Cancún, Q. Roo, 23 de octubre. Centrales obreras de filiación priísta y cámaras empresariales ligadas a negocios inmobiliarios y turísticos acusaron al grupo ambientalista cozumeleño Cielo, Tierra y Mar (Citymar) de pretender que desaparezcan los hoteles y el turismo se aleje del estado.

Las agrupaciones privadas –con apoyo de la CTM y la CROC– culparon a los ambientalistas de hacer oposición “por modus vivendi” y de sostenerse gracias a las canonjías de instancias que buscan que México no crezca, esto ante la suspensión provisional que obtuvieron contra el proyecto de recuperación de playas de Quintana Roo.

Las asociaciones de hoteles de México, Cancún y la Riviera Maya; de Clubes Vacacionales, Náuticos y Agencias de Viajes; además de Coparmex, Canacintra, Canaco, Canirac y el Consejo Coordinador Empresarial, instan al gobierno estatal y los municipios de Cancún, Solidaridad y Cozumel a no ceder al chantaje de los supuestos ambientalistas.

En desplegado que publica hoy la prensa local –junto a inversionistas de la Riviera Maya y otras agrupaciones– los firmantes deploran que el proyecto se detuviera tras el alegato de sus potenciales daños al hábitat en que se basó el recurso jurídico interpuesto por el grupo ecologista que lidera Guadalupe Álvarez Chulim.

Lo único que persigue Citymar son posiciones mediáticas y beneficios personales, además de que sus quejas contra la recuperación de playas de Cancún, con arena traída de Cozumel, no están demostradas; mientras la manifestación de impacto ambiental del proyecto fue evaluada y autorizada por autoridades competentes.

Sin embargo, el propio alcalde de Cozumel, Juan Carlos González, puso en duda la profundidad del estudio hecho por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para justificar la extracción de arena de un área donde anida el caracol rosado.

A su vez Guadalupe Álvarez Chulim, presidenta de Citymar, dijo que los firmantes del desplegado sólo quieren arena sin importarles el daño al medio ambiente, y son conocidos por su costumbre de sobornar a quien deban sobornar.

La activista dijo que el Banco Norte de Cozumel no sólo es una reserva del caracol rosado sino una barrera contra huracanes; y observó que promotores del proyecto debían tener tres bancos de arena, no sólo uno, por lo cual se dictó una suspensión que aún no es definitiva en el juicio de amparo.

Mientras tanto, este viernes llegó a Quintana Roo la draga que hará la extracción y vertido de arena en el litoral del estado, en el caso de que la decisión judicial permita reanudar el proyecto.