permanece intocado, esto es, no se le reconoce como secretario general del SME, pues el juicio por el conflicto intersindical que se lleva en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje sigue su curso y en los próximos días se espera el veredicto sobre la validez de las elecciones sindicales.

Rechazó que exista contradicción entre no reconocer a Esparza como dirigente del gremio y que sea éste quien participe en la mesa de negociación con el gobierno en la Secretaría de Gobernación. Allí, dijo el secretario del Trabajo, también están otros integrantes del SME.